sábado, 27 de abril de 2019

SUSANA TORRES DE CASTEX. LA PERFECTA COCINERA ARGENTINA

PLACA PARA SUSANA TORRES DE CASTEX. 24 DE JULIO 1937, realizada en los talleres de GATTUZO Y PIANA
Fotos personales tomadas el 12 de diciembre de 2018
En la placa podemos leer: "A la memoria de la Señora Madre de nuestro Presidente SUSANA TORRES DE CASTEX. Virtuosa dama que consagró su vida al bien de los demás. La Delegación del Gobierno Argentino a las Jornadas Médicas Sudamericanas  de Río de Janeiro. 24 de julio de 1937
Para conocer un poco mejor a la Sra. Susana Torres de Castex 

RECURSO.

La asombrosa historia de Susana Torres de Castex, escritora "oculta" del primer libro de cocina argentino. Hija de un terrateniente, se convirtió en un personaje atípico de la alta sociedad porteña. 

Por Natalia Torres

Con exactamente 413 recetas, el libro La Perfecta Cocinera Argentina, publicado por primera vez en 1888, no sólo es el primer libro de cocina argentina. Es también una fotografía exhaustiva de la gastronomía local del siglo XIX y un registro de las ebulliciones de una sociedad donde las ciudades poco a poco dejaban de ser pueblos, las migraciones internas cambiaban el rostro del país y los asomos de influencias extranjeras dejaban marcas cada vez más profundas en lo que se comía y bebía.

A través del trabajo de la asociación de gastronómicos A.C.E.L.G.A y la editorial Tusquets, La Perfecta Cocinera Argentina acaba de ser reeditado con edición del periodista Rodolfo Reich, prólogo de Dolli Yrigoyen y el agregado de un estudio preliminar realizado por la semióloga e investigadora en historia de las culturas alimentarias en la Argentina, Carina Perticone, quien ofrece contexto sobre el valor histórico de las tradiciones culinarias reflejadas en el libro. 

Originalmente firmado por Teófila Benavento, el nombre oculta a la verdadera autora, Susana Torres de Castex

"No se sabe por qué se le ocurrió publicarlo pero sí por qué lo hizo con seudónimo: no estaba bien visto que una mujer de alta sociedad escribiera un libro de cocina. De hecho, ni siquiera estaba bien visto que cocinara", le cuenta Perticone BigBang.

Al momento de la primera edición de La Perfecta Cocinera Argentina, Susana tenía sólo 22 años. Nadie supo en su momento que ella era la autora del libro: su hija recién lo hizo público después de su muerte en 1937. 

Hija del terrateniente Gregorio Torres, íntimo amigo y consejero de Julio A. Roca y armador de facto del Partido Autonomista Nacional, Susana se casó con otro estanciero, Mariano Castex, con quien tuvo cinco hijos. 

Sin embargo, pronto se rebeló como una mujer reacia a amoldarse a los roles que se esperaban para ella. "Era todo un personaje, muy atípica para su medio", ilustra Perticone.

"Para empezar, su marido la dejó luego de que ella decidió irse una temporada a Europa con sus hijos contra su voluntad. Luego se fue a vivir a la casa de su madre Joaquina y allí se volvió una personalidad mediática. Aparecía constantemente en las revistas de la época, especialmente Caras y Caretas, en ocasiones sociales y haciendo beneficencia". 

https://www.bigbangnews.com/actualidad/la-asombrosa-historia-de-susana-torres-de-castex-escritora-oculta-del-primer-libro-de-cocina-argentino-202041911380

Un presidente insultado por teléfono
Publicado el 07.12.15
Susana “Pototo” Torres (17 años) se casó con Mariano Castex (28) y comenzó desde temprano con los deberes conyugales y familiares. Así y todo, se convirtió en la mujer más influyente de su tiempo. Cocinera expertísima, tiradora de puntería envidiable, consumidora de rapé, imbatible en la mesa de billar y gran amiga de presidentes. Tuvo excelente trato con Roca, Mitre, Juárez Celman, Pellegrini, Figueroa Alcorta De la Plaza, Alvear y Justo. La lista prosigue con obispos, artistas, ministros y todo aquel que pretendiera ser alguien en el mundo social de Buenos Aires. Como dato anexo, agregamos que enviudó en 1919.
En su casa de Callao 1730 (barrio de Recoleta) se tomaron decisiones de Estado, como así también en Villa Susana, la propiedad que tenían en Mar del Plata. Pero el grado de familiaridad con las principales figuras de la política argentina nos permite rescatar un par de anécdotas en donde los vemos actuando de manera muy distendida.
En cierta oportunidad que el confesor de Pototo murió, la dama se vio en la necesidad de conseguir un nuevo sacerdote con quien entenderse. Duró poco tiempo, ya que también partió de este mundo. Por supuesto, no hay dos sin tres: el próximo confesor de Susana Torres tampoco tuvo mucho resto de vida. Cuando la noticia de que este buen hombre —el Padre Peligra de la Iglesia del Pilar— había muerto, sonó el teléfono en la casa de Callao.
Era un caballero que pidió, por favor, que le informaran a la señora, de parte del arzobispo, monseñor José María Bottaro, que para preservar el clero, dejara de confesarse por un tiempo, ya que con sus confesiones los estaba matando a todos.
Cuando su nieto Mariano Apellaniz le comunicó a Pototo el mensaje, la señora soltó una carcajada y dijo: “Ese es el bestia de Marcelo”. Y no se equivocaba, era el bromista Marcelo T. de Alvear. Mejor dicho, el presidente de la Nación, Marcelo Torcuato de Alvear.
Los Castex se la devolvieron con una broma clásica de aquel tiempo. Consistía en molestar durante un par de días a un pobre abonado hasta sacarlo de las casillas y luego hacer que un incauto lo llamara, por algún motivo. En Callao, Jorge Castex, hijo de Pototo, le pidió a Alvear que por favor se comunicara con un pintor a cierto teléfono. Alvear llamó, preguntó si estaba el pintor y la respuesta furiosa fue: “¡Sí, el que te pintó el c…, hijo de p…!”. Alvear colgó de inmediato, y sin parar de reírse, dijo: “Si supiera que ha puteado al Presidente…”.



1 comentario:

  1. I should like more information on the massone mausleum and Catalina Massone plaque. Can you contact me: sandraberresford@gmail.com

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