LAUREANO CARBALLEDA. Una mirada contraocrriente: LA CALAVERA.
Fotos personales tomadas el 16 de diciembre de 2021.
Muchas veces es una tarea compleja el cambiar ciertas creencias populares, aún cuando se aportan datos e información. En general al encontrar calaveras en los cementerios rapidamente se habla de la muerte cuando en la tradicional iconografía cristiana tiene todo otro significado. Es lo que técnicamente se llama MEMENTO MORIS, es decir que es una especie de ayuda memoria, es un símbolo que tiene como objetivo recordarnos que todos hemos de morir para promover en nosotros despojarnos de toda VANIDAD. El tema central no es la muerte sino la vanidad, lo pasajero que son los biene temporarles. Es un elemento educativo de una espiritualidad que intenta tener una mirada más allá de la realidad y centrarse en lo esencial.
RECURSO.
La Calavera : iconografía y simbolismo
En la Contrarreforma, son varios los personajes religiosos que ven a la muerte como una cura para frenar todas las cosas vanas de la vida, de allí las meditaciones infaltables propiciadas por los jesuitas, hasta llegar a tener dentro de sus aposentos objetos alusivos a la muerte que les recordara lo pasajera de la vida
En un comentario sobre los Ejercicios Espirituales de san Ignacio, que estaba dirigido a las personas que lo hacían por primera vez, se menciona que la meditación debe hacerse con las ventanas cerradas, porque la oscuridad ayuda a identificar el horror de la muerte y se recomienda tener una calavera. De esta forma, comenzó a normalizarse la presencia de la calavera dentro de los edificios religiosos; osamenta fácil de conseguir en aquellos tiempos. La calavera llegó a ser un instrumento móvil que se podía transportar de un lugar a otro.
Debió pasar mucho tiempo para que los artistas, religiosos y la sociedad en general se acostumbraran a la presencia de este símbolo, que luego sería común verla en obras artísticas junto a frases que insinuaban lo efímero de la vida y las postrimerías de las personas. Ya para finales del siglo XVI los pintores plasmaron repetidamente los santos contemplativos meditando sobre una calavera, escena que se llegó a utilizar incluso en áreas como refectorios para beber agua. De esta forma la calavera pasó a ser el atributo de varios santos.
La presencia de los cráneos en los hogares fue notable, los bodegones cambiaron sus representaciones para incorporar elementos como símbolos de las vanitas como velas consumidas, relojes de arena, compases, pompas de jabón, humo, lechuzas, ángeles disputándose el alma de las personas, barca llevada por un anciano, entre otras; representaciones que se verán sobre todo en obras flamencas, alemanas y españolas
Con la incidencia de la Contrarreforma las vidas de religiosos como San Jerónimo y San Francisco serán imágenes que se verán repetidamente para estimular a los artistas, así el cráneo pasa a ser un referente:”…permanente pero pasivo, un objeto que si bien provoca al sujeto, lo hace desde la cotidianeidad; en otros, el cráneo sostenido por el santo es el motivo de un monólogo visual en el que el objeto (cráneo) pasa a formar parte del propio sujeto (el santo) a través de la meditación (…) El cráneo se torna bello, no por su fisonomía, sino por el significado que se le vierte, como signo excelso de vida espiritual, de comunión con Dios
La escenas mencionadas se harán presentes en las representaciones artísticas coloniales novohispanas, se puede decir que la calavera vino a ser un símbolo común entre los dos mundos y que los identificará a pesar de las diferentes interpretaciones entre una y otra.
El cráneo lacónico y austero que invita a la reflexión y a la penitencia (un cráneo que adoptará la Contrarreforma) es ya desde las órdenes misioneras que arribarán a la Nueva España y desde mediados del siglo XVI será el icono que desde la fe cristiana represente a la muerte; su trazo en lienzos y sobre todo en grabados surcará los mares con los misioneros franciscanos, agustinos, dominicos… y encomenderos devotos, y a la par se rehará en la iconografía conventual a lo largo y ancho de la Nueva España
Es evidente que la calavera ocupó un lugar importante en la iconografía hispana, convirtiéndose en un atributo de muchos santos y permitiendo la reflexión sobre las postrimerías y la vanidad de la vida. El símbolo y su simbolismo en el contexto de la cultura cristiana permeaba la vida de religiosos, religiosas y sus fieles.
http://www.museocarmenalto.gob.ec/la-calavera-y-su.../
RECURSO.
