martes, 31 de agosto de 2021

SOCIEDADE PORTUGUEZA DE SOCORROS. Saudade.

 SOCIEDADE PORTUGUEZA DE SOCORROS. SAUDADE. Placas conmemorativas.

Foto personal tomada el 19 de junio de 2021.
Es interesante la mentalidad y los sentimientos que revelan estas placas conmemorativas para estos inmigrantes lejos de sus lugares de origen. Una de las placas revela el reconocimiento hacia esta organización porque dice: "A Sociedade Portugueza de Socorro. Testemunho de Saudade aos que reposan aquí. 1889". Me parece importante resaltar la palabra "saudade". Lo otra placa es un reconocimiento a una mujer benefactora de esta sociedad: "IN MEMORIAM du Sociedade Portugueza de Soccorros a sua grande benemerita Dona VICTORIA ROSA LEITE. Testemunho de gratidan. Buenos Aires. 18 de Maio de 1924. Restos que descansan aquí a perpetuidade". Me interesa resaltar el importante testimonio del lugar que la inmigración tiene en este cementerio porque nos revela un rostro que frecuentemente olvidamos.


SOCIEDADE PORTUGUESA DE SOCORROS. Morir lejos del país de nacimiento

SOCIEDADE PORTUGUESA DE SOCORROS. Los inmigrantes portugueses tienen donde caer muertos.

Fotos personales tomadas el 19 de junio de 2021.
Me interesa mucho este testimonio de la presencia de la inmigración como lo testimonia este importante edificio y las placas que lo acompañan. Esta sociedad fue formada por las familias de los inmigrantes portugueses en el año de 1895. En el interior de esta mausoleo existe una estatua de San Antonio de Padua que para los portugueses sigue siendo san Antonio de Lisboa ya que el santo nació en esa ciudad. .
RECURSO.
Los panteones de asociaciones migrantes muestran un aspecto particular de las formas de conmemorar la muerte de los migrantes en la Argentina, en el marco de un Estado que se consolida adoptando elementos modernizadores en los urbanístico y sanitario. En los nuevos cementerios se reflejan las instituciones y personajes que comienzan ser importantes y las bóvedas de familias ilustres. De manera que los panteones se constituyen como la matriz arquitectónica legítima para representarse en el espacio funerario y gran parte de los migrantes lucha desde el marco asociativo para conseguir un espacio en las necrópolis que se construyen, al mismo tiempo que crece la nación.
Los panteones se constituyen como un lugar donde actualizar la identidad y realizar sus ritos. Las celebraciones funerarias se sumaban a las que tenían de su patria y las nuevas cronologías que surgían del desarrollo de su vida en el nuevo espacio, a partir de fundaciones o eventos importantes. Por esa razón, la adquisición de un sitio, en donde ubicar sus propias marcas identitarias, es un sinónimo de poder que, además, porta un mensaje destinado a otros (locales, connacionales y de otras corrientes), dejando un legado que une el pasado y el futuro.
El panteón trasmite indicios de una época en donde el migrante debía “ser” y “parecer” bajo la mirada de un Estado que los necesitaba para el sostenimiento de un modelo económico, pero que al mismo tiempo aspiraba a homogenizar y regular sus márgenes de acción. Las asociaciones contribuían a que su vulnerabilidad, siendo la gran mayoría de clase trabajadora y popular, fuera atenuada. Al mismo tiempo, le proveía información y recursos que socorría a sus asociados frente a la incertidumbre que presentaba un escenario que no había contribuido a insertar convenientemente a la migración en la economía agraria y las condiciones urbanas “no eran ni medianamente adecuadas para alojar una masa importante y creciente de recién llegados”. La adopción de diferentes grupos de pertenencia –trabajo, parroquia, masonería y asociación-, contribuían a cubrir los espacios de socialización robusteciendo lazos, que los sostenían.
De manera que estos edificios funerarios cumplen funciones polivalentes: re etnitizan a sus miembros, marcan fronteras sociales, pero al mismo tiempo se encuentran integrados en la contra-ciudad heterotópica, junto a otras instituciones de la sociedad en donde están insertos. De alguna forma, el impacto de la gran mayoría al abandonar la aldea, su campanario y el camposanto cercano, dejó atrás junto con el viaje, su esquema cultural ingresando a otro con criterios de modernidad que fueron conociendo, hibridándose, a través de las asociaciones que pudieron leer que era la forma adecuada de conmemorar a sus muertos en este nuevo espacio.
La importancia de la muerte para los migrantes de fines del siglo XIX y principios del XX constituyó una preocupación espiritual, ya que la tutela de la asociación no culminaba con la muerte del socio, cuidando también su paso a otro mundo, aunque sea ayudando con los gastos y la asistencia. En ese sentido la cruz es el símbolo con mayor presencia en todos los panteones estudiados, coronando los frentes. Sin embargo los símbolos no son excluyentes: en un mismo panteón pueden convivir gran parte de los identificados. Las placas asociativas también son importantes, marcando identidad y recordando a los líderes comunitarios y a veces a toda la comisión directiva de un período o enumerando los presidentes…
Celeste Castiglione castiglioneceleste@yahoo.com.ar Universidad Nacional de José C. Paz, Argentina. “MORIR LEJOS DE CASA. MARCAS IDENTITARIAS DE LA MIGRACIÓN MASIVA EN ARGENTINA” Andes, vol. 30, núm. 1, 2019 Instituto de Investigaciones en Ciencias Sociales y Humanidades





