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viernes, 19 de enero de 2024

MIGUEL DE AZCUÉNAGA. Los muchos exilios en nuestra historia nacional

MIGUEL DE AZCUÉNAGA. Los muchos exilios en nuestra historia nacional

Fotos personales tomadas el 22 de febrero de 2020.
Es importante que al volver nuestra mirada sobre la vida y acciones de personalidades de nuestra historia podamos aprender algunas lecciones. En este caso una vez más un ciudadano que por expresar sus ideas y adhesiones políticas tiene que vivir el exilio. En esta arquitectura que llamo personalmente ejemplo de la austeridad republicana, vemos en la parte superior dos PEBETEROS CON LLAMAS VOTIVAS para simbolizar un recuerdo permanente y en el FRONTÓN un tanto demasiando simple sospecho que en el nicho del medio alguna vez hubo la imagén de algún símbolo. Aún se puede leer en la cartela. "FAMILIA DEL BRIGADIER GENERAL MIGUEL DE AZCUÉNADA".
RECURSO.

Azcuénaga y Basavilbaso, Miguel de. Buenos Aires (Argentina), 4.VI.1754 – 19.XII.1833. Prócer de la independencia argentina y gobernador de Buenos Aires.

Perteneciente a una familia de la aristocracia bonaerense; su padre, Vicente de Azcuénaga, de procedencia vizcaína, había sido alcalde de Buenos Aires y se había asociado con uno de los comerciantes más importantes de la ciudad, Domingo Basavilbaso, que con el tiempo fue su suegro, pues su madre fue Rosa Basavilbaso. Tuvo dos hermanas, Flora, que contrajo matrimonio con Gaspar de Santa Coloma, y Ana, que se casó con Antonio de Olaguer Feliú, virrey del Río de la Plata.

 

A los diez años marchó a España para estudiar en el colegio de Archidona y posteriormente en la Universidad de Sevilla. Al regresar a Argentina, en 1773, comenzó su carrera militar como subteniente de la compañía provincial de milicias de artillería. Luchó contra los portugueses de la Banda Oriental. Un año después de la creación del virreinato, en 1777, fue nombrado regidor del cabildo de Buenos Aires y posteriormente alférez real. Dos años después contrajo matrimonio con su prima hermana, Justa Rufina de Basavilbaso y Garfias, con quien tuvo cuatro hijos.

 

En 1789 fue elegido alcalde de segundo voto y en los años 1790, 1793 y 1794 procurador general. Fue en este año cuando puso en evidencia a su cuñado Olaguer Feliú: repudió públicamente a los españoles europeos cuando una Real Orden de 22 de agosto declaró a los comerciantes exentos de ser alistados en los batallones y cuerpos de milicias.

Entre 1796 y 1800, fue el jefe de las milicias y de la guarnición de Buenos Aires. Alcanzó el grado de coronel en 1802 y fue designado comandante del Batallón de Voluntarios de Infantería de Buenos Aires.

 

Combatió contra los ingleses en las invasiones de 1806 y 1807 y fue uno de los precursores de la Revolución de Mayo. El 25 de mayo de 1810 fue elegido vocal de la Primera Junta de Gobierno, de la que fue separado por los partidarios de Saavedra por simpatizar con las ideas de Mariano Moreno.

 

Tuvo que exiliarse en Mendoza y en San Juan, pero regresó tras la revolución de octubre de 1812 y fue designado gobernador intendente de la provincia de Buenos Aires del gobierno del primer triunvirato.

 

En 1816 firmó el Acta de Independencia, al año siguiente se le encomendó la presidencia de la Comisión de Guerra, en 1818 fue nombrado jefe de Estado Mayor y en 1819 participó en el congreso general que redactó el texto constitucional que organizaba el país de forma unitaria y que no llegó a aplicarse.

 

En 1828, junto con el almirante Guillermo Brown y el general Guido, formó parte de la comisión designada para ratificar la paz con el imperio del Brasil. Al año siguiente fue expulsado de la capital por orden del general Juan Lavalle.

 

Murió desempeñando el cargo de legislador provincial, en la Quinta de los Olivos, cuyo proyecto había encargado al prestigioso arquitecto Prilidiano Pueyrredón. Heredó la quinta Carlos Villate Olaguer, último descendiente de los Azcuénaga, soltero y sin descendencia, quien la donó con la finalidad de que se convirtiera en la residencia de los mandatarios argentinos. Se conservan dos retratos suyos, uno de ellos, una miniatura al óleo de García de Molino, en el Museo Histórico Brigadier General Cornelio de Saavedra; el otro, en el Museo Histórico Nacional de Buenos Aires. Una estatua en bronce obra de Luis Enrique Cordier recuerda a nuestro personaje en la plaza de la Primera Junta de Buenos Aires.

