CENOTAFIO DE LOS TRES AMIGOS.
BENIGNO BALDOMERO LUGONES.
Fotos personales tomadas el 18 de septiembre 2018 y el 31 de enero 2020
RECURSO.
LUGONES, BENIGNO BALDOMERO (1857-1884) Tomado de Susana Gesualdi
Ubicado en la Galería 21 Nivel - Fila 2da – Nicho 31.- Periodista.
Nació en Buenos Aires, el 13 de febrero de 1857. Era hijo del coronel Baldomero Lugones, guerrero del Paraguay, y de Adela Dorrego, sobrina de Manuel.
Apenas iniciados sus estudios de medicina, se vio obligado a interrumpirlos para desempeñar funciones de escribiente de Policía, en 1874.
Llevó a la prensa diaria sus primeras experiencias de empleado policial novelando las crónicas de los grandes crímenes. Inició la serie con los Bocetos Policiales, aparecidos en el folletín de “La Nación”, del 18 de marzo de 1879, bajo el título “Los beduinos urbanos”. Los Bocetos Policiales se integran con el segundo artículo, que se publica como “Los caballeros de la industria”.
Aparte de su colaboración anónima en el diario, se ocupaba de la crónica policial, y aún esparcía trabajos en “La Patria Argentina”, “La Revista Literaria”, “La Ilustración Argentina”, entre otros.
Fue miembro del “Círculo Científico y Literario”, fundado en 1873.
Enfermo de un mal incurable decidió ir a Europa en busca de curación, falleciendo en París , el 27 de octubre de 1884. Sus restos fueron repatriados a la Recoleta el 1 de marzo de 1885.
Hay un monumento que lo recuerda junto con Adolfo Mitre y Alberto Navarro Viola llamado Cenotafio de los Tres Amigos, que se encuentra ubicado en la intersección de las Secciones 1 y 2.
Cenotafio
Un cenotafio es una tumba vacía o monumento funerario erigido en honor de una persona o grupo de personas para los que se desea guardar un recuerdo especial. Se trata de una edificación simbólica.
La costumbre de los mandatarios al visitar un país de dirigirse a depositar un ramo de flores a un cenotafio, como puede ser la Tumba del soldado desconocido, es una costumbre moderna nacida de las guerras mundiales que asolaron a Europa en el siglo xx.
Origen
La palabra cenotafio deriva del griego kenos cuyo significado es ‘vacío’ y taphos que significa ‘tumba’. En griego cenotaphion, en latín monumentum, el cenotafio era una tumba o sepulcro sin cuerpo, voto o promesa que se erigía en honor de algún ilustre difunto cuyo cadáver estaba distante o no se había podido encontrar después de una batalla, naufragio, etc. La erección de los cenotafios tenía también por objeto evitar que las sombras de aquellos que no habían recibido sepultura anduviesen errantes un siglo, según la creencia de los paganos, antes de ser admitidos en los campos Elíseos. Por la misma idea, en la dedicación del cenotafio acostumbraban evocar o llamar por tres veces los manes o el alma del difunto, para que tomase posesión de aquel monumento fúnebre.
El lugar donde se elevaba un cenotafio no era sagrado, como aquel en que se construía un sepulcro. El cenotafio que erigió Andrómaca a Héctor su
marido, Virgilio lo llama un simulacro de sepulcro, tumulum inane.
https://es.wikipedia.org/wiki/Cenotafio