lunes, 10 de febrero de 2020

MIGUEL ESTANISLAO SOLER. Obra de Torcuato Tasso.

MIGUEL ESTANISLAO SOLER.
SEPULCRO DEL BRIGADIER MIGUEL ESTANISLAO SOLER (1783-1849)
Fotos personales tomadas el 31 de enero de 2020.
Apenas ingresamos a este espacio nos encontramos a la derecha del camino central con el sepulcro de este activo militar argentino que participó en diversos conflictos armados en nuestra historia del siglo XIX. Es obra del escultor catalán TORCUATO TASSO y ha sido declarado monumento nacional. De acuerdo a la nomenclatura oficial del cementerio se encuentra en la: Sección 9 Tablón 1 Sepultura 12 y subsiguientes. Se construyó he inauguró en 1933 con motivo de cumplirse el sesquicentenario de su nacimiento. Vemos en esta obra una figura femenina que seguramente es alegoría de la República Argentina que en paz sostiene el escudo y una espado en posición de descanso y rodeada de una corona de laureles que significan la gloria del guerrero. Detrás de esta alegoría vemos un pedestal con placas que hacen un inventario de las principales batallas en las que este Brigadier participó.
En ese pedestal leemos la siguiente inscripción:
BRIGADIER GENERAL MIGUEL ESTANISLAO SOLER. 7 de mayo 1783- 23 de septiembre de 1849.
Guerrero de la Independencia
Eminente por sus servicios
Mereció bien de la Patria.
RECURSOS.

MIGUEL ESTANISLAO SOLER (CIUDAD DE BUENOS AIRES, VIRREINATO DEL RÍO DE LA PLATA, 1783SAN ISIDRO, BUENOS AIRES, ARGENTINA, 1849) FUE UN MILITAR Y POLÍTICO ARGENTINO, QUE LUCHÓ EN LA GUERRA DE INDEPENDENCIA DE LA ARGENTINA Y DE CHILE, Y EN LAS GUERRAS CIVILES ARGENTINAS. TAMBIÉN FUE GOBERNADOR DE LA BANDA ORIENTAL Y DE LA PROVINCIA DE BUENOS AIRES