LEGUIZAMÓN. El pobre del barrio

LEGUIZAMÓN. El pobre del barrio.

Foto personal tomada el 19 de junio de 2021.
Es tal la sobriedad y simplicidad de esta arquitectura que hay muy poco para comentar. Simplemente la comparto para que sea testimonio que no todo es fastuoso. Como se puede constatar estos nichos están construidos con lo que sospecho es la medida mínima de los lotes en este cementerio. Seguramente perteneció a una familia de clase media en ascenso. No tengo mayores datos sobre su propietario. En la próxima visita tendré que prestarle más atención a la placa en la pared lateral.


lunes, 30 de agosto de 2021

JUAN GARCÍA FERNÁNDEZ. Acróteras, metopas y triglifos

JUAN GARCIA FERNÁNDEZ. Acróteras, metopas y triglifos.

Fotos personales tomadas el 19 de junio de 2021.
Para poder describir con propiedad he necesitado aprender el lenguaje arquitectónico básico. Esta es una obra con una gran riqueza simbólica que bien vale la pena detenernos para analizarla. Sobre ambas puertas podemos contemplar una clepsidra alada que nos susurra a nuestros oídos la importancia de utilizar muy bien ese tiempo de nuestra existencia que pasa volando. En la parte superior tenemos un vitral con figuras muy abstractas lo que me parece una rareza en relación a la época de esta construcción en un estilo historicista. En los ángulos de ella vemos la conocidas ACRÓTERAS, esos mascarones que adornan la terminación de varios espacios. Prestar especial atención a su friso adornado en las METOPAS, es decir esos cuadrados con imágenes que va a lo largo del edificio con figuras de ángeles o querubines y flores. Esos cuadrados llamados METOPAS están diferenciados por uno separadores que se llaman TRIGLIFOS que muchas veces tienen tres surcos de adorno.
RECURSO.
Una metopa es una pieza rectangular de piedra, mármol o terracota que ocupa parte del friso de un entablamento dórico, situada entre dos triglifos.
Cada metopa estaba ocupada por un bajorrelieve. Sus temas eran variados y se caracterizaron por el hecho de relatar sucesos históricos o mitológicos. Su función era, sobre todo, decorativa.
Por lo tanto denominamos TRIGLIFO al adorno del friso dórico con forma de rectángulo saliente surcado por tres canales y que separa dos metopas.







FAMILIA MOSS. Eclecticismo: entre el neoclásico y el neoegipcio

 FAMILIA MOSS. Eclecticismo: entre neoclásico y neoegipcio.

