sábado, 2 de octubre de 2021

CLEPSIDRAS ALADAS o RELOJ DE ARENA

RELOJ DE ARENA O CLEPSIDRA

Fotos personales tomadas durante el 2018.
Si nos ponemos rigurosos la clepsidra es el reloj de agua que fue sustituido por el reloj de arena. Es uno de los simbolos que encontramos más frecuentemente en la arquitectura de fines del siglo XIX y principios del XX que nos miran desde cada rincón de este espacio. Tenemos que recordar que las personas o las familias que escogieron este mensaje muchas veces tenían la experiencia de una existencia muy breve. Desde esa perspectiva estas CLEPSIDRAS no adviernten e invitan de vivir en plenitud, de concentrarnos en lo esencial, de gozar de cada día y cada hora.
RECURSO.
Reloj de arena.
El reloj de arena simboliza la caída perpetua del tiempo (Lamartine); su flujo inexorable, y por tanto su consumación en el ciclo humano con la muerte. Pero significa también una posibilidad de inversión del tiempo, un regreso a los orígenes. La forma del reloj de arena, con su doble compartimento, muestra la analogía entre lo alto y lo bajo, así como la necesidad, para que el flujo se produzca hacia arriba, de invertir la ampolleta. La atracción se ejerce por supuesto hacia abajo, a menos que se invierta nuestra manera de ver y de actuar. Conviene señalar la exigüidad de la relación entre lo alto y lo bajo, estrecho gollete por donde la relación puede establecerse en un movimiento continuo. Lo vacío y lo lleno deben sucederse; hay pues paso de lo superior a lo inferior, es decir, de lo celeste a lo terreno, y luego por inversión de lo terreno a lo celeste. Tal es la imagen de la opción, mística y alquímica. En Asia, y también en los países árabes, al tambor se le da a veces la forma de la ampolleta. Se aproxima así a la -+ calabaza, al ..... horno de fundición de los alquimistas chinos y al monte K'ouen-Iuen, centro del mundo. Ocurre que los dos depósitos de la ampolleta corresponden al cielo y a la tierra, y el hilillo de arena, invertido cuando se le da la vuelta al aparato, representa los intercambios entre uno y otra, la manifestación de las posibilidades celestes y la reintegración de la manifestación en la fuente divina. El estrangulamiento medio es la puerta estrecha por la que se efectúan los intercambios, el polo de la manifestación. La terminación del flujo marca el fin de un desarrollo cíclico, del que Schuon ha señalado que es exactamente conforme al movimiento en principio imperceptible de la arena, y luego cada vez más rápido hasta la precipitación final. Un simbolismo semejante se vuelve a encontrar en el tambor-ampolleta de Shiva, el damaru: las dos partes son sus dos triángulos invertidos, linga-yoni, cuyo punto de contacto es el bindu, origen de la manifestación. El damaru emite el sonido primordial. shabda (DANA. MALA. SCHT). P. G (Iniciales del autor de esta entrada)
DICCIONARIO DE LOS SÍMBOLOS Bajo la dirección de JEAN CHEVALlER Doctor en teología. Profesor de filosofía con la colaboración de ALAIN GHEERBRAN.







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