lunes, 30 de agosto de 2021

FAMILIA MOSS. Eclecticismo: entre el neoclásico y el neoegipcio

 FAMILIA MOSS. Eclecticismo: entre neoclásico y neoegipcio.

Fotos personales tomadas el 19 de junio de 2021.
Este es un claro ejemplo de mezcla de estilos. La inclinación tanto del frente como de la puerta son elementos tomados del neoegipcio pero el frontón es netamente neoclásico. Las placas conmemorativas estan dedicadas una a JOSÉ MOSS y la otra a JOSÉ S.P. GRASSO. Es necesario destacar que la presencia de elementos neoegipcio no necesariamente indica una filiación masónica ya que este era un estilo de moda luego del descubrimiento de la tumba intacta del faraón Tutankhamon.
RECURSO.
El historicismo, también denominado romanticismo, desarrollado principalmente en el siglo XIX y principios del XX, concentraba todos sus esfuerzos en recuperar la arquitectura de tiempos pasados. Se trataba de imitar estilos arquitectónicos de otras épocas incorporándoles algunas características culturales de ese siglo, mientras que la arquitectura ecléctica se dedicaba a mezclar estilos para dar forma a algo nuevo.
Se pueden destacar diversas corrientes como las neobizantinas, neomudéjar y neobarrocas, aunque la que más auge tuvo fue la neogótica, practicada en las islas Británicas, la cual se basaba, como bien indica su nombre, en un nuevo gótico resucitado…
En las artes iberoamericanas de finales del XIX, debido a ese nacionalismo que sacó a escena el Romanticismo, se observa el afán por encontrar la "identidad nacional". En cuanto a la arquitectura esto tuvo su reflejo gracias al historicismo. La arquitectura historicista en Iberoamérica intentó imitar la arquitectura prehispánica y reinterpretarla siguiendo los cánones contemporáneos de la era o época.
Neoegipcio es un estilo artístico historicista, especialmente arquitectónico, que utiliza los elementos, motivos e imaginería del arte egipcio antiguo, habitualmente de forma desvirtuada y mezclada con otros (eclecticismo). Aunque se habían realizado algunas referencias aisladas a los monumentos egipcios desde el Renacimiento, el neoegipcio no comenzó a desarrollarse con criterios similares al neoclasicismo greco-romano, el neogótico u otros revivals hasta la campaña napoleónica de Egipto (1798–1801) y la publicación de sus resultados científicos Description de l'Égypte (1809-1826). De gran impacto fue la ambientación egipcia de la ópera Aida de Verdi (1871); aunque desde el XVIII se venía recurriendo a localizaciones en el Antiguo Egipto, con o sin referencias bíblicas (Las fiestas de Himeneo y el Amor, de Rameau, Thamos y La flauta mágica, ambas de Mozart, Mosè in Egitto, de Rossini) El descubrimiento por Howard Carter de la tumba de Tutankhamon en 1922 supuso una revitalización del neoegipcio que casó muy bien con las características del estilo art déco y se extendió por todo el siglo XX, especialmente en artes decorativas (artes decorativas neoegipcias). En el ámbito de la cultura popular se ha producido una verdadera "egiptomanía", con múltiples facetas.





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