EN LA BANDA ORIENTAL

Militar desde muy joven, participó de la lucha contra las invasiones inglesas y en la represión de la fracasada revolución de Martín de Álzaga. Apoyó también la Revolución de Mayo de 1810.
Enviado como jefe del Regimiento de Pardos y Morenos a la Banda Oriental en 1811, triunfó en dos pequeñas batallas en Soriano y El Colla. Luchó a órdenes de José Artigas en el combate de San José, y luego sirvió durante tres años en el Sitio de Montevideo, con una actuación decisiva en la victoria de Cerrito, siendo ascendido al grado de coronel. Formó parte del ejército que tomó la ciudad en mayo de 1814.
En agosto de ese año fue nombrado gobernador de la Banda Oriental, sucediendo en el cargo a Nicolás Rodríguez Peña. Pero la mayor parte de esta provincia estaba en poder de los federales de Artigas. Desde la capital envió varias expediciones para acabar con ellos, que fracasaron definitivamente con la batalla de Guayabos en enero de 1815. Por orden del nuevo director, Alvear, evacuó la ciudad llevándose todas las armas, dinero y cualquier cosa de valor que encontró. Alvear ofreció la independencia de la Banda Oriental, pero Artigas la rechazó, ya que no era eso lo que él y los orientales buscaban era la autonomía de su provincia dentro de las Provincias Unidas del Río de la Plata.
Campaña a Chile
Soler se trasladó con todo su ejército a Buenos Aires, donde fue nombrado comandante de armas del interior de la provincia de Buenos Aires. Tras el motín de Fontezuelas, usó esas fuerzas para exigir la renuncia de Alvear al gobierno.
Se unió a Manuel Dorrego, Manuel Moreno y otros en la formación de un grupo autonomista en la provincia de Buenos Aires, exigiendo el gobierno autónomo de la misma (algo parecido a lo que había logrado Artigas). Pero el director Juan Martín de Pueyrredón se lo sacó de encima enviándolo a Mendoza.
Se incorporó al Ejército de los Andes que estaba formando el general José de San Martín. Éste lo ascendió en julio de 1816 al grado de general. Como jefe de vanguardia, participó del cruce de la Cordillera de los Andes, un día adelante del propio San Martín, que cruzó por el mismo camino. Dirigió las batallas de Las Coimas y Putaendo.
Tuvo una actuación destacada en la victoria de Chacabuco. Molesto por la actitud del general Bernardo O’Higgins en esa batalla, lo acusó de haber puesto en peligro la victoria con su carga apresurada. Esa acusación llevó a un entredicho que tomó estado público y terminó con su separación del ejército y su regreso a Buenos Aires.
La anarquía del año 1820
Se mantuvo en la oposición sin mando de tropas hasta que, en 1819, el Director José Rondeau le dio nuevamente el mando del ejército de campaña, con sede en la villa de Luján. Al llegar la noticia de la derrota directorial en la batalla de Cepeda, exigió a el Cabildo de Buenos Aires que asumiera el mando en la provincia, disolviendo el Congreso y expulsando del mando a Rondeau. Eso provocó la caída del Directorio y la autonomía de la Provincia de Buenos Aires. Pero también trajo la anarquía a esa y casi todas las demás provincias.
Durante el gobierno de Manuel de Sarratea siguió siendo el comandante de campaña. Una cláusula secreta del Tratado del Pilar, firmado con los federales, obligaba al gobernador a entregarles armamento. Cuando el gobernador comenzó a cumplir ese punto del acuerdo, el 6 de marzo Soler y los militares con mando de tropa lo derrocaron, juzgando que la provincia quedaba indefensa. Asumió el mando el general Juan Ramón Balcarce, pero no se pudo sostener sino unos pocos días. Ante las amenazas de los caudillos federales, el mismo Soler depuso a Balcarce y llamó de nuevo a Sarratea.
En mayo renunció Sarratea, mientras el más completo desorden reinaban en la provincia; asumió el gobierno Ildefonso Ramos Mexía, pero no tenía poder alguno. El 16 de junio, el cabildo de Luján y el ejército nombraron gobernador a Soler. Ramos Mejía renunció el día 20, y recién el 23, la legislatura provincial reconoció como gobernador a Soler.
En ese momento estaba de regreso el gobernador de la Provincia de Santa Fe, Estanislao López, que invadía para obligar al gobierno porteño a cumplir el Tratado del Pilar. Soler lo enfrentó el 28 de junio en la batalla de Cañada de la Cruz, llevando como segundos a Domingo French y Manuel Pagola. Fue derrotado, e incluso French cayó preso. Mientras Soler huía a Montevideo, el coronel Pagola ocupó brevemente el centro de la capital; la tranquilidad llegaría recién cuatro meses después.
Guerra del Brasil y últimos años
Regresó a Buenos Aires en 1822 y al año siguiente fue nombrado inspector general del ejército. Fue el jefe de estado del ejército que hizo la campaña contra el Imperio del Brasil, destacándose como un eficaz organizador; comandó el 3.er cuerpo del ejército, que incluía toda la infantería y la artillería. En la batalla de Ituzaingó fue el encargado de distribuir las divisiones en el campo de batalla, con independencia de las órdenes del general Alvear, contribuyendo poderosamente a la victoria.
Regresó a Buenos Aires en 1828 y fue nombrado embajador ante el gobierno de Bolivia. Pero el golpe militar de Juan Lavalle, que terminó con la muerte de Dorrego, lo hizo regresar a Buenos Aires; allí fue miembro del consejo consultivo del general golpista, y después del de su sucesor, Juan José Viamonte. En 1830, el gobernador Juan Manuel de Rosas lo nombró comandante de las fuerzas urbanas de la capital. Fue un firme partidario de Rosas, pero la sangrienta represión del año 1840 lo indujo a trasladarse a Montevideo. Regresó al año siguiente, aunque no volvió a ejercer cargo alguno.
Murió en septiembre de 1849 en San Isidro, Provincia de Buenos Aires. Sus restos mortales descansan en el Cementerio de la Recoleta de la Ciudad de Buenos Aires. El monumento fue esculpido por Torquat Tasso i Nadal
TORQUATO TASSO I NADAL, escultor.
Nació en Barcelona, España, el 4 de noviembre de 1855. Se sumó a la vida artística de nuestro país, entre los años 1880 y 1935. Realizó estudios en la Academia de Bellas Artes de Barcelona y fue becado para perfeccionar sus estudios en Roma. Encontró en Buenos Aires un mercado extraordinario para su arte, ya que en los últimos años del siglo XIX y principios del XX, la capital argentina favoreció su amueblamiento escultórico. Así ejecutó el Monumento a Esteban Echeverría en la Plaza San Martín, el de Juan José Paso en la Plaza de la Independencia y el del General Soler en la Recoleta. Otras ciudades argentinas le encargaron obras como el monumento a San Martín en la ciudad de Rosario y el monumento a España en la ciudad de Córdoba. Otra faceta importante fue la docencia. Desde 1901 hasta 1934 fue profesor de modelado de la Universidad de Buenos Aires, siendo maestro de muchos escultores argentinos, entre otros, fue maestro de Cullen Ayerza, Lagos, Leguizamón Pondal, Oliva Navarro, Sibellino, etc. Expuso sus obras en la Exposición Internacional de Madrid (1876), Exposición Internacional de París (1878), Exposición de Barcelona (1891). Murió en Buenos Aires, el 5 de febrero de 1935.







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