miércoles, 25 de agosto de 2021

ADOLFO FELICIANO PUEYRREDÓN CAAMAÑO. HONORIO PUEYRREDÓN.

ADOLFO PUEYRREDÓN. Antorchas invertidas: su simbología

Fotos personales tomadas el 19 de junio de 2021. 

Adolfo Feliciano Pueyrredón Caamaño. Nació el 9 de junio de 1825 en San Isidro en la Pcia. de Buenos Aires y falleció el 18 de abril de 1892 en la Ciudad de Buenos Aires a la edad de 66 años. Se casó el 25 de octubre de 1850 en la localidad de Capapaya en el estado de Río Grande do Sul en Brasil con Idalina Carneiro-Fontoura Lópz fallecida en el año 1895. De este matrimonio nacieron diez hijas e hijos, entre ellos Honorio Pueyrredón

Los símbolos a pesar que en la iconografía medieval tienes reglas interpretativas un tanto rígidas y duraderas en el tiempo, siempre admiten ser reinterpretadas en otros contextos y en otro sistema de creencias. LAS ANTORCHAS INVERTIDAS APAGADAS, típicas de la arquitectura y simbología de la Roma clásica para significar la muerte, en el cristianismo adquieren otra significación al ser transformadas en ANTORCHAS INVERTIDAS ENCENDIDAS para ser un elemento que nos habla de la resurrección, como que la LUZ DE CRISTO vence a la muerte

RECURSO.

Antorcha invertida: representa la muerte o el paso de un alma a otra vida. Estas antorchas al estar encendidas tienen como misión iluminar la verdadera vida después de la muerte.´

Honorio Puerredón (1876-1945). REDENCIÓN SOCIAL. Pan, escuela, trabajo. 
Honorio Pueyrredón Fontoura López nació el Domingo, 9 de julio de 1876 en San Pedro, Buenos Arires, Argentina.
Abogado, profesor universitario y diplomático que fue designado por el presidente Hipólito Yrigoyen como Ministro de Agricultura (1916) y Ministro de Relaciones Exteriores y Culto de la Nación (1917-1922).
Se desempeño como jefe de la delegación argentina en la primera reunión de la Sociedad de Naciones en Ginebra de la cual fue vicepresidente de la primera asamblea en el año 1920.
En 1922 el presidente Marcelo T. de Alvear lo designa como embajador ante los Estados Unidos, ocupó también el cargo de embajador en Cuba. En 1928 presidio la delegación argentina a la VI Conferencia Panamericana, celebrada en La Habana.
El 5 de Abril de 1931 fue electo gobernador de la provincia de Buenos Aires junto a Mario Guido como vicegobernador, pero la dictadura de Uriburu anulo las elecciones y fue desterrado. Después de un año regresa y es elegido entonces presidente de la Honorable Convención Nacional de la Unión Cívica Radical. Continuó desplegando gran actividad en política y se lo consideró un fiel representante de las tendencias yrigoyenistas. Luchó contra el fraude electoral y reclamó a los gobernantes honradez administrativa. Debido a su pensamiento de nuevo fue confinado: estuvo en la Isla Martín García, en San Julián y en el Penal de Ushuaia.
Integro la Unión Cívica Nacional, la cual como su Presidente en 1916 propuso disolver tras el contundente triunfo electoral de la Unión Cívica Radical que consagro a Hipólito Yrigoyen como Presidente de la Nación.
Proveniente de familia patricia entre sus antepasados se encuentra Juan Martin de Pueyrredon, el pintor Prilidiano Pueyrredón y el escritor José Hernández. Su hijo Horacio Honorio fue Diputado Nacional por la UCR, su nieto es el cantante César “Banana” Pueyrredón, y sus bisnietas la cantante Fabiana Cantilo y la dirigente política Patricia Bullrich.
Falleció a los 68 años de edad el Domingo, 23 de septiembre de 1945 en Buenos Aires, Argentina.
La Unión Cívica Radical es una fuerza espiritual; un estado de conciencia; radica en el alma del pueblo; el Radicalismo es hoy como lo fuera otrora una esperanza de redención social. Si llegáramos a defraudarle, si por falta de comprensión de sus hombres dirigentes no marcáramos en la acción futura de gobierno, rumbos y procedimientos nuevos que lleven la gran premisa de asegurar la mayor felicidad al mayor número; sino hemos de empeñarnos y crear un estado medio entre la riqueza y la miseria, de modo que el pobre tenga asegurado un mínimo de bienestar, con pan, escuela y trabajo, y el que lo ha conquistado viva libre del miedo a perderlo; si no hemos de hacer lo bastante, para no contemplar el espectáculo de ver levantarse a diario nuevas ciudades, en las que mientras el obrero con sus manos construye palacios, no asegura para su cabeza un solo techo, si no hemos de reivindicar el ideal de civilización moderna, de que el obrero sea el elemento esencial y el asociado de la industria; de que el hombre está primero que la máquina y primero que el producto, y que para una Nación fuerte hacer dinero es menos importante que formar hombres; si no hemos de hacer eso, días nebulosos podrán venir para la paz social de la República"  Honorio Pueyrredón (1876-1945)





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