Coronel Federico Brandsen... y su ángel de alas cortadas
El monumento del Coronel Brandsen es una composición de singular belleza realizada por Camilo Romairone habiendo sido ejecutado el busto por el escultor Bardas de la Serna. Una columna central marca el eje de la obra encontrándose apoyada sobre la misma una figura de un ángel portando la Bandera con la cuál protege al ilustre soldado.
Carlos Luis Federico de Brandsen (1785 - 1827) fue un militar de origen francés que combatió por la causa revolucionaria en las guerras de la independencia hispanoamericana, y bajo la bandera argentina en la Guerra del Brasil.
Era hijo de un médico holandés y estaba casado con Rosa Jáuregui, nieta del virrey del Perú. Brandsen empezó su carrera militar en el Ejército francés. En 1811 se incorporó como subteniente de caballería al Ejército del Reino de Italia, cuyo monarca era Napoleón; en él servían numerosos franceses.
Participó en 1813 en la campaña de Alemania, donde fue herido en tres acciones diferentes, condecorado y ascendido a capitán. Tras la abdicación de Napoleón en 1814 y la disolución del Reino de Italia, Brandsen regresó a Francia, manteniendo su grado de capitán de caballería. En 1815 intervino en la campaña de los Cien Días (Campaña de Waterloo), bajo el mando de Napoleón; allí recibió una nueva herida.
En 1817, terminadas ya las Guerras Napoleónicas, Brandsen pidió su baja del ejército francés con el grado de capitán. Al poco tiempo conoció a Bernardino Rivadavia (presidente de las Provincias Unidas del Río de la Plata) en París, quién lo convenció de unirse a la causa de la independencia americana; entonces se embarcó hacia Buenos Aires.
En 1817 el gobierno de las Provincias Unidas del Río de la Plata le otorga el grado de capitán de caballería y lo destina al II escuadrón del Regimiento de Granaderos a Caballo, que entonces combatía por la independencia de Chile bajo las órdenes del General San Martín y se hallaba acampado en Chile. Después Brandsen fue destinado a participar en la Expedición Libertadora al Perú.
En 1820, en Chancay, combate valerosamente al mando de 36 guerreros, derrotando una fuerza realista de alrededor de 200 hombres, lo que le valdrá un ascenso a mayor. Cuando San Martín forma el ejército de Peru, Brandsen fue nombrado jefe del regimiento de Húsares de la Legión Peruana de la Guardia, con el grado de Teniente Coronel. San Martín tenía gran afecto por Brandsen, de quien era compadre y con quien sostenía correspondencia frecuente.
En 1825 Brandsen decide embarcarse a Chile con su familia pero sigue con su carrera militar.
El 20 de febrero de 1827, en la batalla de Ituzaingó, su regimiento se enfrentó a la infantería brasileña que ocupaba una posición fortificada, protegida por un profundo zanjón. El general en jefe, Carlos María de Alvear, le ordenó atacar frontalmente, pero Brandsen le observó que era imposible obtener éxito en esas condiciones. Alvear no aceptó sus prudentes argumentos y le respondió: “Cuando Napoleón le daba una orden usted no la discutía”. Con esas palabras tocó el amor propio del valiente jefe y Brandsen exclamó: “Sé que voy a morir pero cumpliré con sus órdenes”. El cargó a la cabeza de sus tropas, muriendo heroicamente y fue promovido póstumamente a Coronel.
Las vueltas del destino hicieron que descansara eternamente frente del mausoleo del general Alvear.
En el monumento funerario de Brandsen se puede ver la figura de un ángel que “alado” hasta el los funerales del presidente Hipolito Yrigoyen en 1933. Fue tanta la cantidad de concurrentes que muchos de ellos terminaron colgados de la estatua y, por el peso de las personas, el ángel se quedo sin alas.
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