Fotos personales tomadas el 19 de junio de 2021.
Este es un claro ejemplo de mezcla de estilos. La inclinación tanto del frente como de la puerta son elementos tomados del neoegipcio pero el frontón es netamente neoclásico. Las placas conmemorativas estan dedicadas una a JOSÉ MOSS y la otra a JOSÉ S.P. GRASSO. Es necesario destacar que la presencia de elementos neoegipcio no necesariamente indica una filiación masónica ya que este era un estilo de moda luego del descubrimiento de la tumba intacta del faraón Tutankhamon.
RECURSO.
El historicismo, también denominado romanticismo, desarrollado principalmente en el siglo XIX y principios del XX, concentraba todos sus esfuerzos en recuperar la arquitectura de tiempos pasados. Se trataba de imitar estilos arquitectónicos de otras épocas incorporándoles algunas características culturales de ese siglo, mientras que la arquitectura ecléctica se dedicaba a mezclar estilos para dar forma a algo nuevo.
Se pueden destacar diversas corrientes como las neobizantinas, neomudéjar y neobarrocas, aunque la que más auge tuvo fue la neogótica, practicada en las islas Británicas, la cual se basaba, como bien indica su nombre, en un nuevo gótico resucitado…
En las artes iberoamericanas de finales del XIX, debido a ese nacionalismo que sacó a escena el Romanticismo, se observa el afán por encontrar la "identidad nacional". En cuanto a la arquitectura esto tuvo su reflejo gracias al historicismo. La arquitectura historicista en Iberoamérica intentó imitar la arquitectura prehispánica y reinterpretarla siguiendo los cánones contemporáneos de la era o época.
Neoegipcio es un estilo artístico historicista, especialmente arquitectónico, que utiliza los elementos, motivos e imaginería del arte egipcio antiguo, habitualmente de forma desvirtuada y mezclada con otros (eclecticismo). Aunque se habían realizado algunas referencias aisladas a los monumentos egipcios desde el Renacimiento, el neoegipcio no comenzó a desarrollarse con criterios similares al neoclasicismo greco-romano, el neogótico u otros revivals hasta la campaña napoleónica de Egipto (1798–1801) y la publicación de sus resultados científicos Description de l'Égypte (1809-1826). De gran impacto fue la ambientación egipcia de la ópera Aida de Verdi (1871); aunque desde el XVIII se venía recurriendo a localizaciones en el Antiguo Egipto, con o sin referencias bíblicas (Las fiestas de Himeneo y el Amor, de Rameau, Thamos y La flauta mágica, ambas de Mozart, Mosè in Egitto, de Rossini) El descubrimiento por Howard Carter de la tumba de Tutankhamon en 1922 supuso una revitalización del neoegipcio que casó muy bien con las características del estilo art déco y se extendió por todo el siglo XX, especialmente en artes decorativas (artes decorativas neoegipcias). En el ámbito de la cultura popular se ha producido una verdadera "egiptomanía", con múltiples facetas.





domingo, 29 de agosto de 2021

ENZO ALFA ASSI. El minimalismo funerario a

ENZO ALFA AZZI. El minimalismo funerario.

Fotos personales tomadas el 19 de junio de 2021.
Si bien no me siente totalmente cómodo con este estilo aquí en la Recoleto, intento una y otra vez encontrar la simbología de este lenguaje arquitectónico y el mensaje que tiene para cada uno de nosotros hoy. Entiendo la idea de la SIMPLIFICACIÓN aplicado al tema funerario donde desaparece todo signo de sentimiento y reina el pudor. Estamos frente, a mi entender, a una total y despojada ABSTRACCIÓN del dolor o aún la serenidad. La muerte desaparecxe en este lenguaje. En este ejemplo, de quien ignoro totalmente datos del que encomendó la obra pero por la placa veo que es muy contemporáneo, no encontramos el más mínimo elemento que nos permita proponer un significado. Solo una muy elemental cruz concentra nuestra mirada.
Es muy posible que los muchos arquitectos y amantes de la arquitectura que son parte de este grupo puedan ampliar nuestra pobre comprensión del MINIMALISMO FUNERARIO.
RECURSO.