 

Bibliografía Recuerdos de la vida pública y privada del brigadier general Don Miguel de Azcuénaga en el día de sus funerales, Buenos Aires, Imprenta del Estado, 1834; J. A. Scotto, Notas biográficas publicadas en la sección “Efemérides americanas” de La Nación en los años 1707-1709, Buenos Aires, Rosso, 1710; V. D. Sierra, Historia de la Argentina, Buenos Aires, Unión de Editores Latinos, 1956; G. Bleiberg (dir.), Diccionario de Historia de España, Madrid, Alianza Editorial, 1981; J. A. Luqui Lagleyze, “Capítulo 18: Algunas Quintas”, en El Partido de Vicente López en el pago del Monte Grande, Buenos Aires, Fundación Banco de Boston, 1989; F. Luna, Historia integral de la Argentina, Buenos Aires, Planeta de Agostini, 2000, 25 vols.; C. Gispert, Historia de la Argentina: aborígenes de la Argentina, descubrimiento y exploración, cultura colonial, invasiones inglesas, guerras de revolución, el Congreso de Tucumán, la independencia, la época de Rosas, Mitre, Sarmiento y Roca, la Argentina contemporánea, Barcelona, Océano, 2005; N. Siegrist, “La hidalguía en Buenos Aires en el siglo XVIII. Conceptos sobre su alcance en los actos positivos”, en Procesos históricos, Revista semestral de Historia, Arte y Ciencias Sociales, 9 (enero de 2006), Mérida, Venezuela; M. A. Nicoletti, “El cabildo de Buenos Aires: las bases de la confrontación de una mentalidad”, en http://www.ucm.es/BUCM/revistas/ ghi/02116111/articulos/QUCE8787220097A.PDF.

https://dbe.rah.es/biografias/10633/miguel-de-azcuenaga-y-basavilbaso






domingo, 3 de septiembre de 2023

DIEGO STEWARD. Una página aún no escrita de la historia de la Recoleta.

DIEGO STEWARD. Una página aún no escrita de la historia de la Recoleta.

Fotos personales tomadas el 30 de junio de 2023
La cantidad de lápidas y tumbas con epitafios en inglés o nombres y apellidos en ese idioma es muy nuemrosa en la Recoleta como para merecer un estudio sistemático y profundo. Si bien muchos de esos nombres son de irlandeses, la presencia de inglesias o escoceses es significativo. En el caso de este titular de este monumento funerario es muy escasa pero es cierto que su profesión era de ser comerciante y según la documentación disponible ha estado en relación con otro comerciante llamado Edward Lumb.
RECURSO.
INGLESES Y ESCOCESES EN BUENOS AIRES. MOVIMIENTOS POBLACIONALES, INTEGRACIÓN Y PRÁCTICAS ASOCIATIVAS (1800-1880)
Desde la independencia en adelante, los diferentes gobiernos consideraron la inmigración como un instrumento esencial para crear una nueva sociedad que impulsara una modernización económica, política y social en el naciente país. A través de políticas más o menos eficaces, los grupos gobernantes intentaron fomentar el ingreso de europeos trabajadores al suelo argentino. Intelectuales y políticos como Rivadavia, Sarmiento y Alberdi resaltaron la importancia del ingreso de extranjeros provenientes de civilizaciones más maduras y complejas.1 Los ingleses y escoceses respondían a este modelo idealizado del inmigrante que traería consigo los instrumentos necesarios para empujar el proceso modernizador en el naciente país. Sin embargo, llama la atención el silencio y escasa atención que estos extranjeros despertaron en la historiografía inmigratoria. Mucho se ha investigado sobre los españoles e italianos en el territorio argentino pero muy poco conocemos sobre este grupo, a pesar de la gran preocupación y deseo que su arribo despertó en los políticos e intelectuales locales.
file:///C:/Users/MyPc/Downloads/Ingleses_y_escoceses_en_Buenos_Aires_Mov%20(1).pdf 





miércoles, 7 de junio de 2023

FRANCISCO TRELLES. Comerciante y marino con actuación en las Invasiones Inglesas.

FRANCISCO TRELLES. Comerciante y marino con amplia actuación en las dos Invasiones Inglesas.

