MANUEL LÁINEZ. La educación como herramienta de integración y superadora de conflictos sociales.
Fotos personales tomadas el 1º de marzo de 2022.
Es realmente de gran importancia el saber que la Recoleta custodia la memoria de este político conservador ilustrado. La ley 1420 de educació obligatoria y laica, aprobada durante la primera presidencia de Roca, solo se aplicaba en la Capital Federal y los territorias nacionales. Su impàcto había sido limitado. La creación de las eescuelas que se han de conocer como ESCUELAS LÁINEZ llevarán esa educacion común, laica y obligatoria de calidad a todo el territorio nacional. Se considera a la educación tanto como integradora pero también como superadora de conflictos sociales. En una de las placas podemos leer "A MANUEL LÁINEZ. 1852-1924. Sus amigos" y en la siguientes: "El Personal de "El Diario" a su ex director, Don MANUEL LÁINEZ. 1852-1924". Es muy posible que tendría que haber una tercera placa conmemorativa de todos nosotros.
RECURSO.
Manuel Láinez (Buenos Aires, Argentina, 26 de marzo de 1852 – ibídem, 4 de marzo de 1924) fue un periodista y político que fundó y dirigió el periódico de El Diario, fue diputado y senador nacional e impulsor de la ley de creación de escuelas públicas conocida como Ley Láinez.
Su familia
Su madre, nacida en Arrecifes, en 1822, era la última hija de Juan Vicente Cané (1se casó en 1844 con Pedro Martín Lainez Ocampo nacido en Buenos Aires en 1816, quien murió en la batalla de Pavón el 17 de septiembre de 1861. El matrimonio tuvo dos hijos: Manuel Lainez Cané y Bernabé Antonio Lainez Cané. El primero se casó en 1882 con Elvira Adriana De la Riestra Agrelo (1858-1935) y tuvieron un hijo, Norberto Lainez de la Riestra, fallecido en 1955.
Primeros años
Nació en el gran caserón de sus bisabuelos, los Andrade, en las cercanías de la iglesia de San Ignacio en el barrio de Montserrat. Se críó con su madre y con sus primos, los Varela. En ese mismo lugar, su tío Miguel Cané había fundado en 1832 junto a Juan María Gutiérrez y Vicente Fidel López la Asociación de Estudios Históricos y Sociales.
Hizo sus primeros estudios en el colegio que dirigía el educacionista gibraltarino José Luis de la Peña y en el de Guillermo Parody, para luego continuarlos en el Colegio Nacional de Buenos Aires dirigido por Amadeo Jacques.
Actividad periodística
Comenzó a los 15 años su carrera de periodista que se extendió hasta su fallecimiento, colaborando como corrector de pruebas en el diario La Tribuna el diario fundado por sus primos Héctor y Mariano Varela después de la victoria de Caseros para apoyar a Justo José de Urquiza, que más adelante apoyó la carrera política de Julio Argentino Roca y fue un baluarte del Partido Autonomista Nacional.
Viajó a Europa con su tío Miguel Cané y asistió a los sucesos de la Comuna de París en 1871, y también a Estados Unidos. Estos viajes le permiten conocer la prensa extranjera y hacer sus primeras armas en el oficio de periodista.
Desde 1874 volvió a escribir en La Tribuna como comentarista político. El 8 de septiembre de 1881 fundó el periódico El Diario,, que dirigió hasta su muerte, en cuya sección Hombres y cosas escribía bajo el seudónimo de Juan de las Viñas, Láinez polemizando con los personajes políticos a través del sarcasmo y la caricatura.
El 2 de marzo de 1884 fundó en la ciudad de La Plata junto a Arturo Ugalde, Martín Biedma y Julio Botet el diario El Día (Argentina)|El Día , primer órgano de prensa de esa ciudad.
Fundó la Editorial Láinez, cuyo primer título fue la revista Tit-Bits en 1909, que se declara una “Revista argentina ilustrada de todo lo más interesante, útil y ameno de los libros, periódicos y colaboradores del mundo”., que inicialmente publicaba folletines policiales y de aventuras así como notas breves sobre curiosidades, historia e incluso temas de salud y abundante publicidad y sólo años después incluyó historietas. Uno de los sillones académicos de la Academia Nacional de Periodismo de Argentina lleva su nombre como homenaje a su trayectoria.
Actividad política
Al producirse durante la presidencia de Domingo Faustino Sarmiento el golpe de estado encabezado por Bartolomé Mitre en 1874, contra la elección de Nicolás Avellaneda como presidente, Láinez participó en apoyo del gobierno como capitán de las compañías del regimiento de la guardia nacional.