Características del minimalismo

El minimalismo se define como la tendencia hacia la simplificación, abstracción y sobriedad en las composiciones. Gracias a la ausencia total de adornos innecesarios, se consigue un purismo en cuanto a forma y estructura.
El minimalismo, ha ido adaptando su lenguaje y filosofía a distintas disciplinas artísticas, al compartir unas características comunes únicas en una corriente transversal y multidisciplinar.
Principales características del minimalismo
Podemos encontrar algunas características básicas que definen a este estilo como una corriente única presente en todas las artes. Estas son las principales características del estilo minimalista:
Abstracción total: Aislación conceptual de la forma, estructura y color de los diferentes elementos que componen la obra.
Economía de lenguaje y medios: Simplificación a la hora de transmitir la información, esto es, utilizar un lenguaje sencillo y fácil de entender. Oraciones breves y cortas.
Producción y estandarización industrial: El minimalismo busca la máxima eficiencia en el proceso industrial, homogeneizando el producto en unos estándares básicos y funcionales.
Uso literal de los materiales: Utilización de los materiales preferiblemente en estado natural o habiendo sido mínimamente manipulados.
Austeridad con ausencia de ornamentos: Sencillez y moderación, reducción de elementos a lo estrictamente funcional.
Purismo estructural y funcional: Usa una estructura simple donde predominan las las líneas rectas y depuradas, las superficies lisas y la funcionalidad como elemento principal.
Orden: Asignación a cada elemento su espacio y su lugar. Para ello, se establece un método y una estructura.
Geometría Elemental Rectilínea: Uso de formas básicas y simples como base de trabajo como cuadrados, triángulos o círculos, de manera recta y bien definida.
Precisión en los acabados: Creación de contrastes que purifican las líneas, haciendo los acabados más claros y puros.
Reducción y Síntesis: Se despoja de la información innecesaria, reuniendo los diferentes elementos, reordenándolos y relacionándolos de manera simple y ordenada.
Máxima sencillez: Carencia de adornos y ostentación, reduciendo los elementos a su simple expresión.
Concentración: Agrupación de elementos dispersos reordenándolos teniendo en cuenta aspectos comunes que lleven al orden y simplificación de los elementos.
Desmaterialización: Proceso por el cual, se busca el uso de la menor variedad y cantidad de materiales posible con el fin que el resultado práctico sea el mismo.
Superficies enfáticas monocromáticas: Uso de colores básicos de un solo matiz o tono, haciendo una visualización simple y clara, predominando el uso de blanco como color base. Esto se enfatiza con claros contrastes que redefinen las formas.




ÁNGEL Y NICOLÁS VANASCO. Nichos y cruz inclinada

 Dn. ÁNGEL y Dn. NICOLÁS VANASCO. Nichos y cruz inclinada

Foto personal tomadas el 19 de junio de 2021.
Este es un testimonio de la diversidad de clases sociales cuyos rastros podemos constatar en estas construcciones. No todos son grandes y fastuosos mausoleos. Esta solución para abaratar costos es frecuente de encontrar en este espacio. El objetivo de compartir esta imagen es justamente tratar de desmontar ciertas afirmaciones ya que muchas de estas bóvedas pertenecen a una clase media ascendente que tiene economicamente muy poco que ver con algún tipo de oligarquía. Aparece claramente el nombre de Dn. ÁNGEL y Dn. NICOLAS VANASCO. En el resto de los nichos El el nombre que logro distinguir y que se ha salvado el anonimato junto con el de ÁNGEL LÓPEZ, es el de NICOLÁS VANASCO de quien se confirma que "aquí descansan tranquilos los restos" de esta persona y se expresa el deseo de que descanse en paz. De nuevo vemos un ejemplar de cruz con uno de sus brazos inclinados y en ese estilo que trata de imitar a la naturaleza por medio del cemento. Debajo de la cruz podemos ver la fecha de 1885 que nos permite ubicarnos en el tiempo.

sábado, 28 de agosto de 2021

JOSÉ MANUEL DE ESTRADA. La Ley 1420 y el pensamiento católico

JOSÉ MANUEL DE ESTRADA. La ley 1420 y el pensamiento católico.

