jueves, 2 de mayo de 2019

J.F. GIRALDES.
EL ANCLA. SIMBOLOGÍA. 
CRÓNICAS RECOLETAS. La riqueza de símbolos y signos en el cementerio de la Recoleta en el centro de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires me sigue sorprendiendo, en especial cuando puedo volver a las fotos tomadas hace unos días y verlas en detalle. El tema del ancla, como parte de esta especie de curso introductorio a la simbología, en especial cristiana, la encontramos reiteradas veces en este espacio. He aquí un ejemplo que una fotos personal tomada el 5 de octubre en la bóveda de J.F. Giraldes, sirve de testimonio. Una mirada más atenta seguramente nos permitirá descubrir muchas más.
RECURSO. 
(Wikipedia) El símbolo del ancla en el cristianismo

El uso simbólico del ancla en el cristianismo se relaciona con la cita de la carta a los Hebreos (cf. Hebreos 6, 19) donde se hace referencia a las promesas de Dios en Jesucristo como esperanza de los cristianos, un ancla: (...) asiéndonos a la esperanza propuesta, que nosotros tenemos como segura y sólida ancla de nuestra alma (...) Hebreos 6, 18c-19

A partir de ese texto se dio un uso continuo de esta imagen por parte de los Padres de la Iglesia, especialmente san Agustín y san Juan Crisóstomo. Así en las representaciones de arte paleocristiano, el ancla simbolizó la fe y la esperanza en la resurrección, en la vida feliz con Dios. El ancla (esperanza), unida al pez (que representa a Cristo) indicaba entonces la esperanza en Cristo. Con esta simbología se la encuentra en las catacumbas de san Sebastián, de san Calixto y de Priscila, en Roma, y en otros lugares (no solo  cementerios) durante los primeros cuatro siglos de la era cristiana.












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