MATÍAS W. NOLASCO. Una memoria que se pierde.
Fotos personales tomadas el 14 de agosto de 2021.
Con mucha tristeza y nostalgia comparto esta fotos que son un testimonio de una memoria que se esfuma. Esta arquitectura que supo ser en otro tiempo de mucha calidad ya ha perdido su techo, lo que asegura un gran deterior. Su puerta simbólicamente ha sido cerrada con precarias tablas pero aún así mantiene una belleza de otro tiempo. Si se fijan detenidamente verán unos diseños hecho en la piedra que representa en una especie de filigrama hojas, flores, ramas, moños y palma como si fuera un canto de victoria de una primavera deseada que renueva la certeza de aquello que recomenzará. La cruz que aún comunica estas dos realidades está acompañada por dos pebeteros de los cuales consistentemente aparecen llamas para simbolizar una memoria ausente. No tengo datos sobre el titular de esta bóveda
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