Fotos personales tomadas el 8 de abril de 2018
RECURSO.
José Manuel Estrada
José Manuel Estrada fue un profesor, escritor, político, intelectual y eminente orador argentino, representante del pensamiento católico. Escribió numerosas obras sobre educación, historia y política siendo diputado nacional por la Unión Católica y rector del Colegio Nacional de Buenos Aires. Fue un firme oposición al laicismo y al liberalismo propios de la generación del 80, que gobernó el país entre la segunda mitad del siglo XIX y las primeras décadas del siglo XX. En conmemoración de su fallecimiento, se festeja en la Argentina el día del profesor.
Primeros años José Manuel Estrada nació el 13 de julio de 1842 y fue bautizado con el nombre de su padre. Al morir su madre Rosario Perichón en 1851, quedando junto a sus hermanos a cargo de su abuela, Carmen de Liniers, hija del conde de Buenos Aires.
Su primer maestro fue Manuel Pintos, y su educación formal la desarrolló en el Colegio de San Francisco, donde aprendió filosofía, teología, religión y humanidades. A través de esta enseñanza, Estrada se formó como un férreo católico, al punto que sería la defensa de este dogma la que lo llevaría a destacar como político.
Primeros trabajos En 1858, cuando finalizó con sus estudios primarios, recibió un premio en el concurso de historia del Liceo Literario, por su obra relativa al descubrimiento de América. Este estímulo fue suficiente para que orientara su formación autodidacta a los asuntos históricos, que a la postre lo convertiría en uno de los más destacados historiadores argentinos. Por esa época, además, Estrada comienza su actividad como periodista, como redactor de La Guirnalda, Las Novedades y La Paz.
En 1859 publicó Signum Foederis - efectos sociales y religiosos de la armonía, obra en la que Estrada, con 17 años,urgía al Estado de Buenos Aires a unirse a la Confederación Argentina para restablecer la armonía nacional.
En 1861 creó la Sociedad San Francisco Javier, para unir a los artesanos de Buenos Aires,y para difundir entre ellos la cultura católica. Esto fue un antecedente de los Círculos Católicos de Obreros, y un signo de la preocupación social de Estrada, en línea con lo que posteriormente se conocería como Doctrina social de la Iglesia.
En 1862 publicó su opúsculo Cristianismo y Democracia rebatiendo la tesis de Francisco Bilbao de que el cristianismo y la democracia son incompatibles, y que el cristianismo era la causa de los males de América. Dijo Estrada: «somos republicanos y amamos la libertad, porque somos cristianos y amamos la dignidad del hombre». En 1862 también publicó El génesis de nuestra raza, una obra polémica,para refutar a Gustavo Minelli, profesor de historia en la Universidad de Buenos Aires. En esta obra, Estrada aseveró que la raza humana es una sola.
En 1864, con 22 años de edad, fundó junto a Lucio V. Mansilla el Círculo Literario,a cuya primera reunión concurrieron entre otros, Valentín Alsina, Dardo Rocha, Luis Sáenz Peña, Miguel Navarro Viola, Carlos Guido y Spano y Estanislao del Campo. Durante esa primera reunión Alsina ofició de presidente del círculo, con Mansilla y Estrada como secretarios; después fueron elegidos Juan María Gutiérrez como presidente, y Juana Manso, Marcos Sastre, Luis Lorenzo Domínguez, Dardo Rocha y Juan Carlos Gómez como vocales. El círculo se concentró en el estudio de la Historia argentina, temática propuesta por el presidente de la Nación, Bartolomé Mitre. Otras personalidades de relevancia nacional que participaron de las reuniones del círculo fueron Amadeo Jacques, Pastor Obligado, Miguel Puiggari, Carlos Burmeister y Manuel Trelles. Ese año Estrada también publicó Ensayo histórico sobre la revolución de los comuneros del Paraguay en el siglo XVIII.
