viernes, 29 de octubre de 2021

MARTÍN CASTRO ESCALADA . El lenguaje de las flores

 MARTÍN CASTRO ESCALADA. (1878-1933). Médico 

Fotos personales tomadas el 14 de agosto 2021

En esta obra arquitectónico donde predominan las grandes líneas rectas y los volúmenes rigurosamente cuadrados, sorprenden las iniciales MCE que no es otra cosa que las iniciales del titular de este espacio. Vemos una placa que le recuerda donde una figura femenina cubre con guirnaldas de rosas una urna como símbolo de afecto y amistad. En esa placa podemos leer: **"La Sociedad de Oto-Rino-Laringología de la A.M.A al Profesor MARTÍN CASTRO ESCALADA. 30 de abril de 1939**".

RECURSOS.
Martín Castro Escalada (1878-1933): nacido en Salto, Uruguay, estudió toda su carrera médica en Buenos Aires.

Se graduó en 1903 con tesis sobre “Sincisioma Maligno”. Fue Jefe de Clínica, Profesor Adjunto y Profesor Suplente de Clínica ORL. Médico Militar, trabajó en Sanidad de la Armada. Fue especialista en tratamientos radioterápicos y en su tesis de adscripción al Profesorado, publicada en Anales de la Sociedad Argentina de ORL
comenta ocho casos de neoplasma de esófago, tratados por medio de una sonda de su invención. Fue Presidente de la Sociedad Argentina de ORL en 1931.

http://faso.org.ar/revistas/2011/1/nota12.pdf

Lo que susurran las flores del cementerio

En un cementerio encontraremos un espacio cargado de símbolos, en donde flores y plantas juegan un papel esencial. Cada una de las que allí veremos, ya sean vivas, o talladas en mausoleos o lápidas, contienen mensajes: muchos de ellos provenientes del origen de la humanidad. Símbolos que con sus formas, colores y olores sensibilizan el alma y nos conducen a reflexionar sobre la vida.

En su Crítica del Juicio , Emanuel Kant consideraba la jardinería como un “arte de la forma” incluido dentro de la pintura.

Rosario Assunto, en su ensayo sobre la ontología y la teleología del jardín, va más allá en su reflexión: el jardín funerario alcanza el más sublime grado artístico. Lo hace porque dispone de una ontología propia, basada en la relación entre la vida y la muerte. La primera, representada por la vegetación en constante renovación, y la segunda, entendiendo ese locus como el espacio que separa lo material y lo espiritual.

El jardín funerario alcanza ese grado artístico además porque dispone de una teleología. En las causas finales del jardín funerario, arte y naturaleza se integran en pos de un mensaje común: el eterno retorno. Así, los conceptos de sueño eterno y renovación de la vida han sentado las bases, en todas las culturas, del arte jardinístico funerario.


https://theconversation.com/lo-que-susurran-las-flores...





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