Dr. JOSÉ GABRIEL OCAMPO HERRERA. Un sepulcro con una extraña fecha.
Fotos personales tomadas el 12 de diciembre 2018 y el 31 de enero 2020.
Con el transcurrir de los años el instinto investigador vence a las actitudes inocentes de los primeros tiempos. No cualquier información me deja satisfecho y comienzo a cotejarlas. Hoy comparto una selección de un brillante y meticuloso trabajo sofbre el Dr. JOSE GABRIEL OCAMPO que recomiendo su lectura por lo detallada de la actividad profesional como abogado de prestigio. También la misteriosa fecha de 1837 nos advierte que no se relaciona con el fallecimiento de esta personalidad sino que posiblemente sus adversarios políticos que diseñaron este sepulcro que nunca fue utilizado, se refieren a la intervención justamente ese año "fue elegido nuevamente Presidente de la Academia de Jurisprudencia, hasta que fue intervenida por Rosas y entró en una etapa de crisis bajo la acción directa del Gobierno". Algunas versiones afirman que este sepulcro fue comprado por Jose Gabriel Ocampo mientras que otros afirman que fue construida por miembros del gobierno para atemorizarlo y como advertencia.
RECURSO.
La docencia forense de José Gabriel Ocampo
El protagonista de este estudio1, José Gabriel Ortiz de Ocampo y Herrera Guzmán, nació en la Provincia de La Rioja, actual República Argentina, en 1798,en el seno de una antigua familia de noble raíz criolla, con muy ilustres antepasados, y parientes de descollante figuración: militares, políticos, eclesiásticos, juristas, escritores y poetas.
En 1813, con la inspiración de las Cortes de Cádiz, una Asamblea General reunida en Buenos Aires abolió los mayorazgos y los títulos de nobleza. Muchas familias patricias vieron entonces a sus hijos adaptarse a la nueva situación. En el caso de los Ortiz de Ocampo, los más jóvenes dejaron de usar el “Ortiz de” y, en lo sucesivo, comenzaron a llamarse sencillamente “Ocampo”
El joven Gabriel Ocampo realizó sus estudios preparatorios en el Colegio de Nuestra Señora de Montserrat de la ciudad de Córdoba, capital de la Gobernación Intendencia. Luego ingresó en la Universidad, donde en 1818, a los 20 años, se graduó de doctor in utroque iure…
Amable y responsable, se integró rápidamente a la vida chilena2 y ocupó distintos cargos políticos y de docencia hasta mediados de 1826, cuando decidió volver a las Provincias Unidas del Río de la Plata;y luego de pasar por su provincia natal y por Córdoba, se dirigió a Buenos Aires, donde se matriculó para ejercer su profesión de abogado.
Poco después de la renuncia de Rivadavia, el 9 de septiembre de 1827, Ocampo fue aprehendido, por orden del General Lavalleja, junto con el Fiscal Herrera. Acusados de haber promovido una conspiración para restaurar el régimen unitario, ambos funcionarios fueron arrancados de sus casas con suma violencia para ser deportados. Ocampo fue embarcado en un bote y expulsado a las costas de Buenos Aires…
El 1º de enero de 1829, a los 30 años, contrajo matrimonio en Buenos Aires con Elvira de la Lastra y Gómez Vidal, niña de 17 años, de prosapia cordobesa, que le dio seis hijos hasta que enviudó después de diez años de matrimonio. Los primeros éxitos forenses le permitieron adquirir casa propia en la calle Catedral nº 140, donde enseguida instaló su estudio al que comenzaron a acudir numerosos clientes, que tenían como común denominador su escasa simpatía por el régimen rosista…
En 1834, Ocampo pasó a ser Presidente de la Academia de Jurisprudencia. Al año siguiente la Academia, presidida por Vélez Sarsfield, publicó su obra “El origen, progreso, alteraciones y estado actual de la Enfiteusis de los terrenos públicos de pastoreo en la Provincia de Buenos Aires”. En 1837 fue elegido nuevamente Presidente de la Academia de Jurisprudencia, hasta que fue intervenida por Rosas y entró en una etapa de crisis bajo la acción directa del Gobierno…
El devenir de los hechos hizo que Ocampo llegara a ser tan desagradable para Rosas que, refiriéndose a él, dijo: “A este doctor he de meterlo en un cuerno y he de taparlo con otro cuerno”. Enterado, se recluyó prácticamente en su casa, poco menos que oculto, para escapar de los vejámenes de la Mazorca, que lo merodeaba y podía asesinarlo, como sucedió con Juan Antonio Sarachaga, que pagó con la vida su poco entusiasmo por el Gobernador. Poco después del fallecimiento de su mujer, finalmente, la Mazorca asaltó su casa el día de navidad de 1838. El Dr. Ocampo consiguió huir por la azotea y refugiarse en la casa de su vecino y amigo, Emilio Castro, después Gobernador de Buenos Aires, donde halló generoso asilo. Forzado a emigrar, abandonó todo cuanto tenía, y se embarcó rumbo a Montevideo disfrazado de vendedor ambulante. Dejó a sus hijos pequeños al cuidado de su suegra y sus cuñadas, y cruzó el río iniciando lo que sería una ausencia física definitiva de su Patria
Cuando fugó de la ciudad, en 1839, era uno de los abogados más prestigiosos del Foro porteño. Preocupado por la suerte de sus clientes, Ocampo dejó una carta para su colega, Lorenzo Torres, quien se ocupó de firmar los escritos que le presentaba su pasante, Miguel Esteves Saguí. Su antiguo pasante y futuro yerno, el joven Carlos Tejedor, que trabajaba en el estudio, tomó también el camino del exilio después de la conspiración de Maza. Apenas llegó a Montevideo le fue reconocida su matrícula de abogado y fue nombrado primer Presidente de la Academia de Jurisprudencia Teórico Práctica que, el 23 de mayo de 1840, autorizó la incorporación de Alberdi como abogado, pero Ocampo permaneció poco en el Río de la Plata y llegó a Chile en 1841. Enseguida instaló su bufete y dos años después contrajo nuevas nupcias con D. Constanza Pando y Urizar24, distinguida dama con quien también tuvo descendencia. Durante los años que siguieron, y hasta su muerte –escribió Armando Braun Menéndez–, “el estudio del Dr. Gabriel Ocampo fue el primero, el más prestigioso y respetado del foro de Santiago”. El 28 de junio de 1843 fue fundador de la Facultad de Leyes,…
Después de la caída de Rosas, Gabriel Ocampo fue nombrado por el Presidente, Justo José de Urquiza29, Ministro de la Primera Corte Suprema de Justicia del Gobierno de la Confederación Argentina, pero prefirió permanecer en Chile.
Leiva, Alberto David “La docencia forense de José Gabriel Ocampo”
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