BRIGADIER GENERAL DON TOMÁS GUIDO. La unidad nacional fué su credo político
Fotos personales tomadas el 2 de agosto de 2019
Estos relatos de quien fue contemporáneo de los protagonistas de nuestra historia no revelan el lado humano de personas que, en general, se las presenta o se las consideras más allá del bien y del mal. Estas estampas ha sido escritas alrededor del año de 1883/4
RECURSO.
Entre los senadores descuella el brigadier general don Tomás Guido, orador elocuente y simpático. Era un personage histórico, cuya acción fué tan variada y múltiple que no es fácil dibujarla. En los 'comienzos de la gran revolución, durante la guerra de la independencia, como diplúmático entonces, des pues como uno de los negociadores de la paz con el Brasil, como ministro plenipotenciario durante la época de Rosas, después durante la presidencia del general Urquiza; interventor para el arreglo con el Paraguay, en las cuestiones domésticas entre las trece Provincias y Buenos Aires; siempre la personalidad del general Guido se destaca con brillo, por su habilidad, su prudencia y su tacto.
La unidad nacional fué su credo político, y cuando en el Senado alzó su voz, fué siempre para predicar la unión bajo el imperio de la ley constitucional. Era pequeño de estatura, tenía la tez rosada, el cabello completamente blanco, el lábio delgado, la sonrisa insinuante y picarezca, la mirada penetrante é inteligente. De palabra fácil, el metal de la voz era claro y armonioso: pronunciaba muy bien los vocablos, no se precipitaba. Le recuerdo con su frac azul con botones de metal amarillo; levantado el jopo de su blanco cabello, viva la mirada y solemne la acción oratoria. Era insinuante y á veces incisivo en su discurso, florida y castiza era la frase, lógica la trabazón de sus argumentos é imponía silencio cautivando la atención. Conmovía con sus invocaciones patrióticas, con la exposición de sus vistas políticas y el alto criterio de sus apreciaciones.
Como modelo puede citarse su discurso ante los restos del general don Cárlos M. de Alvear. El general don Tomás Guido fué un hombre político eminente, un diplomático notabilísima y un orador elocuente. Era de un trato fácil, simpático y ameno. El chiste franco y espontáneo, la acción familiar era graciosa y atractiva; la conversación entretenida, llena de anécdotas de aquella vida tan accidentada; las damas le escuchaban y él era galante con ellas, preocupábase mucho del sexo bello, ese dulce aplauso con el talento entibia las ideas en el trato de las señoras elegantes. Había frecuentado la primera sociedad americana, y tenía el tipo de caballero y del gran señor: todo era distinguido, su porte y su palabra.
A pesar de sus años, era un anciano lleno de afectos y de bondades; jóvenes y viejos quedaban seducidos por su buen decir. Tenía aún algo del garbo antiguo; formaba contraste cori la marcial figura de su hermano el general don Rufino Guido, que era alto y de apostura guerrera. Páginas 158 a 169
VICTOR GALVEZ “MEMORIAS DE UN VIEJO” ESCENAS DE COSTUMBRES DE LA REPÚBLICA ARGENTINA. TOMO SEGUNDO • CUARTA EDICION AUMENTADA CON VA RIOS CAPÍTULOS INÉDITOS. BUENOS AIRES • JACOBO PEUSER, EDITOR 1889
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