Tareas como educador En octubre de 1865 el director de Escuelas de la Provincia de Buenos Aires, Luis José de la Peña, lo convocó para dictar un curso de Historia argentina en la nueva Escuela Normal de Profesores que funcionaba en una habitación de la Escuela de Catedral al Norte Estrada diseñó un curso de 30 lecciones en dos conferencias nocturnas públicas por semana: inmediatamente captó el interés de los vecinos ilustrados ya que en ese momento no era común que se estudiara la Historia del país. En 1868, dado el éxito de sus cursos, publicó el libro Lecciones de Historia argentina, en el que se incluyen 21 de las 30 lecciones, desde la conquista hasta el gobierno de Rosas: más de la mitad de ellas tratan el período anterior a la Revolución de Mayo.
El presidente Domingo Faustino Sarmiento tenía aprecio por Estrada, aun cuando discreparan en algunos aspectos ideológicos: «del joven Estrada he gustado mucho de sus lecturas sobre historia». Por eso, cuando en 1869 el presidente fundó una cátedra de Instrucción Cívica en el Colegio Nacional de Buenos Aires, lo designó titular.
En ese año también Emilio Castro,gobernador de Buenos Aires, lo designó jefe del Departamento de Escuelas, cargo que antes había tenido el renunciante Luis José de la Peña y que Estrada ocuparía hasta 1870.
En esa época los maestros no tenían título ni se los evaluaba: Estrada organizó un ciclo de conferencias y cursos para su desarrollo profesional y propuso remover a quienes fueran menos competentes o tuvieran un injustificado ausentismo. El gobernador puso en práctica estas reformas de manera parcial, por lo que Estrada renunció al año siguiente.
Incursiones políticas Comenzó su actividad política en 1871 cuando fue electo para la convención constituyente de la Provincia de Buenos Aires por la Quinta Sección de Campaña, que comprendía los partidos de Luján, Mercedes y Chivilcoy. La constitución provincial se había escrito en 1854 cuando todavía estaba separada del resto de la Confederación, y debía adecuarse al nuevo contexto. Encargado de redactar y sancionar la Constitución provincial de 1874.
Estrada hizo su aporte en la regulación del derecho de enseñar, favoreciendo una redacción del artículo 33 que permitiese el funcionamiento de universidades con la facultad de otorgar grados académicos y poseer bienes. Además defendió el sistema electivo proporcional, pero no logró que se impusiera el voto secreto.
En ese mismo año también publicó un artículo titulado La Iglesia y el Estado, que recibiría críticas por parte de otros católicos, notablemente Félix Frías y Fray Mamerto Esquiú. Ese fue el período más liberal de Estrada, en el que sostuvo la tesis de Montalambert: «Iglesia libre en el Estado libre».
En 1873, fue elegido diputado por Buenos Aires. En ese año, además, fundó el periódico El Argentino, en el que publicaría varios estudios históricos.
En 1874, Estrada se hizo cargo de la Dirección de Escuelas Normales, y del Decanato de la recién creada Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires. Es de destacar este altísimo honor, teniendo en cuenta que Estrada no tenía título profesional alguno, pese a ser un intelectual de primer orden dentro del panorama del pensamiento argentino de la época.
Dictó, también, clases de Derecho Constitucional y Administrativo en la Facultad de Derecho. Algunos de estos cursos, sobre el sistema federal argentino, el régimen municipal o la libertad de sufragio, fueron magistrales. Las versiones taquigráficas de dichas clases fueron posteriormente compiladas en la obra Curso de Derecho Constitucional.
En 1874 fue nombrado jefe de la Dirección General de Escuelas Normales, y en 1875, aunque no contaba con un título universitario, a pedido del presidente Nicolás Avellaneda tomó la cátedra de Derecho constitucional y administrativo en la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires que había quedado vacante tras la muerte de Florentino González.26 Estrada puso mucho empeño en su labor docente y escribió una serie de artículos sobre la materia, dado que no había manuales y se usaban libros de derecho estadounidense. Se destacan sus artículos Sufragio y Representación de las minorías.
