domingo, 3 de octubre de 2021

VENTURA G. COLL. Un rito de pasaje.

 VENTURA G. COLL Un rito de pasaje.

Foto personal tomada el 24 de septiembre de 2019.
Nuevamente tenemos en esta placa conmemorativa esta alegoría psicopompa que tiene como tarea acompañar en un rito de pasaje las almas de los difuntos. Allí vemos como con una mano guía con mucha serenidad en ese proceso, acompañado por un grupo, todos con vestimentas muy griegas o romanas. La otra mano sobre el picaporte de esa misteriosa puerta que lleva a otra forma de existencia
Esta placa y este gesto de un personaje conductor que sugiere un nuevo camino a través de la invitación a atravesar esa puerta es muy frecuente en este espacio. También en el dintel de esta puerta como en las otras aparece la palabra PAX con la cual nos indica el contexto en el cual se desarrolla la escena. Igualmente encontramos la palma de la gloria a los pies del grupo. En los escalones que conducen a esa puerta aún cerrada se puede leer: AMISTAD, LEALTAD, NOBLEZA que expresan los valores ideales en aquel momento y en este grupo social.
RECURSO
Archivo Histórico del Partido de San Miguel •
VENTURA G. COLL
SU ACCIÓN EN EL PARTIDO DE GENERAL SARMIENTO
A pesar de pertenecer a una reconocida familia de la sociedad santafecina y codearse con lo más granado de la sociedad porteña, Ventura G. Coll era fundamentalmente un hombre de campo, hábil jinete, gustaba de compartir largas charlas y mateadas con paisanos de los diferentes caseríos durante sus largas expediciones por el campo argentino.
No existen datos fehacientes de su llegada al reciente formado Partido de General Sarmiento pero podemos inferir, haciendo volar un poco la imaginación y con los pocos datos que tenemos que, su relación de parentesco con el ingeniero agrimensor Carlos de Chapearouge y siendo éste vocal suplente e Ingeniero Municipal durante la gestión del primer intendente Luis María Gonnet en 1889, lo hacen embarcarse en una nueva aventura que fue la de involucrarse en la formación y crecimiento de un nuevo partido de la, por aquel entonces, campaña bonaerense.
LA QUINTA “MIRA-LEJOS”
De esta forma decide Ventura Coll continuar con su vida y para ello, adquiere unas tierras en las afueras del pueblo y hace construir en 1889 una gran casona a la que bautiza con el nombre Quinta “Mira-Lejos”. Está hermosa casona de dos plantas que aún existe (Casa de Retiro de la Asociación Hijas de la Misericordia), sirve de vivienda, no solo a Ventura y su familia sino también a la familia de su hermana Agustina Coll, casada con su amigo y colega Carlos de Chapearouge.
Además, allí se celebraban las fiestas patrias y servía de sitio de reuniones sociales para familiares y amigos que llegaban de diferentes puntos de la Capital Federal. Según el historiador Eduardo I. Munzón, en esa quinta se planeó la organización del Partido de General Sarmiento.
SU ACCIÓN PÚBLICA
La primera aparición de Ventura G. Coll registrada data del año 1888, cuando junto con otros vecinos destacados como Carlos de Chapeaurouge; Serafín Germano; Antonio y Eustaquio Salinas; Blas País y otros, anuncian al arzobispo de Buenos Aires, Dr. Federico Aneiros la culminación de las obras para la construcción de la casa parroquial y rogarle cumpla con el pedido hecho tres años atrás de elevar a la categoría de parroquia a la capilla, que había sido inaugurada en 1881 y así nombrar a un capellán permanente. Esto, finalmente se logró al año siguiente.
Tras la creación del nuevo Partido de General Sarmiento en 1889, su presencia y participación en la vida pública del partido se hace más intensa. De esta manera es nombrado concejal representando al partido Conservador.
Posteriormente, es nombrado intendente interino entre el 27 de octubre de 1890 y el 5 de abril de 1891. Durante su interinato y en reconocimiento al ingeniero Adolfo Sourdeaux, que había fallecido en 1883 en Morón y que sus restos todavía se encontraban en esa localidad, Ventura G. Coll presentó, el 2 de febrero de 1891 ante el Concejo Deliberante, un proyecto para disponer que la sepultura número 1 del cementerio fuera destinada a recibir a quien tanto había hecho para la formación y el progreso de los pueblos de San Miguel y Bella Vista.
En 1893 un grupo de vecinos, entre los cuales aparece Coll, se pone en campaña para que se cumpla la ordenanza promulgada durante la intendencia de Justino Obligado en 1891 sobre la construcción de una nueva iglesia ya que el pequeño templo construido en 1881 ya era insuficiente para las necesidades del pueblo. De esta manera, el 8 de octubre de 1893 durante el mandato de Ernesto Quesada, se coloca la piedra fundamental, bendecida por el arzobispo de Buenos Aires, León Federico Aneiros.
SU INTENDENCIA
Finalmente, el 25 de septiembre de 1894 fue nombrado intendente municipal hasta el 31 de diciembre de 1896 (entre el 29 de febrero y el 26 de marzo de 1896 hubo un interinato de Pedro Serres). Durante su mandato Ventura G. Coll logró concretar muchas obras para el progreso del partido.
El día posterior a su nombramiento nombró una comisión para terminar de ornamentar la plaza principal del pueblo.
La construcción de la nueva iglesia tuvo muchas detenciones ya que no se lograban conseguir los recursos necesarios. En enero de 1895, el nuevo intendente se comprometió a terminar el templo lo antes posible. Como primera medida el Concejo Deliberante lo autorizó a disponer del presupuesto necesario para comprar el altar y pagarle al constructor. Luego mandó demoler la vieja capilla y terminar el interior del templo. El 29 de septiembre dispuso su inauguración aunque todavía no estaba revocado su exterior, faltaba la pintura en el interior, tenía piso de ladrillos y carecía del campanario. De todas formas su inauguración se celebró con una gran fiesta en la plaza con fuegos artificiales y durante la cual Ventura Coll dirigió unas palabras al público presente.
Designó comisiones para el trazado, arreglo y ornamentación de las calles con la colaboración de los vecinos. Coll dispuso que se planten árboles en todas las calles, instando a los vecinos el cuidado de los mismos.
En octubre de ese mismo año dictó un decreto para inaugurar el 25 de diciembre las calles que se denominarían con los nombres de algunos militares que habían participado en la Guerra de la Triple Alianza.
Designó a la Plaza de las Carretas en la estación de Muñiz con el nombre Plaza Doctor Muñiz.
Fomentó la educación primaria premiando a maestros y alumnos por su rendimiento y comportamiento en clase.
Culmina su ansiado proyecto de traer al pueblo los restos de Sourdeaux para que descansen en la sepultura N°1 del Cementerio, rindiéndole así un merecido homenaje a quien fuera el fundador de estos pueblos.
En 1896 instaló la primera luz a querosén en el centro del pueblo, finalizando su mandato ese mismo año.
Además fue el primer presidente del Club de Regatas Bella Vista, la institución deportiva más antigua del partido y presidente de la Sociedad Filantrópica La Argentina.
Sin dudas Ventura G. Coll fue, después de Adolfo Sourdeaux, quien más hizo por el progreso de los pueblos de San Miguel y Bella Vista, por ello se lo considera como el mejor intendente que tuvo General Sarmiento y como un vecino cordial y afectuoso.
Falleció el 4 de mayo de 1916.





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