lunes, 27 de septiembre de 2021

JULIAN SUPARO para su esposa ANASTACIA Z. DE SUPARO. Primeros tiempos

JULIAN SUPARO para su esposa ANASTACIA  Z. DE SUPARO. Los primeros tiempos

Fotos personales tomadas el 14 de agosto 2021.
El descifrar el epitafio de estas tumbas es realmente un trabajo de arqueólogos. Aparentemente lo que allí se escribió dice: "JULIAN SUPARO. Dedica este monumento a su esposa ANASTACIA Z. de SUPARO". No veo fecha ni otra indicación. El ángel que vela sobre esta lápida en su sencillez tiene una hermosura y un misterio que emociona.
RECURSO.
Cementerio de la Recoleta - Cementerio del Norte
Junín 1760
Ciudad de Buenos Aires – Argentina
Tel: 4804-7040 y 4803-1594
En el año 1583 Don Juan de Garay otorga a Don Rodrigo Ortiz de Zárate el terreno donde se encuentra actualmente este cementerio, paraje que era conocido como "Los Ombúes", por los árboles que se encontraban en el lugar.
Hacia 1715, Don Fernando de Valdez e Inclán y su esposa Doña Gregoria Herrera y Hurtado siendo propietarios de estas tierras, donaron parte de ellas a la orden de los [Franciscanos] Recoletos Descalzos para levantar un convento (hoy Centro Cultural Recoleta) y una iglesia, Nuestra Señora del Pilar, la que se comenzó a construir en 1716. El adinerado comerciante Juan de Narbona que fue designado administrador de las obras la puso bajo la advocación de la Virgen del Pilar, por ser la patrona de Zaragoza, su ciudad natal. La iglesia fue inaugurada el 12 de octubre de 1732. El 12 de marzo de 1830 fue creada la Parroquia y el 12 de marzo de 1936 fue elevada a la dignidad de Basílica por SS Pío XI.
El lugar apartado y solitario fue propicio para que allí se estableciera la Santa Recolección, cuyos frailes se entregaban a la meditación. Las tierras linderas servían de huerto para los frailes recoletos.
En 1822 durante la gobernación del Brigadier General Don Martín Rodríguez, siendo ministro de Gobierno Don Bernardino Rivadavia, la orden fue disuelta por la reforma general del orden eclesiástico cuando se clausuran conventos, se suprimen órdenes religiosas, se destierra a los frailes y se cierran los camposantos de las iglesias. En consecuencia la huerta del convento es convertida en un cementerio público, el Cementerio del Norte, primero en la ciudad de Buenos Aires inaugurado el 17 noviembre de 1822. Los planos fueron confeccionados por el ingeniero francés Próspero Catelin asistido por Pierre Benoit.
Cuenta el genealogista Aldo Beliera que cuando se hicieron las excavaciones para construir la playa de estacionamiento subterránea (frente al cementerio) se encontraron túneles con arcadas que posiblemente llegaban hasta el río, y restos que indicaban que ese lugar también fue utilizado para sepultar cadáveres. El francés Jean Belier (Juan Beliera), fallecido en la localidad de Pilar el 08-10-1814 a los 104 años de edad, y su esposa Basilia Antonia Olivares, fallecida el 15-11-1819 [ancestros del genealogista], fueron sepultados en el cementerio de la Recoleta por disposición testamentaria, según reza en sus respectivas actas de defunción de la Parroquia Nuestra Señora del Pilar, Pilar, Buenos Aires.
En principio el cementerio era sólo para católicos, pero en 1863 el presidente Mitre firma un decreto que permite que sean enterrados los practicantes de otras religiones.
Durante la década de 1870, como consecuencia de la epidemia de fiebre amarilla, muchos porteños de clase alta se mudaron al barrio de La Recoleta ubicado en el norte, alejado de la ciudad. Al convertirse en un barrio de clase alta, el cementerio pasó a ser el elegido para las sepulturas de las familias de mayor prestigio y poder de Buenos Aires.
Con el tiempo, el cementerio del Norte llegó a un estado de abandono hasta que en 1880, el primer Intendente de la ciudad de Buenos Aires, Don Torcuato de Alvear, encaró las tareas de remodelación del cementerio que fueron ejecutadas por el ingeniero-arquitecto Juan Antonio Buschiazzo.
El Cementerio del Norte es considerado Museo Histórico Nacional desde el año 1946 y ocupa actualmente cuatro manzanas. Más de 70 bóvedas fueron declaradas también Monumento Histórico Nacional por los personajes ilustres que aquí descansan, por el diseño arquitectónico y por sus magníficas esculturas.
Al ingresar al peristilo se observan en el piso tres fechas: 1822 (año de creación del cementerio), 1881 (fecha de su primera remodelación) y 2003 (tercera remodelación).
Por su rico patrimonio artístico es considerado uno de los íconos turísticos de la zona.





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