NORAH LANGE. Una grande de la literatura argentina.
Fotos personales tomadas el 3 de junio de 2022
El encontrarnos con la voz de una autora tan de vanguardia es siempre una tarea muy agradable y es una recompensa en este recorrer los senderos de la Recoleta. También es un placer escuchar las voces que sus poemas nos traen y que enriquecen el diálogo con este espacio. Esta placa conmemorativa se encuentra en el monumento funerario cuyo titular es JUAN GIRONDO
RECURSO.
NORAH LANGE
La escritora argentina Norah Lange murió el 5 de agosto de 1972. Dejó cuatro novelas, cuatro poemarios, dos memorias y varios discursos en los que continúan resonando su voz y legado. Novelista y poeta, estuvo vinculada a la vanguardia literaria porteña. No solo formó parte de distintos grupos culturales e intelectuales -como Martín Fierro primero y Proa después-, sino también se hizo un lugar entre las figuras literarias de la época.
Había nacido en Buenos Aires, el 23 de octubre de 1905. Comenzó a escribir desde muy joven. Su primer libro de poemas, La calle de la tarde (1925), lo publicó a los veinte años. Le siguieron Los días y las noches (1926); El rumbo de la rosa (1930), y Versos a una plaza. El prólogo del primero, con el que inició su carrera literaria, estuvo a cargo de Jorge Luis Borges. Hay quienes dicen que, en ese momento, hubo un amorío con el autor de El Aleph y, más tarde, con Leopoldo Marechal, quien se inspiró en ella para crear a Solveig Amundsen, uno de los personajes de su novela Adán Buenosayres. Sin embargo, hace unos años, la sobrina de la escritora, Susana Lange, desmintió la relación sentimental de su tía con Borges.
Lo que sí se sabe es que, luego de diez años de convivencia, Norah Lange se casó con el escritor Oliverio Girondo. Todo un escándalo para la época, ya que no era bien visto compartir un hogar, sin haber hecho primero un autógrafo en el registro civil o vestirse de blanco ante una Iglesia.
Entre sus obras, además de la poética, están las novelas Voz de vida (1927), 45 días y 30 marineros (1933), Personas en la sala (1950) y Los dos retratos (1956). También escribió dos libros de memorias: Cuadernos de Infancia (1937), por el que ganó el Primer Premio Municipal y Segundo Premio Nacional de Literatura, y su continuación, Antes que muera (1944). En 1958 fue reconocida con el Gran Premio de Honor y Medalla de Oro, otorgado por la Sociedad Argentina de Escritores (SADE).
Delfina Muschietti, crítica y docente de Letras en la Universidad de Buenos Aires (UBA), fue de las primeras en destacar la importancia de Lange. A propósito, comentó en una entrevista: "Lange ha quebrado el canon que sofocaba a la mujer escritora de comienzos de siglo. Ella ha roto con el canon de exclusión estética que estaba sellado desde que Borges escribió una reseña a la obra de Nydia Lamarque, donde dice que a las muchachas les está destinado el sentimiento y a los muchachos el verso pensativo. Digamos: Lange es la contracara de Storni; Alfonsina abre las puertas para la vanguardia en poesía, Lange hace lo mismo pero en la prosa".
A Norah Lange, tanto en vida como después, el prestigio nunca le faltó. Otros escritores y críticos, como César Aira, Elvio Gandolfo, Arturo Carrera, también aseguraban que la autora es una de las grandes de la literatura argentina.
El día de su fallecimiento, Norah Lange estaba escribiendo una novela que llevó por título El cuarto de vidrio: la única de sus obras que se publicó póstumamente. A continuación, y para homenajear y celebrar su obra, compartimos cinco poemas de la autora que se convirtió en una de las más prestigiosas de su generación.
1. El sol se había caído
con las alas rotas
sobre un Poniente.
Tus ojos se llenaron de crepúsculos pálidos.
Vino el vacío eterno de tu presencia
y todas mis horas se llenaron
de distancias.
Tus lágrimas se deslizan
por la pendiente de un recuerdo.
El rosario de tus besos
de tus huellas
aguarda tus pasos.
Vuelve.
Acaso en tu ventana
un verso mío se desangra.