Fotos personales tomadas el 15 de mayo de 2023
Al comenzar la investigación de las vidas que subyacen detras de los nombres, he descubierto que tanto Francisco Trelles como su hijo Manuerl Ricardo Trelles, han tenido una acción destacada en el plano militar y comercial el padre y en el académico como historiador el hijo. Nada justifica el deterioro y el olvido que sufre este monumento funerario. Considero que las autoridades del Cementerio tienen que reparar este olvido de forma urgente.
RECURSO.
Francisco Trelles fue un comerciante y marino que tuvo un papel destacado en la reconquista y defensa de Buenos Aires durante las Invasiones Inglesas al Río de la Plata.
Biografía
Francisco Fernández Trelles nació en TrellesPrincipado de Asturias, en 1778. Joven aún pasó al Río de la Plata con su tío Manuel Fernández Trelles, capitán mercante con larga actividad en la carrera entre España y América. Habiendo hecho escala en la ciudad de Buenos Aires, capital del Virreinato del Río de la Plata, enfermó gravemente y su tío debió partir, dejándolo al cuidado de una respetable familia porteña.
Tiempo después, Francisco Trelles, apellido que adoptó suprimiendo el de Fernández, se dedicó al comercio marítimo y para los años del siglo xix era capitán de la balandra Nuestra Señora de la Concepción, con la que comerciaba con Río de Janeiro caña, arroz, café, cera, pabilo, añil, dulces, mandioca, etc.
Al ser ocupada la ciudad de Buenos Aires por la primera expedición británica en 1806, el capitán de marina mercante Francisco Trelles pasó a Montevideo pero cruzó nuevamente y se sumó a las fuerzas que reunía en la campaña Juan Martín de Pueyrredón haciéndose cargo de la escasa artillería de la resistencia, dos pedreros de a 2 traídos de los fortines de la frontera.
En la mañana del 1 de agosto, casi simultáneamente con los británicos, arribaron al campamento desde Buenos Aires cuatro viejas carronadas, ​ al mando de Miguel Esquiaga y Pedro Miguel Anzóategui, que fueron rápidamente montadas en cureñas de mar utilizando osamentas como cuñas.
Pueyrredón ordenó a Trelles concentrar sus unidades en batería en el centro de su dispositivo, delante de una línea de tunales que limitaba el casco de la chacra, protegido por un pequeño grupo de infantes mal armados al mando del cabo Manuel Palomino, unos 24 hombres en total.
A las 7 de la mañana se inició el Combate de Perdriel"los de Perdriel enarbolaron la divisa blanca y encarnada de los conjurados de Buenos Aires y a los gritos de ¡Santiago! ¡Cierra España! ¡Mueran los herejes! rompieron el fuego de artillería".
La infantería británica avanzó cubierta por los disparos de artillería, que provocaron la huida de muchos milicianos incluyendo los que defendían la artillería. Solo quedó defendiendo su cañón el cabo Miguel Shennón de origen alemán y fe católica, quien había desertado de los británicos.
Con Pueyrredón, Francisco Mariano de OrmaJosé BernaldesCornelio Zelaya y Miguel Mejía Mármol se trasladaron a Colonia del Sacramento en uno de los botes del pescador Rolón para informar a Santiago de Liniers sobre los sucesos de Perdriel.
De regreso en la campaña bonaerense, días después participó de la reconquista de su ciudad adoptiva. Por sus acciones, el 22 de diciembre de 1806 el Cabildo de Buenos Aires le otorgó un escudo de oro que debía llevar en su brazo izquierdo. Trelles actuó también heroicamente en la defensa de Buenos Aires contra la segunda invasión inglesa al Río de la Plata en 1807.
Finalizada la lucha, Francisco Trelles solicitó ser nombrado comandante de resguardo en Lima, como recompensa de sus servicios en la Reconquista, pero permaneció en Buenos Aires. Al retirarse los ingleses de la Banda Oriental según los términos de la capitulación, Trelles trasladó a Buenos Aires en la balandra Copiango la imprenta utilizada por los británicos para la impresión del periódico Southern Star (Estrella del Sur) la que pasó a operar en la Real Imprenta de los Niños Expósitos.
Adhirió a la Revolución de Mayo de 1810. En enero de 1812 arrendó a la Junta Grande por 480 reales mensuales una balandra de su propiedad para tareas auxiliares de la escuadra patriota que intentaba poner en operaciones el diputado Francisco Gurruchaga.
En 1815 casó con la porteña María Andrea Laprida con quien tuvo al menos dos hijos, los eruditos Rafael Trelles (1815-1880) y Manuel Ricardo Trelles (1821-1893), padre a su vez del ingeniero Francisco Trelles.
Al iniciarse la Guerra del Brasil Trelles actuó como armador de corsarios (por ejemplo el Congreso), fiador (La Constante) o poniendo al servicio del estado contrata mediante buques para tareas logísticas (bergantín María de Gracia, etc.). Murió en 1858.