DOMINGO FAUSTINO SARMIENTO. El camino de un busto.
Fotos personales tomadas el 18 de septiembre de 2018
Con el objetivo de ampliar información sobre obras de arte que encontramos en este archivo de la memoria histórica, me tomo la libertad de compartir este recurso como un interesante aporte a nuestra formación e información.
RECURSO.
EL RETORNO DEL BUSTO DE SARMIENTO A SU SEPULCRO EN LA RECOLETA por Oscar Andrés De Masi
http://viajealossepulcros.blogspot.com.ar
Ya en el año 2011, en mi libro Cuatro moradas sarmientinas con declaratoria nacional (Cap.IV. La última morada, pp.47-56), prologado por Juan Martín Repetto y Jorge Bozzano, me referí al mausoleo de Domingo Faustino Sarmiento en el cementerio de la Recoleta, declarado "sepulcro histórico nacional" mediante el decreto P.E.N nº 3.039 del año 1946. La donación de la parcela para el entierro de los restos de Sarmiento (que llegaron por vía fluvial desde Asunción) fue donación de Dr.José M.Muñiz. La decisión oficial de levantar el monumento sepulcral se tomó durante la presidencia de Juárez Celman y el encargo artístico recayó en Victor de Pol, quien había conocido y retratado al célebre sanjuanino, según veremos.
Sobre la losa del sepulcro, encima de un pedestal de ángulos salientes y cornisa volada, se construyó un esbelto obelisco cuyas caras presentan un escarpe de pronunciada inclinación. Por debajo, en la cripta, una columna de hierro soporta el peso de esta estructura, que remata en la figura de bronce de un cóndor con las alas desplegadas, posado sobre un ejemplar del Facundo.
Dos relieves, por delante y por detrás del pedestal, completan el programa iconográfico. Pero, ¿está completo?. No, porque dicho programa incluía originalmente otra pieza que permanece retirada del monumento. En efecto, observamos un soporte vacío en el arranque del obelisco, por encima de la moldura superior del plinto. Allí hubo un busto de Sarmiento ejecutado por Victor de Pol, dal vero, en 1887. Se lo puede ver nítidamente en un grabado que reproduje en la página 52 de mi libro, y que publicó El Americano (1890) en el segundo aniversario de la muerte del prócer. Fijate con atención en el dibujo: por encima de la multitud, un orador, con un papel en su mano izquierda, gesticula con la derecha en dirección del busto. En cuanto al cóndor, dicho sea de paso, el dibujante no se esmeró demasiado en representar su majestad…
El nieto de Sarmiento, Augusto Belín S., escribió en El relicario de Sarmiento esta "ficha descriptiva": Busto bronce por V. de Pol. Documento capital. Estudiado durante el verano de 1888 por el modelo vivo, no habiendo otro busto en esas condiciones. Inaugurado en yeso para el último cumpleaños. Sarmiento mandó ocultar ese día otros bustos, tanto los avergonzaba éste, según decía. Adornó la tumba durante veinte años…" (p.46)
De modo tal que, a tenor de este informe, el busto debió permanecer en el sepulcro entre 1888 y 1908 (o quizás hasta 1910). Hago una observación sobre la supuesta preferencia de Sarmiento por este busto: o bien porque apreciaba en él su mejor representación; o bien por su conocido "berretín" de lucir uniforme militar, y más aún, condecorado… No lo sabemos.
Nos planteamos y nos respondemos los siguientes interrogantes:¿cuándo y por qué fue retirado el busto?¿dónde se deposita ahora ese busto?
En cuanto a la primera pregunta, el mismo Augusto Belín S. agrega que tenía una pátina ingrata como plomizo y lo llevé a Paris donde Barbedienne le dio la pátina que singulariza a esa célebre casa… (Ibíd.) He aquí su "por qué”. Ya antes consignó el "cuando".
De este modo, sabemos que la pieza fue retirada con intenciones de restauración de su pátina en Paris, donde se hizo un vaciado en bronce.
Pero, he aquí que debemos aclarar que existió otro busto estrictamente funerario de Sarmiento, ejecutado por Peynot por encargo de la Municipalidad de la Capital, pero almacenado por ciertas circunstancias, según anotó Belín S. (p.46-47) No aclara cuáles fueron esas "circunstancias", pero indica que el artista terminó por obsequiarlo a Eugenia, en agradecimiento por preciosas indicaciones que le hiciera en su taller de Paris. Recordá que Peynot tiene, en El Rosedal de Buenos Aires, un monumento a Sarmiento (Ofrenda floral) , menos conocido que el de Rodin.
Vale decir que este segundo busto no llegó a colocarse en el sepulcro, colocándose, en cambio, la obra de Victor de Pol, encargada por la familia de Sarmiento, y que en un principio no había tenido propósito funerario. Se trataba de un simple regalo de cumpleaños, siendo el último que habría recibido, pues Sarmiento falleció siete meses después de concluida la pieza y los descendientes la destinaron, entonces, a la tumba.
Quiero recalcar que la intención de que hubiera un busto en el sepulcro es bien manifiesta ya desde el comienzo, tanto en la Municipalidad (que encargó a Peynot el que no se colocó), como en la propia familia del difunto (que destinó, casi de inmediato, la pieza de Victor de Pol).
En absoluta congruencia con aquella intención, hoy frustrada, la Comisión Nacional de Museos y de Monumentos y Lugares Históricos, solicitó y recomendó el emplazamiento de, al menos, una copia del busto en el sitio del soporte vacío del sepulcro sarmientino, mediante Nota 1.416/ 07. El Museo Histórico Sarmiento, por su parte, al responder mediante nota 236/ 07, recomendaba la custodia de la pieza de bronce en su colección, y la colocación de una réplica en la tumba. Pero, al parecer, las gestiones para encargar la réplica no se cumplieron.
Ahora bien, si la Comisión pudo en el año 2007 (y doy fe de ello porque fui yo mismo quien, con ayuda del librero Ernesto Romano, rastreó la pieza. Por entonces me desempeñaba como Asesor Legal honorario del cuerpo colegiado, que presidía mi recordado amigo Alberto S.J.de Paula), ubicar la pieza de bronce, entonces ella existía en algún sitio. En efecto, fue localizada en el Museo Histórico Sarmiento. Debe tenerse presente que en 1938, al crearse este museo nacional (propiciado por Levene), muchos objetos fueron derivados a la nueva dependencia, principalmente desde el Museo Histórico Nacional.
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