OFELIA GARCIA DE RODRIGUEZ. El Principio y el Fin: EL ALFA Y LA OMEGA.
Fotos personales tomadas el 30 de abril de 2022
En esta imagen la simbología se hace más compleja y trataremos de explicar cada uno de los elementos que allí vemos. Al lado del anagrama, es decir las dos primeras letras del nombre de Cristo, estilizadas pora formar una cruz, aparecen las letras ALFA Y OMEGA con una fuerte simbología bíblica. Al aparecer siempre en el CIRIO PASCUAL que se enciende y se marca en la VIGILIA PASCUAL, adquiere en el contecto de la Recoleta, una fuerte simbolización de la fe en la Resurrección.
RECURSO.
Alfa y Omega
El Alfa y la Omega son la primera y última letras del antiguo alfabeto griego. Como tales representan el principio y el fin y son, por lo tanto, un símbolo y representación de Dios y de Jesucristo dentro de la tradición cristiana.
La referencia al Alfa y la Omega puede encontrarse en distintos puntos de la Biblia. Entre ellos destaca el versículo 8 dentro del primer capítulo del Apocalipsis de San Juan:
“Yo soy el Alfa y la Omega, principio y fin, dice el Señor, el que es y que era y que ha de venir, el Todopoderoso.“
También aparecen referencias similares en el versículo 6 del capítulo 21 y en el versículo 13 del capítulo 22. La mención al Alfa y Omega también puede verse en el versículo 6 del capítulo 44 del libro de Isaías.
El libro del Apocalipsis forma parte del Nuevo Testamento y fue escrito en griego. Es por esto que la referencia a las letras está basada en el antiguo alfabeto griego.
La interpretación cristiana de esta afirmación es que Dios es eterno porque representa tanto el principio como el final. La existencia de Dios y de Jesucristo abarca toda la realidad, así como su poder.
También dentro del sistema de numeración griega la letra alfa representa el número más pequeño y la letra omega representa el número más grande. Esta asociación permite interpretar también que Dios abarca desde lo más pequeño a lo más grande y es un símbolo de su omnipresencia.
El Alfa y Omega en el arte cristiano
El Alfa y la Omega han sido un símbolo cristiano desde los tiempos de los primeros cristianos. Prueba de ello es que ya en las catacumbas romanas pueden encontrarse inscripciones que contienen este símbolo.
Otros restos arqueológicos que han sobrevivido hasta nuestros días demuestran el uso extendido de este símbolo ya desde el siglo IV en las zonas de Grecia, Palestina, Arabia, Italia y en el norte de África. La inscripción del Alfa y la Omega puede encontrarse en tumbas y sarcófagos así como en recipientes, anillos o monedas.
En épocas posteriores el Alfa y la Omega empieza a aparecer en mosaicos y como elemento ornamental en los vitrales de las iglesias.
Dentro del arte cristiano esta representación de Dios aparece a menudo acompañada de otros símbolos o monogramas de Cristo como, por ejemplo, la cruz cristiana o el Crismón.
También es habitual ver estas letras junto con una representación del cuerpo Jesucristo. A menudo aparecen inscritas una a cada lado de Jesucristo
El Alfa y la Omega también aparecen siempre en los cirios pascuales, encendidos en la Vigilia Pascual para representar la presencia de Jesucristo.
A pesar de su origen griego, es interesante destacar que el uso de estas dos letras como símbolo de Dios ha sido más extendido entre las tradiciones cristianas occidentales que en la iglesia ortodoxa de la europa oriental.
Aunque pueden encontrarse representaciones del alfa y la omega tanto en mayúscula como en minúscula, la representación en mayúsculas es más habitual.
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