Estrada aceptó el ofrecimiento del presidente Avellaneda de ocupar el cargo de rector del Colegio Nacional de Buenos Aires como sucesor de Alfredo Cosson, y fue designado el 16 de julio de 1876.27 Como rector emprendió una serie de reformas en el currículo: agregó temas de Historia argentina para hacer brotar en los alumnos un sentimiento de sano patriotismo, e incorporó el estudio de las instituciones del federalismo. Además impulsó un aumento en el salario de los profesores, ya que «la vocación del profesor no se confunde con la del mártir, ni con la del penitente».2829 Entre sus muchos discursos —que mostraron su capacidad docente y su oratoria engalanada y apasionada— se conservan aquellos que tuvieron por audiencia a los alumnos del Colegio Nacional, entre ellos, el efectuado con motivo de la muerte del exgobernador Juan Manuel de Rosas, a quien presentó como «dos hombres: el caudillo y el tirano».
En política nacional Entre fines de la década de 1870 e inicios de la de 1880, Estrada cambió radicalmente su relación con el liberalismo: manteniendo las ideas de la libertad individual y la democracia, rechazó de plano el nombre de liberal, ya que consideraba que el liberalismo político estaba intrínsecamente unido al relativismo moral y al laicismo.
En 1880 decidió volver a editar la Revista Argentina, que había desaparecido en 1872. En su primer número, la nota editorial afirmó que la revista «será cristiana», y el lema elegido para la publicación era la frase de San Pablo: instaurare omnia in Christo (Efesios 1:10).
Fue especialmente importante su actuación en el Congreso Pedagógico de 1882 donde sostuvo que la escuela pública común debía ser católica, manteniendo un duro debate con Leandro N. Alem. La masonería proponía una prohibición de las escuelas religiosas, y la estricta laicidad de todas las escuelas del país. En ese momento, en un sistema que no generaba controversias, se exceptuaba de la enseñanza religiosa en las escuelas públicas a los alumnos cuyos padres así lo solicitaran.
El 1 de agosto de ese año se fundó el diario La Unión con la colaboración, entre otras personalidades, de Estrada y de su hermano Santiago. Este diario se publicaría durante ocho años y tenía por objetivo mitigar la ausencia de periódicos de tendencia no liberal.
En 1883 se fundó La Asociación Católica, que presidió Estrada y en cuya dirigencia participaron: Tristán Achával Rodríguez, Miguel Navarro Viola, Emilio Lamarca, Apolinario Casabal, Pedro Goyena, Tomás de Anchorena, y Enrique Lezica, entre otros. La Asociación buscó impactar en el debate público acerca de la laicidad o catolicidad de la enseñanza. Un año más tarde, tras una concurrida Asamblea de Católicos, la Asociación transmutaría en un partido político, Unión Católica, con el que Estrada sería electo diputado nacional.
En julio de ese año el presidente Julio Argentino Roca y su ministro de educación Eduardo Wilde relevaron a Estrada por Amancio Alcorta en el rectorado del Colegio Nacional, antecedente de la escalada de hechos que enfrentaría al gobierno con la Iglesia católica al año siguiente.
A principios de 1884, el gobierno contrató a un grupo de maestras norteamericanas seleccionadas especialmente para que fueran de religión protestante y las destinó a la nueva Escuela Normal de Córdoba. El sacerdote vicario de la diócesis, Gerónimo Clara, instó a los católicos a que no mandaran sus hijos a esa escuela, y el gobierno contestó acusándolo de desestabilizador y subversivo.
