ALFREDO SIMÓN ROMÁN. Otra historia de inmigrantes meritorios y de un padre cuyo ejemplo es honra.
Fotos personales tomadas el 3 de julio de 2022
En esta placa conmemorativo vemos todo el reconocimiento a la figura paterna, hijo de un inmigrante meritorio cuya memoria como la de muchas otras familias de inmigrantes se conserva en la Recoleta. En la placa podemos leer: "ALFREDO SIMÓN ROMÁN. 11-8-1915 24-7-1987. PAPA. Nuestro mejor amigo. En nuestra inolvidable relación supiste ser nuestro compañero y amigo inseparable. Tu ejemplo nos honra y los principios que nos diste son el mayor legado que tiene nuestra familia. Tu impronta permanece por siempre. Con profundo sentimiento y veneración. Tu familia". En esta placa vemos justamente el resultado de una vida de trabajo y méritos: el símbolo del comercio en la figura del dios MERCURIO, la alegoría de la industria y un paisaje tanto industrial como marítimo.
RECURSO.
LA FAMILIA ROMÁN EN ARGENTINA.
La historia de los Román en la Argentina comenzó con el siglo XX. Juan Simón Román, oriundo de Huerga de Garaballes, provincia española de León, llegó a este rincón del mundo en 1906, con tan solo 18 años
A pocas semanas de arribar, consiguió trabajo como chofer de taxis. A principios de siglo había poquísimos autos en Buenos Aires, de modo que era un empleo exigente pero redituable
Román se casó con Antonia González y el 4 de agosto de 1915 nació Alfredo Simón Román, uno de los 5 herederos y padre del protagonista de nuestro hilo. Todavía estaban lejos de la prosperidad que supo conseguir el apellido en el país
En 1943 nació nuestro protagonista: Alfredo Alberto Román (78), su padre trabajaba en un negocio de tabacos y regalos, en Leandro N. Alem y Tucumán, en pleno centro porteño
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