sábado, 4 de septiembre de 2021

JOSÉ M. ZUBILLAGA. El silencio es oro. El gesto HARPOCRÁTICO

JOSÉ M. ZUBILLAGA. El silencio es oro. El gesto Harpocrático 

Fotos personales tomadas el 19 de junio de 2021.
Este gesto convocando al silencio lo encontramos frecuentemente en diversas obras arquitectónicas en este espacio. Tiene una rica historia y simbología que permite darle una variada interpretación. Tenemos que recordar que en la espiritualidad cristiana el silencio y la prudencia en el habla y el lenguaje es una virtud.
No he encontrado información sobre el titular de esta propiedad.
RECURSO.
"Silentium est aureum "gesto Harpocratico
Harpocrates es el nombre griego con el que es conocida la deidad egipcia Horpajard o Horpajered, nombre del dios Horus en Alejandría. Los griegos lo adoptaron como dios del silencio, la renovación constante, entre otras cosas.
Para los antiguos griegos era el dios del secreto y la discreción al interpretar la postura del dedo en la boca como un gesto de silencio.
"Conciderarlo como aquel que rectifica y corrige las opiniones reflexivas, imperfectas y parciales tan extendidas entre los hombres en lo que consierne a los dioses. Por eso y como símbolo de discreción y silencio, aplica ese dios el dedo sobre sus labios". Plutarco
Su culto se desarrolla en el imperio nuevo y los griegos le adoran en el templo de Coptos.
Harpócrates (Hor-pa-jard o Har-pa-jered) significa 'Horus niño'.
Se supone que Harpocrates habría nacido con el dedo sobre los labios, sin duda, su atributo más distintivo, aunque ciertamente infantil, este gesto es símbolo de su conexión con los sagrados misterios. Es una exhortación para refrenar la lengua común en la literatura sapiencial egipcia.
"Los egipcios como los griegos supieron valorar la importancia de la palabra tanto en este mundo como en el otro". Plutarco
Una vez helenizado, este dios empezó a asemejarse a otras deidades.
Cambio su mecha de juventud por la cabellera rizada del pequeño dios del amor, algunas veces lleva en la espalda alas de Eros. Algunas veces toma prestados algunos atributos de Dioniso. Pero siempre aparece representado con el gesto tan característico de llevar el dedo índice en la boca, gesto que los romanos interpretaron como una invitación a no divulgar los secretos de la iniciación en los misterios Isiacos.
Plutarco, en cambio, se desmarca de esta interpretación, ora el Harpocrates es una deidad sería cuya función primordial es corregir las nociones equivocadas que los hombres tienen y lo que es peor profieren sobre los dioses. Harpocrates, entonces se lleva el dedo a los labios en sensor de silencio y de discreción más que nada.
En efecto, nada de lo que el humano posee por naturaleza es más divino que la palabra pero la mayoría actúa de forma ridícula al proclamar el uso de la palabra.
El gesto es más bien una admonicion a callar momentáneamente. Según Plutarco la palabra es el mejor de los dones. En sus origenes, el signum harporacyum posee como bien lo explica Andre Chastel "una poderosa motivación religiosa, el pequeño dios recuerda, mejor de lo que haría una inscripción a la entrada del santuario, que hay que contener las palabras. La divinidad se calla para hablar al corazón, si el fiel no guarda silencio, no percibe la lección interior que reemplaza al discurso.
Después de la cristianizacion hasta el día de hoy el gesto a had much uses, tan simples como ora pedir silencio o para razones menos simples, algunas sectas revivieron el uso de Harpocrates en la entrada de los sitios donde se reúnen o reunían, algunas de estas sectas usan el símbolo inclusive como advertencia de que no se deben revelar sus secretos llegando a cortar la lengua y garganta de quién lo haga. Los masones usan también este símbolo en la entrada de sus templos actualmente.




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