miércoles, 26 de febrero de 2020

EL CRISTO CENTRAL DE PEDRO ZONZA BRIANO

PEDRO  ZONZA  BRIANO Y EL CRISTO CENTRAL. 
Fotos personales tomadas el 5 y 15 de octubre 2018 y el 24 de septiembre 2019
Esta imagen del Redentor sigue viva ya que el debate no ha terminado y las hipótesis crecen y aumentan. Como justamente afirmo en su mensaje de despedida en su entierro, estas obras son el legado de “sus flores y sus frutos”. Me parece importante que en la teología cristiana, detrás de la palabra “redención” subyace la idea de liberación, ya que la redención era el precio que se pagaba para liberar a un esclavo en la cultura del imperio romano. De allí se toma la palabra y mi propuesta es que esta imagen justamente llamada EL REDENTOR, hoy la podríamos traducir como EL LIBERADOR. De allí que la polémica sobre el Cristo anciano o un cristo que no tiene en sus manos las marcas o estigmas de la cruz podrían encontrar otra forma de mirarlo. En el pensamiento cristiano el Creador es el verdadero liberador de todas las esclavitudes, incluyendo la muerte. De esta forma todo va tomando forma y nos explica el por qué justamente el primer senador socialista de América, ALFREDO PALACIO, es quien despide los restos de su amigo.

RECURSO
Su estilo evoluciona hacia la estética del impresionismo, que el mismo Rodín exploró, alternando las superficies lisas y rugosas, destacando detalles como se aprecia en su estatua de Leandro Alen”, obra en la que exalta la pasión del orador. También en el “Cristo” central del Cementerio de la Recoleta utiliza este recurso. Esta imagen fue criticada en su momento y comparada con “Los burgueses de Calais” de Rodín. Era, a los ojos del crítico Justo Rinaldini, un Redentor demasiado moderno para los gustos de la época. No hay dolor, no hay agonía en la cruz. Este Cristo solo trasmite paz, en un lugar que es el último refugio de nuestro cuerpo.
Murió Zonza Briano acosado por la pobreza. Para pagar su entierro, sus deudos debieron pedir apoyo al gobierno, secundados por el diputado Alfredo Palacios, quien solicitó al Congreso de la Nación la compra de una obra del escultor.
En la oportunidad dijo, Zonza Briano no ha muero en la miseria después de haber cumplido su misión. Le ha dado a la patria sus flores y sus frutos”.
No es el Jesús de la bondad, ni es el Jesús doliente muriendo en una Cruz. Es el maestro sombrío, el juez imparcial de nuestra vida, que nos abrirá las puertas del cielo o los abismos de las tinieblas.
Este Redentor emplazado en el centro del cementerio señala el lugar donde se encontraba el pozo de los padres recoletos confeccionado por el ingeniero Bevans, aquel inglés ingenioso contratado por Rivadavia para proveer de agua potable a la ciudad que no conoció de cañerías o desagüe hasta cincuenta años después de la muerte de este abuelo materno de Carlos Pellegrini.
Por eso más de una vez ha brotado agua de los pies de este Cristo, agua que olía a bendita y sabía a milagro.












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