En 1880, cuando después de la federalización de Buenos Aires fue elegido gobernador de la provincia Dardo Rocha, este le ofreció el cargo de secretario de la Cámara de Senadores, que asumió en octubre de 1880.
Fue diputado nacional por la provincia de Buenos Aires por el período 1884 a 1888 y senador nacional por el mismo distrito por el período del 21 de mayo de 1904 al 30 de abril de 1913. Su formación periodística se aprecia en el estilo de su labor parlamentaria. Lejos del pensamiento “docto” propio de quienes sustentaban títulos de carreras liberales, la fundamentación de sus proyectos era de corte pragmático, ateniéndose a las necesidades prácticas antes que a las doctrinas.
En el Senado, Láinez participó, entre otros debates, en los relativos a la representación de la prensa en el parlamento, a las obras y gastos asociados al desarrollo del ferrocarril, sobre el fomento de la inmigración, las obras de infraestructura y la aplicación de un nuevo censo general.
En materia educativa auspiciaba la instalación de Colegios Nacionales en ciudades del interior, incluyendo casas tutoriales para alojamiento, estudio y educación de los alumnos, para evitar la migración interna de los jóvenes desde las provincias hacia la Capital Federal, sosteniendo que el colegio nacional contribuye con sus profesores al avecinamiento y radicación en los pueblos de provincia.
También se preocupó por el ejercicio del magisterio y el profesorado; presentó un proyecto de ley orgánica del profesorado, incluyendo un régimen de jubilación especial y la protección contra el despido sin causa justa. Propone también un censo del profesorado y del magisterio nacional, que sirva como base para establecer un escalafón.
Como integrante de la comisión de presupuesto, Láinez intervino a favor de un gasto eficiente y racional del Tesoro Nacional, en especial en materia de educación pública.
En 1919 se desempeñó como embajador extraordinario ante Italia y Francia. Era socio del Círculo de Armas, una asociación con sede en Buenos Aires de acceso muy restringido.
La Ley Láinez
Desde su banca en el Senado impulsó y consiguió fuera aprobada el 30 de septiembre de 1905, la ley que lleva su nombre, pese a la oposición de importantes sectores de la sociedad. Esta ley complementó la ley 1420 de educación pública gratuita y obligatoria.
LAS ESCUELAS LÁINEZ
por Abel Sandro Manca, especial para "Río Negro"
Este año se cumplió el centenario de la promulgación de la llamada «Ley Láinez». Tanto ésta como las escuelas fundadas llevaron el nombre de su creador, el senador nacional por la provincia de Buenos Aires Manuel Láinez.
Aunque la ley 1.420, de 1884, significó un importante impulso para el desarrollo de la enseñanza, el proceso evolutivo fue muy lento. Las escuelas primarias dependían de las provincias, las que por falta de presupuesto no contaban con los medios necesarios para brindar una buena educación.
Los maestros provinciales estaban mal pagos y cobraban su sueldo con grandes atrasos. Si bien la Nación enviaba subsidios destinados a la educación, era frecuente que las provincias, apremiadas por otras necesidades, les dieran otro destino…
Dada la gran cantidad de analfabetos con que, según las estadísticas, contaba el país, se resolvió darle un gran impulso a la instrucción primaria cuando por la ley 4.874 («Láinez»), del 30 de setiembre de 1905, el Congreso nacional autorizó a abrir escuelas elementales y rurales en las provincias que lo solicitasen. Los establecimientos dependerían del Consejo Nacional de Educación y funcionarían al margen de los consejos provinciales.
Los llamados «maestros Láinez» tenían un muy buen sueldo, que duplicaba con su holgura los provinciales y era abonado en término.
Inicialmente, las escuelas fueron 392, distribuidas en todas las provincias. Estaban ubicadas en zonas rurales, apartadas y con alto porcentaje de analfabetos. El mínimo de enseñanza a impartir comprendía lectura, escritura, aritmética, moral, urbanidad, nociones de idioma nacional, geografía e historia nacionales y explicaciones de la Constitución argentina.
En 1906 las escuelas Láinez contaban con 28.152 alumnos y en 1934 el número llegaba a 325.000. La ayuda del gobierno nacional, apoyando a las provincias para cubrir las necesidades educativas, había sido un éxito.
La «Ley Láinez» contribuyó a difundir las escuelas primarias y llevó los beneficios de la educación popular a los rincones más desamparados de las entonces catorce provincias argentinas.
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