La Calavera : iconografía y simbolismo
En la Contrarreforma, son varios los personajes religiosos que ven a la muerte como una cura para frenar todas las cosas vanas de la vida, de allí las meditaciones infaltables propiciadas por los jesuitas, hasta llegar a tener dentro de sus aposentos objetos alusivos a la muerte que les recordara lo pasajera de la vida
En un comentario sobre los Ejercicios Espirituales de san Ignacio, que estaba dirigido a las personas que lo hacían por primera vez, se menciona que la meditación debe hacerse con las ventanas cerradas, porque la oscuridad ayuda a identificar el horror de la muerte y se recomienda tener una calavera. De esta forma, comenzó a normalizarse la presencia de la calavera dentro de los edificios religiosos; osamenta fácil de conseguir en aquellos tiempos. La calavera llegó a ser un instrumento móvil que se podía transportar de un lugar a otro.
Debió pasar mucho tiempo para que los artistas, religiosos y la sociedad en general se acostumbraran a la presencia de este símbolo, que luego sería común verla en obras artísticas junto a frases que insinuaban lo efímero de la vida y las postrimerías de las personas. Ya para finales del siglo XVI los pintores plasmaron repetidamente los santos contemplativos meditando sobre una calavera, escena que se llegó a utilizar incluso en áreas como refectorios para beber agua. De esta forma la calavera pasó a ser el atributo de varios santos.
La presencia de los cráneos en los hogares fue notable, los bodegones cambiaron sus representaciones para incorporar elementos como símbolos de las vanitas como velas consumidas, relojes de arena, compases, pompas de jabón, humo, lechuzas, ángeles disputándose el alma de las personas, barca llevada por un anciano, entre otras; representaciones que se verán sobre todo en obras flamencas, alemanas y españolas
Con la incidencia de la Contrarreforma las vidas de religiosos como San Jerónimo y San Francisco serán imágenes que se verán repetidamente para estimular a los artistas, así el cráneo pasa a ser un referente:”…permanente pero pasivo, un objeto que si bien provoca al sujeto, lo hace desde la cotidianeidad; en otros, el cráneo sostenido por el santo es el motivo de un monólogo visual en el que el objeto (cráneo) pasa a formar parte del propio sujeto (el santo) a través de la meditación (…) El cráneo se torna bello, no por su fisonomía, sino por el significado que se le vierte, como signo excelso de vida espiritual, de comunión con Dios
La escenas mencionadas se harán presentes en las representaciones artísticas coloniales novohispanas, se puede decir que la calavera vino a ser un símbolo común entre los dos mundos y que los identificará a pesar de las diferentes interpretaciones entre una y otra.
El cráneo lacónico y austero que invita a la reflexión y a la penitencia (un cráneo que adoptará la Contrarreforma) es ya desde las órdenes misioneras que arribarán a la Nueva España y desde mediados del siglo XVI será el icono que desde la fe cristiana represente a la muerte; su trazo en lienzos y sobre todo en grabados surcará los mares con los misioneros franciscanos, agustinos, dominicos… y encomenderos devotos, y a la par se rehará en la iconografía conventual a lo largo y ancho de la Nueva España
Es evidente que la calavera ocupó un lugar importante en la iconografía hispana, convirtiéndose en un atributo de muchos santos y permitiendo la reflexión sobre las postrimerías y la vanidad de la vida. El símbolo y su simbolismo en el contexto de la cultura cristiana permeaba la vida de religiosos, religiosas y sus fieles.
http://www.museocarmenalto.gob.ec/la-calavera-y-su.../
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