viernes, 18 de diciembre de 2020

MANUEL GONZÁLEZ Y FAMILIA. CRÁNEOS Y HUESOS. MEMENTO MORI.

MANUEL GOZÁLEZ. CRÁNEO Y HUESOS.

Fotos personales tomadas el 29 de septiembre de 2020
“MEMENTO MORI”.
Nunca será suficiente insistir que en la simbología cristiana y en este cementerio un cráneo y las tibias cruzadas nada tienen que ver con la piratería o una advertencia de peligro. Su significado es totalmente diferente y para poder mirar este espacio desde una perspectiva más positiva es necesario tener en mente esta interpretación. En toda la espiritualidad cristiana este símbolo es lo que se llama un “memento mori”,es decir, en medio de nuestras profundas vanidades de todo tipo y junto a tantas preocupaciones intrascendentes, este símbolo nos recuerda que la muerte nos ha de hacer democráticamente iguales. Ese es el primer sentido que relaciona la muerte con las vanidades de nuestros esfuerzos y preocupaciones que nos impiden vivir y gozar en plenitud de la vida.
Este símbolo que utiliza la muerte para ayudarnos a vivir en simplicidad tiene su origen en lo más profundo de la antigüedad, muy posiblemente en la Edad Media y en especial en la época de las Cruzadas ya que es en ese tiempo en que aparece en algunos estandartes y equipos militares utilizados por algunos de los ejércitos que participaron en esos combates. Era como un signo con el que se expresaba la voluntad de dar su propia vida con el objetivo de alcanzar la victoria: recuperar el Santo Sepulcro.
En general se piensa que fueron las distintas órdenes militares, como los Templarios o los caballeros Teutónicos los que los que primeramente la utilizaron, pero como símbolo de total entrega de sus vidas en un contexto religioso exaltado.
Es muy posible que este cráneo tenga que ver con el de Adán. Si nos fijamos en muchas escenas de la crucifixión en el Gólgota vemos a sus pies un cráneo para simbolizar que aquella soberbia de Adán que condujo a la expulsión del Paraíso, termina con el sacrificio de la cruz. En definitiva, podríamos interpretar este cráneo y estos huesos como un recordatorio del Paraíso recobrado.





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