BAILERE Y AGUERA. Un sepulcro sobreviviente de todas las remodelaciones.
Fotos personales tomadas el 30 de abril de 2022
Este monumento funerario ha demostrado su voluntad de sobrevivir a todas la modificaciones que se han realizado a lo largo de sus 200 años de existencia. En esta construcción podemos leer: "1864. Sepulcro de las familias BAILERE Y AGUERA". La fecha que vemos indica que se construyó pocos años después que la Recoleta perdiera su condición de "camposanto" que nunca más recobró.
RECURSO.
LA RECOLETA NO ES CAMPOSANTO.
El cementerio de la Recoleta pese a estar al lado de una iglesia y contrario a lo que se cree, no es un camposanto: perdió esa condición en 1853 cuando el presidente Bartolomé Mitre ordenó el entierro del Dr. Blas Agüero, un francmasón a quien el arzobispo de Buenos Aires le había negado cristiana sepultura porque, fiel a sus principios, se había negado a recibir los sacramentos. Mitre decretó el permiso para el entierro, y el arzobispo retrucó retirando la bendición a la necrópolis y por lo tanto su condición de santidad. Nunca volvió a restaurarse, y probablemente la Recoleta no volverá a ser un camposanto nunca. Los bóvedas masónicas, con sus símbolos egipcios, las escuadras y los compases así lo demuestran. En la puerta de la de Mendoza Paz, fundador de la Sociedad Protectora de Animales (una aguda pirámide sin cruces ni ningún símbolo cristiano), puede leerse: “Aquí no hay nada. Sólo polvo y huesos. Nada”
file:///C:/Users/MyPc/Downloads/Guia%20Cementerio%20de%20la%20Recoleta%20Dante.pdf
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