TOMASA ALÉM PONCE DE LEÓN. El Comité Nacional Feminista.
Foto personal tomada el 3 de junio de 2022
Es importante rescatar de todo olvido el protagonismo de las mujeres en la vida política argentina. Es realmente extraordinario como la memoria custiodiada en la Recoleta nos revela permanentemente esas vidas y acciones. En esta placa podemos leer: "El Comité Nacionl Feminista de la Unión Cívica Radical a su digna Fundadora y Presidente Honoraria. Sta. TOMASA ALÉM. 1927-20 octubre 1928" Es necesario tener mucha paciencia con los apellidos ya que el de Além puede tambien aparecer con n final de la misma forma que Yrigoyen pùede aparece tanto con i latina o aún con H al inicio. En esta placa vemos un ángel portador de un ramo de flores que aproxima al busto de la persona recordad y en su otra mano lleva una antorcha invertida pero con la llama encendida para simbolizar que la vida es más fuerte que las tinieblas de la muerte. Esta placa se encuentra en el monumento funerario cuya titular es MARCELINA ALÉN DE YRIGOYEN.
Tomasa Alem Ponce de León,dama porteña. Su padre fue el mazorquero Leandro Alen Ferrer, político y pulpero, y su madre Tomasa Ponce de León Gigena, de quien heredó el nombre. Se dice que era "una buena moza, alta, bien plantada, sería", pero lo que más la destacaba era su personalidad, que la acercó desde niños a su hermano el radical Leandro N. Alem. Éste era muy cercano a Tomasa, y al suicidarse fue a ella a quien le dedicó sus últimas palabras: "adiós, Tomasa, perdóname todo cuanto te haya hecho sufrir por mi agitada vida, y cuanto te haré sufrir por esta, mi resolución. El caso era fatal, la situación ineludible. Vivir deprimido o morir. No creo que quedes abandonada. Todavía tengo confianza en la nobleza de las gentes: esto es, creo que hay todavía gentes buenas y nobles que sabrán apreciar mis sacrificios y oír mi solemne pedido, que lo hago para ti. Sí, no dudo que lo atenderán. Has sido la compañera de mi agitada y azarosa vida. Sé cuánto me has querido y del mismo modo te he querido yo. Debes creerme, pues, que al alejarme de ti para siempre, llevo el alma llena de sombras y dolores; voy con el corazón desgarrado y sangrando. Si algo me consuela, es esa confianza de que te hablo, de que tú no quedarás abandonada. Adiós, pues, otra vez, hermana querida, y otra vez perdóname." Su confianza fue correspondida, y así a la muerte del político, se juntó popularmente dinero para regalarle una casa a su querida hermana, y el gobierno le comenzó a pagar un subsidio mensual. Ella, resiliente, continuó con la gesta radical, herencia de su hermano, incluso apoyando a Alvear al ser electo, diciéndole en una carta que "ahora ya estoy tranquila porque veo que Dios me ha oído. Quiero también expresarle mi deseo: que quiero tener el honor de que la banda presidencial que cubra su pecho, sea la confeccionada por mí". Pocos años después moriría Tomasa Alem, para persistir en este retrato que hoy se comparte y en el nombre del Comité Femenino Radical de Córdoba que la honra. Aunque no tuvo descendencia, sí sus hermanos, en las familias Alem Iparraguirre, Yrigoyen Alem, Yrigoyen Podestá, Yrigoyen Campos, etcétera. (1844-1927)
J. Yturrios. Museo Saavedra de Buenos Aires
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