viernes, 8 de octubre de 2021

ANTONIO ZINNY. Precursor de los estudios históricos

ANTONIO ZINNY. Precursor de los estudios históricos.

Fotos personales tomadas el 29 de septiembre de 2020
RECURSO.
De Gibraltar a Bs As: Antonio Zinny
• POR ROBERTO L. ELISSALDE 07.10.2021
Se conmemora mañana el bicentenario del nacimiento en Gibraltar de Antonio Zinny, en el hogar de Alejandro Zinny y de Leticia Avinsur, él de origen húngaro y ella árabe. Estudió en España y se ignoran las causas por las que llegó a Buenos Aires en abril de 1842, y como bien se dijo "venía armado únicamente de su inteligencia y de su saber, para impulsar nuestras ciencias y artes incipientes"; se empleó en una casa de comercio para llevar la contabilidad y finalmente lo descubrió el napolitano Pedro de Angelis, que vio la notable formación del joven y su versación en idiomas.
Así lo llevó como traductor de la Gaceta Mercantil y luego al Archivo Americano. Al mismo tiempo comenzó a dar lecciones de inglés en el colegio de Luis Percy y posteriormente en el de Alberto Larroque en la calle Suipacha. Tuvo numerosos alumnos entre ellos a Manuelita Rosas a quien enseñó el idioma inglés y a cuyo círculo selecto de relaciones ingresó, y se jactaba ya en su madurez: "Yo enseñé el inglés al doctor Rawson, López Torres, Lagos García, del Valle, Alcorta, Chassaing, Varela, del Campo, Achával y Mansilla, fueron mis discípulos". Y de seguro en el exilio en Londres hasta la misma Manuelita debió recordar diariamente a su amigo y profesor.
Residía Zinny en la casa de los Matheu, cuyo padre había sido miembro de la Junta de Mayo de 1810 y luego de muchas conversaciones con el Pbro. Gabriel Fuentes, párroco de la iglesia de San Miguel, decidió bautizarse en la religión católica abandonando el protestantismo, ceremonia que se realizó el 28 de febrero de 1846. Esto le abrió aun más las puertas de los salones de importantes familias porteñas, donde seguramente conoció a Dolores Zapiola con la que casó en setiembre de 1853, matrimonio del que nacieron seis hijos y una numerosa descendencia que se prolonga a nuestros días. Digamos que la novia no era pariente directa del general Zapiola, aunque sus antepasados eran de Orio en Guipúzcoa, el mismo pueblo que esa rama, por lo que sin duda existía algún lejano vínculo familiar.
EL EDUCADOR
Hombre preocupado por la educación, Zinny fue un permanente colaborador de la Sociedad de Beneficencia concurriendo a tomar examen gratuitamente a todas las escuelas que dependían de la institución. También ocupó como supernumerario una cátedra en la universidad de Buenos Aires y fue docente de gramática y religión en el Colegio San Martín, al que llegó a dirigir. Dedicó una parte de su vida a la enseñanza ya que fundó el Colegio de Mayo, donde tuvo como colaboradores a Luis de la Peña y Dardo Rocha, hasta que pasó como director del Colegio Argentino de la ciudad de Corrientes, (subvencionado por el gobierno nacional) del que fue organizador, hasta el comienzo de la Guerra de la Triple Alianza en abril de 1865. Allí era corresponsal de algunos medios porteños y por esa razón cuando la invasión paraguaya se libró de caer prisionero, y regresó a la capital, donde volvió a la docencia en el Colegio del Salvador.
En ese momento empieza dar a conocer el fruto de largos años de una silenciosa labor de estudioso y aparecen en La Revista de Buenos Aires su valiosa "Bibliografía periodística de Buenos Aires hasta la caída de Rosas",
"El cólera morbo no es nuevo en el Río de la Plata", la biografía de Pueyrredón y la de Ignacio Alvarez Thomas. También escribió "Rasgos biográficos del ciudadano Domingo F. Sarmiento", que se imprimió en folleto y fue reproducido en El Nacional como una forma de propaganda política para su futura presidencia.
Se sucedieron una "Efimediografía", "Historia de los Gobernadores de las Provincias Argentinas", "Cronología de los Obispos del Paraguay", "Bibliografía histórica de la República Oriental del Uruguay", y de la "Gaceta Mercantil". Lo hizo también de la "Gaceta de Buenos Aires" a la que considera "el periódico más importante de la época de la independencia y el que necesariamente se consulta a cada momento, siempre que se trata de cualquier acontecimiento histórico de las Provincias Unidas del Río de la Plata". Agregó además que más que un índice, era un extracto de cuanto se registraron en esas páginas "datos poco o nada conocidos que nos fueron comunicados por contemporáneos y testigos presenciales y aún de actores y otras personas no menos dignas de crédito a quienes aquellos habían sido trasmitidos".