Un grupo de católicos, entre ellos tres profesores universitarios, firmó un manifiesto en defensa del religioso y por esta razón los profesores fueron dejados cesantes de sus cátedras. Estrada y otras personalidades intercedieron por esos profesores ante el gobierno nacional, y así también un decreto presidencial expulsó a Estrada de su cátedra de Derecho constitucional y administrativo en la Universidad de Buenos Aires. Además se expulsó al nuncio apostólico, y se intervino las diócesis de Salta, Jujuy y Santiago del Estero. Fue entonces cuando, ante los numerosos alumnos que acudieron a su domicilio para desagraviarlo, Estrada pronunció uno de sus discursos más famosos, en el que aludió a Julio A. Roca y sus colaboradores:
Recibí la misión de enseñaros el Derecho. Gobernantes abortados de los campamentos y de la descomposición de las oligarquías, no son jueces de mi enseñanza; pero la sociedad entera es testigo de lo que ahora os enseño: a ejercerlo sin mirar a los que fraguan despotismos desde arriba, derribando la justicia, y desde abajo, acomodando el cuello para recibir el yugo [...]
En 1886 fue electo diputado por la Unión Católica, junto a Pedro Goyena y desde su banca trató de impedir que el gobierno nacional asignara tierras sobre el canal del Beagle a un súbdito de la corona británica, cosa que fue aprobada y llevó a la fundación de la ciudad de Ushuaia.
En diciembre de ese año la provincia de Tucumán había elegido de gobernador a Juan Posse, que no era partidario del presidente Juárez Celman. Por este motivo se organizó una columna armada que partió de Córdoba y ocupó el cabildo provincial. El congreso nacional, en vez de mandar que se restituyera en el poder a las autoridades legales, ordenó la intervención federal de la provincia, designando interventor al oficialista Salustiano Zavalía. A estos manejos se opuso Estrada, aunque sin resultados positivos como también se opuso y representó la opinión del pensamiento católico, contra la ley de matrimonio civil sancionada en 1888 y adjetivada como una intromisión del estado en un rol social que no le corresponde. Además se opuso a la Ley de enseñanza 1420 porque estableció la escuela laica. Pese a toda su oposición y lucha, no pudo evitar que se promulgaran las leyes de educación laica, el matrimonio civil y el pase del Registro civil a manos del Estado.
Últimos años En 1890, terminado ya su mandato como diputado, fue uno de los oradores en el célebre mitin del 13 de abril en el Frontón Buenos Aires donde se fundó la Unión Cívica de la Juventud, que se transformaría en la Unión Cívica Radical. El día del acto, a la noche, Estrada sufrió un desmayo y vómitos, lo cual preocupó a sus médicos, quienes le recomendaron un tiempo de reposo. Desde entonces su participación en la vida política y periodística fue disminuyendo: la Unión Cívica llevó acabo una revolución en julio de 1890, pero Estrada fue totalmente ajeno a los hechos porque se encontraba en la ciudad de Rosario de la Frontera reponiendo su estado físico.
En octubre de 1893 el presidente electo Luis Sáenz Peña lo llamó para ocupar un lugar en su gabinete, pero Estrada rechazó el ofrecimiento. En cambio, aceptó ser designado ministro plenipotenciario ante el gobierno de Paraguay, donde pensaba encontrar un clima más adecuado para su salud. En ese país era ministro de Relaciones Exteriores un ex alumno suyo: Venancio López, lo cual facilitó su trabajo. La salud de Estrada no mejoró, y murió en la tarde del 17 de septiembre de 1894. Sus restos llegaron a Buenos Aires a bordo de la fragata La Argentina. Por disposición presidencial fue velado en la Catedral Metropolitana con los honores de un general de división; y el canónigo Juan Nepomuceno Terrero, muy amigo de Estrada, pronunció la oración fúnebre. A su funeral asistieron miles de personas, incluyendo el presidente Luis Sáenz Peña. Sus restos descansan en el cementerio de la Recoleta. El sepulcro fue declarado monumento histórico por decreto 12806 del 2 de octubre de 1946, e identificado con el número 419.
En conmemoración de su muerte el día 17 de septiembre en la República Argentina se conmemora el día del Profesor.