jueves, 4 de noviembre de 2021

TOMAS EDUARDO DE ESTRADA. La empresa editorial y la inovación gráfica

 TOMÁS EDUARDO DE ESTRADA. Nació el 25 de abril de 1874 y falleció el 2 de mayo de 1936. Una empresa editorial y la inovación gráfica.

Foto personal tomada el 14 de agosto de 2021

En esta importante placa conmemorativa que encontramos en el frente del Mausoleo de MANUEL ESTRADA, vemos a un costado una palma que simboliza el triunfo y en el otro lado a un costado de la imagen del homenajeado las amapolas para evocar el sueño eterno que deseamos y una rama de una flor que presumo puede ser un cardo con toda su simbología asociada al sufrimiento tanto de Cristo como de la Virgen María. En la placa podemos leerr: "Los empleados del Banco de la Nación Argentina, graban en esta placa sus sentimientos de afecto y gratitud a la memoria de su ex Presidente TOMÁS E. DE ESTRADA, varon justo y bueno. 1922-1929".
RECURSO.
CARDO: La flor de la Pasión de Cristo


Desde la antigüedad, las flores han sido ampliamente usadas en las celebraciones rituales. Ha sido así para las civilizaciones mediterráneas pre-cristianas, el mundo egipcio, el cretense y el greco-romano, continuando en los siglos sucesivos, cuando con la Edad Media el uso de las flores se transformó prestando una atención particular a la comprensión de las valencias médicas y terapéuticas de los antiguos herbolarios, condición indispensable para comprender cómo las acepciones “salvíficas” de algunas flores se transfirieron a la Virgen y los santos.

El libro de Sara Piccolo Paci Rosa sine Spina. I fiori simbolo di Maria tra arte y mistica (Ancora) ayuda a recorrer la historia de la importancia de las flores a lo largo de los siglos y su acercamiento a las imágenes sacras, sobre todo a las de Cristo y su Madre. Una de ellas es el cardo mariano, que se asocia a un simbolismo doloroso. Se trata de una planta cigofilácea de hojas compuestas y fruto espinoso el cual se caracteriza fundamentalmente por la presencia de espinas en las hojas, en el tallo, o en la infloresecencia.

Además de la presencia de espinas, es característica la forma de la inflorescencia: flores numerosas reunidas en capítulos densos. Otra de sus características es su porte herbáceo, aunque puedan lleguen a alcanzar gran tamaño en ningún caso son de tipo arbustivo o arbóreo. La planta fue inicialmente descrita por el sueco Linneo – el ‘padre’ de la botánica moderna – como Carduus marianus, en 1753. El cardo era conocido tanto por su uso alimentario como por el terapéutico. Sus propiedades tónicas, antioxidantes y galactógenas la volvían una planta valiosa, a menudo era usada por las mujeres recién paridas y los ancianos como integrador y regenerador.

Las pequeñas manchas blancas que se encuentran en las hojas y los usos galactógenos dieron origen a la leyenda que cuenta sobre las gotas de leche de la Virgen que cayeron mientras amamantaba a Jesús durante la fuga a Egipto. La presencia de las espinas la volvieron apta también para representar los dolores de María, además de evocar la imagen de la corona de espinas de la crucifixión.

Cabe destacar que la mayor parte de las denominadas comúnmente cardos son plantas pertenecientes a la familia de las Compuestas o Asteráceas. Pero no todas. Cardos muy comunes son el cardo corredor, de la familia de las Umbelíferas y la cardencha, de la familia de las Dipsáceas. Los géneros que agrupan a especies de cardos más típicas son Carduus y Cirsium, de la familia de las compuestas. Son también cardos prototípicos los de los géneros Onopordum (cardos borriqueros) y Silybum (cardo mariano).

No obstante, hay numerosos géneros de compuestas que presentan el conjunto de características propias de un cardo. Fue inicialmente una especie nativa propia de los países ribereños del Mediterráneo llegando hasta la India y Siberia; expandiéndose rápidamente por el resto del mundo, creciendo como una planta silvestre en los bordes de los cultivos, caminos y carreteras, así como en terrenos baldíos, urbanos y descampados, en suelos muy nitrificados, desde el nivel del mar hasta 1300 m de altitud, floreciendo de abril a agosto. El uso de cardo mariano es habitual en tratamientos de medicinas alternativas que no ha superado las oportunas pruebas de verificación, lo que ha sido criticado por algunos expertos en oncología.


https://luzbel524.wordpress.com/.../cardo-la-flor-de-la.../ 




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