INMENSA GENEROSIDAD
Zinny fue paciente y perseverante en su trabajo; su legado es de inmensa generosidad: "He producido una serie de obras, que nadie puede dejar de consultar, y si no son la última palabra en sus materias respectivas, dejan trazado el camino para los que vengan en pos de nosotros y le faciliten la tarea".
Alberto Reynal O"Connor afirmó al inaugurarse un busto de Zinny en su tumba en el cementerio de la Recoleta: "Su amor a la historia nacional, su connaturalización con la sociedad argentina, he ahí su carta de ciudadanía, después de haber formado hogar, familia e hijos argentinos. Erudito en todas las controversias de la literatura histórica pocos penetraron como el en el período del coloniaje con tanto afán de investigación; amante del detalle, vemos deshacerse en sus manos los nombres de las familitas patricias".
En 1958, el historiador Narciso Binayán casado con una de las nietas del polígrafo Justina Carmona Zinny, recopiló bajo el título Estudios Biográficos las notas biográficas de distintos personajes que aparecían en las noticias de la época y escritas por Antonio Zinny: Miguel de Azcuénaga, Fernando López Aldana, Dámaso Antonio de Larraáha, César A. Rodney, el padre Castañeda, José Matías Zapiola, Felipe Senillosa, Julián Gregorio de Espinosa, Pedro Cabot, Juan Martín de Pueyrredon, Pedro Agrelo, Victorio García de Zúñiga, Ignacio Alvarez Thomas, José Tomás Guido, Antonio Fahy, Domingo Faustino Sarmiento, Andrés Lamas, Juan María Gutiérrez y Sir Samuel Auchmuty, una de las más logradas para su tiempo.
Como bien lo señala en su estudio preliminar Narciso Binayán, esta edición sirvió para continuar aquellos nobles propósitos que así definía Zinny: "Nos cabe la satisfacción de ver algunas de nuestras obras utilizadas por todo el que emprenda algún trabajo histórico, que era y es nuestra única aspiración".
El general Mitre dijo en vida de Zinny: "Los títulos griegos y un tanto extraños de sus obras han impedido tal vez que se popularicen; pero el que las haya estudiado con un poco de atención habrá visto que representan una gran biblioteca, ahorrando muchas investigaciones difíciles y ponen al alcance de todo el mundo noticias recónditas y correctas que no se pueden ni deben ignorar".
EL CENTENARIO
En el centenario de su nacimiento hace un siglo lo evocaron Martiniano Leguizamón y Ricardo Levene y se acuñó una medalla que en su anverso trae el perfil del historiador con el nombre de Antonio Zinny 1821-1921 y en el reverso La Junta de Historia y Numismática Americana al bibliógrafo y educacionista.
La Sociedad Argentina de Estudios Históricos en 1940 en el cincuentenario de la muerte de Zinny se dirigió a los poderes públicos, solicitando la reedición de sus obras completas y encomendó la tarea de escribir una biografía a Ramón de Castro Esteves, Enrique de Gandía, Juan Cánter y Rosauro Pérez Aubone. El escultor Luis Perlotti, se ofreció para modelar una medalla conmemorativa.
En 1971 en su bicentenario fue recordado por Enrique de Gandía en la Academia Nacional de la Historia que definió a Zinny como "un hombre providencial en nuestra historiografía y si no hubiese existido, la historia argentina habría perdido irremediablemente pormenores de gran trascendencia".
Una calle de Buenos Aires en el barrio de Parque Avellaneda, una plazoleta y una escuela en el de Palermo recuerdan su nombre. En 1972 como eco del sesquicentenario de su nacimiento fue el R.P. Guillermo Furlong, quien con el nombre de Antonio Zinny promovió la creación de un Instituto Bibliográfico, que su presidente Jorge C. Bohdziewicz continúa al presente con notables publicaciones y ediciones que son un digno homenaje a su ilustre patrono..
Roberto L. Elissalde
Historiador. Vicepresidente de la Academia Argentina de Artes y Ciencias de la Comunicación.






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