ÁNGELA G. MENÉDEZ. Escultura de LUCIO CORREA MORALES.
Foto propia fruto de mi camina del 15 de octubre de 2018.
Tumba de Ángela G. Menédez, presumiblemente una de las fundadoras del Lenguas Vivas en Buenos Aires que reposa su brazo sobre una piedra con la frese del Evangelio: FIAT VOLUNTAS TUAS. Esta es obra del escultor LUCIO CORREA MORALES del año 1902. Es siempre un placer encontrar estas joyas que en general pasan sin pena ni gloria antes los ojos apresurados de los muchos turistas. Creo que esta obra merece mejor suerte y por ello considero casi un apostolado compartirla con ustedes.
RECURSO.
Lucio Correa Morales (1852-1923) fue un escultor argentino, considerado como el pionero de la escultura en su país.
Lucio Correa Morales surgió en la época en que se fundaban la Sociedad Estímulo de Bellas Artes, y en 1893 el Ateneo de Buenos Aires, y fue el primer escultor importante que tuvo Argentina. Era el esposo de Elina González Acha de Correa Morales y el padre de la pintora Lía Correa Morales.
Gracias a una beca otorgada por el presidente Domingo Faustino Sarmiento en 1874 pudo viajar a Florencia, donde estudió en la Real Academia de Bellas Artes hasta que regresó al Argentina en 1882, cuando expuso sus primeras dos obras relevantes: Indio Pampa y El Río de la Plata, elogiadas por la crítica.
En los siguientes 40 años siguió creando con éxito obras notables como Falucho, El gaucho, La cautiva, La ondina del Plata -dos versiones- inspiradas en la vida argentina, y asimismo estatuas de importantes personajes de la historia del país como, Juan Bautista Alberdi, Francisco Laprida y Mitre.
Correa Morales realizó numerosos viajes por el Interior del País Argentino en los cuales se aplicó en la observación y el estudio de criollos y aborígenes, tipos humanos de nuestra tierra que inmortalizó en sus más sensibles creaciones.
Lucio Correa Morales surgió en la época en que se fundaban la Sociedad Estímulo de Bellas Artes, y en 1893 el Ateneo de Buenos Aires, y fue el primer escultor importante que tuvo Argentina. Era el esposo de Elina González Acha de Correa Morales y el padre de la pintora Lía Correa Morales.
Gracias a una beca otorgada por el presidente Domingo Faustino Sarmiento en 1874 pudo viajar a Florencia, donde estudió en la Real Academia de Bellas Artes hasta que regresó al Argentina en 1882, cuando expuso sus primeras dos obras relevantes: Indio Pampa y El Río de la Plata, elogiadas por la crítica.
En los siguientes 40 años siguió creando con éxito obras notables como Falucho, El gaucho, La cautiva, La ondina del Plata -dos versiones- inspiradas en la vida argentina, y asimismo estatuas de importantes personajes de la historia del país como, Juan Bautista Alberdi, Francisco Laprida y Mitre.
Correa Morales realizó numerosos viajes por el Interior del País Argentino en los cuales se aplicó en la observación y el estudio de criollos y aborígenes, tipos humanos de nuestra tierra que inmortalizó en sus más sensibles creaciones.
Ejerció una notable docencia en la Universidad de Buenos Aires, la Escuela Normal de Profesores y la Sociedad Estímulo de Bellas Artes. Su influencia en la escultura argentina fue sumamente trascendente por sus obras y por los brillantes discípulos que formó, como Rogelio Yrurtia, Pedro Zonza Briano y Miguel Ángel de Rosa.
Esta es una de las obras que más me han impactado en este espacio. Me sorprende la actitud de total calma y paz del personaje y que le acompañe la frase tomada del padrenuestro: FIAT VOLUNTAS TUA, es decir, que en medio del cementerio proclamar esa entrega es realmente un compromiso de tomar la existencia con una profunda paz.
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