domingo, 17 de julio de 2022

CARLOS SAGUIER. Sobre el parentezco de los Alvear con el Gral. José de San Martín

CARLOS SAGUIER. Sobre la mezcla de los Alvear y el Gral. José de San Martín.

Fotos personales tomadas el 16 de julio de 2022
Al detenerme frente a estos nichos, muchos de ellos actualmente vacios, no me imagine donde me llevaría la investigación, por supuesto, inconcluso y solamente intuida. Vemos dos placas en las que aún se puede leer, en una: "CARLOS SAGUIER. 19 de julio 1887" y en la otra: "CARLOS SAGUIER. Q.E.P.D. El 21 de juniio 1942". El tema es que posiblemente en estos nichos haya estado o aún se encuentren los restos de MARÍA JOAQUINA DE ALVEAR, una de las hijas del Gral. Carlos de Alvear, que termino su vida internada en un hospital psiquiatrico y que estaba casada con AGUSTÍN ARROTEA IRANZUAGA. Es muy posible que en la lápida que aún perdura en la parte superior y que no puedo ller diga: "AMELIA ARROTEA A. DE MACHAIN. Q.E.P.D. 31 de agosto 1927" que fue justamente hija de Joaquina María Mercedes de Alvear Sáenz de Quintanilla que nació el 14 de abril de 1823 y fallecfió el 7 de junio de 1889 a los 66 años de edad. Es justamente esta persona la que inicia el rumor que afirma que el Gral José de San Martín era hijo nacido fuera del matrimonio de un Diego de Alvear y una mujer de origen guaraní. Esta teoría ha despertado un apasionado debate. Lo único cierto y atestiguado es que esta señora escribió en su testamento esa afirmación. Frente a muchos de estos monumentos funerarios uno comienza a tirar el hilo de un nombre y se encuentra repentinamente en medio de un relato apasionante. Por eso vale la pena prestarle atención a cada uno de estos nombres. De los dos Carlos Saguier no he tendio mayor información.
RECURSO
El manuscrito de doña Joaquina Doña María Joaquina de Alvear y Sáenz de Quintanilla (1823-1889), hija de Carlos de Alvear,escribió sus memorias, que constituyen, según Hugo Chumbita, conocedor del manuscrito, “una colección de anotaciones, cartas y recortes periodísticos pegados cuidadosamente en las páginas encuadernadas de un libro de comercio. El propósito de Joaquina era transmitir a sus descendientes las semblanzas de los integrantes de la familia”. Chumbita refiere que en dicho manuscrito doña Joaquina “hace una relación de sus antepasados, fechada en Rosario de Santa Fe el 22 de enero de 1877, declarando que fue "hijo natural de mi abuelo, el señor don Diego de Alvear y Ponce de León, habido en una indígena correntina, el general José de San Martín", y lo reitera en otras páginas, al referirse a los hermanos carnales José y Carlos, y al narrar una visita que ella hizo a San Martín en Francia”. Referente a esta vista, según lo consigna Chumbita, Joaquina escribe:
"Y examinándolo bien encontré todo grande en él, grande su cabeza, grande su nariz, grande su figura y todo me parecía tan grande en él cual era grande el nombre que dejaba escrito en una página de oro en el libro de nuestra historia y ya no vi más en él que una gloria que se desvanecía para no morir jamás. Este fue el general José de San Martín natural de Corrientes, su cuna fue el pueblo de Misiones e hijo natural del capitán de Fragata y General español Señor Don Diego de Alvear Ponce de León (mi abuelo)".
En los documentos anexos a la Resolución de la Cámara de Diputados presentado por Chumbita y otras personalidades, leemos:
“Rosario de Santa Fe, 22 de Enero de 1877 Cronología de mis antepasados Yo, Joaquina de Alvear Quintanilla y Arrotea, declaro ser nieta del capitán de fragata general español señor don Diego de Alvear Ponce de León, que era gobernador de la isla de León cuando, con motivo del rey José, ocuparon los franceses a España... Soy hija segunda del general Carlos María de Alvear, que arrojó al usurpador brasilero del territorio oriental...
Soy sobrina carnal, por ser hijo natural de mi abuelo el señor don Diego de Alvear Ponce de León, habido en una indígena correntina, el general José de San Martín, que tan brillantemente descolló cuando [era] sólo coronel y dejando su nombre grabado en el templo de San Lorenzo, provincia de Santa Fe, en la grande victoria alcanzada con su famoso escuadrón granaderos de a caballo, y que más tarde selló la libertad hispanoamericana de todo un continente en Chacabuco y Maipú”.
En cuanto al manuscrito de Joaquina no existe la menor duda acerca de su autenticidad. Propiamente no existen impugnadores del manuscrito, pero se tiene que tener presente que autenticidad no implica necesariamente veracidad. Pero tampoco podemos descartar un documento porque diga cosas diametralmente opuestas a lo que dicen otros documentos o lo diga la historia oficial. Tiene, necesariamente, que contrastarse con lo dicho en otras fuentes, así como con indicios que pueden colegirse de ellas.
Recurrir a las fuentes orales y a la memoria hoy goza de gran aceptación en la investigación histórica. Y este es el camino seguido por el historiador Hugo Chumbita, quien es el que mejor conoce y el que mejor ha expuesto este tema tan polémico. Los detractores, por lo general, no realizan un análisis en profundidad con el objetivo de acercarse a la verdad. Muchos se dejan ganar por la defensa a priori de lo que ya se tiene establecido como verdad. Esto tiene mucho que ver con el culto al héroe..
San Martín. En torno a sus orígenes Jorge G. Paredes M. jgparedesm@yahoo.com Enero 2008 Lima-Perú




1 comentario:

  1. Jorge Moras M
    El mausoleo familiar de los Saguier se inicia con Carlos Saguier Viana (Asunción del Paraguay, 1830-Buenos Aires, 1887), casado en 1868 con Aurelia Arrotea Alvear (1850-1927), hija de Agustin Arrotea y Joaquina María de Alvear Sáenz de la Quintanilla (sexta hija de Carlos María de Alvear y Balbastro).
    Del matrimonio de Carlos y Aurelia el primero de sus cinco hijos fue Carlos Ricardo Saguier Arrotea (1869-1942), cuyos restos se encuentran en el mausoleo Saguier.
    Tras el fallecimiento de su marido, en 1889 Aurelia se casó en segundas nupcias con Gregorio Justiniano Machaín (1849-1916), de cuyo matrimonio hubo un solo hijo (medio hermano de Carlos Ricardo) que se llamó Agustín Justiniano Machaín Arrotea (1890-1942), cuyos restos, así como los de su madre tuvieron por destino el mausoleo familiar Saguier.
    Es en extremo improbable que a su muerte los restos de Joaquina María de Alvear Sáenz de la Quintanilla de Arrotea hayan sido destinados al mausoleo Saguier.

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