martes, 4 de octubre de 2022

CARLOS MARÍA HUERGO. El hombre, su trabajo y sus cosas

CARLOS MARÍA HUERGO. El hom­bre, su tra­ba­jo y sus co­sas

Fotos personales tomadas el 1º de octubre de 2022
A pesar de las muchas placas conmemorativas no tengo mayores datos sobre el titular de este monumento funerario. La simple coincidencia de nombres y apellido no es garantía de estar en la buena senda o información. Espero que la mirada critica y sabia de muchos de ustedes podrán confirmar o rebatir la información que acompaña las imágenes. Aparentemente es el padre del primer ingeniero argetino LUÍS AUGUSTO HUERGO pero no hay ninguna placa que indique que este sepultado en esta bóveda. 
RECURSO. Buenos Aires Historia
Car­los Ma­ría Huer­go hi­zo cons­truir, por el in­ge­nie­ro Eduar­do Tay­lor, su des­ti­le­ría y al­ma­ce­nes al por ma­yor. El edi­fi­cio se de­sa­rro­lla­ba en dos pi­sos y só­ta­no y el de­pó­si­to de cua­tro cru­jías2 apro­ve­chan­do el des­ni­vel, plan­tea­do con el sis­te­ma de bó­ve­das su­per­pues­tas.
El in­ge­nie­ro nor­tea­me­ri­ca­no Eduar­do Tay­lor, que vi­no al país en 1824, apli­có en sus cons­truc­cio­nes el sis­te­ma es­truc­tu­ral de las bó­ve­das su­per­pues­tas, un sis­te­ma que ya ha­bía si­do usa­do en las na­ves la­te­ra­les de la Igle­sia de San Ig­na­cio (c 1690).
El edi­fi­cio se abría a dos ca­lles, con di­fe­ren­cias de ni­vel, lo que per­mi­tía la car­ga des­de la ca­lle 5 de ju­lio en los al­tos y las des­car­gas y la nue­va car­ga por Bal­car­ce. La ar­qui­tec­tu­ra es ne­ta­men­te fun­cio­nal y en su ex­te­rior aplicó el Neo Re­na­ci­mien­to, estilo que per­mi­te so­lu­cio­nes con­ti­nuas y a su vez en la tra­ma de sus pi­las­tras, cor­ni­sas y re­ma­tes da es­ca­la a las fa­cha­das.
En la plan­ta del edi­fi­cio de Car­los M. Huer­go se pue­den ver cla­ra­men­te tres ti­pos de es­pa­cios: so­bre la es­qui­na, el ac­ce­so a los al­tos con la vi­vien­da, lue­go al­re­de­dor del pa­tio la des­ti­le­ría y al cos­ta­do las cua­tro cru­jías de los de­pó­si­tos, con sus bó­ve­das su­per­pues­tas y só­ta­no.
Pa­ra el mo­vi­mien­to de mer­ca­de­rías se usa­ron las di­fe­ren­cias de pen­dien­te en la ba­rran­ca (Ca­sa de las Ren­tas Na­cio­na­les – Edi­fi­cio de Huer­go) uti­li­zan­do pa­ra ello ram­pas y es­ca­le­ras.
Te­nía dos ni­ve­les y un só­ta­no al­to. So­bre las bó­ve­das al­tas se cons­tru­yó una cu­bier­ta de te­jas so­por­ta­da por ca­bria­das. Los de­sa­gües ba­ja­ban den­tro de la mam­pos­te­ría des­de el en­cuen­tro de las bó­ve­das.
En los tra­ba­jos rea­li­za­dos por Da­niel Scha­vel­zon y su equi­po se re­cu­pe­ra­ron al­gu­nas cim­bras de ma­de­ra cu­bier­tas con cha­pas de hie­rro.
El pre­sen­te artículo es un an­ti­ci­po de la in­ves­ti­ga­ción so­bre “El hom­bre, su tra­ba­jo y sus co­sas”, sec­ción “Trans­fe­ren­cias, hó­rreos, pó­si­tos y de­pó­si­tos”, rea­li­za­da por el au­tor y su equi­po.




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