LUÍS VALIENTE NOAiLLES. Acrótera, clepsidra cruz florida.
Fotos personales tomadas el 10 de octubre de 2020.
Toda obra arquitectónica siempre establece un diálogo con quien la contempla. En este caso vemos en la cima una llama que promete un recuerdo y homenaje permanente. Una gran acrótera preside el centro de esta obra que nos habla de un espíritu de lucha. Debajo una cruz con terminaciones vegetales, posiblemente flor de lis, que simboliza virtudes y vida y finalmente una clepsidra alada que nos advierte a nosotros la necesidad de utilizar el tiempo apasionadamente.
El único dato que he encontrado de LUÍS VALIENTE NOAILLES es que ha sido uno de los fundadores del Automóvil Club Argentino.
RECURSO.
El 9 de diciembre, el automovilismo argentino celebró su primera carrera en ruta, el Gran Premio Recoleta-Tigre. Dalmiro Varela Castex, uno de sus impulsores, había participado en 1901 de la primera carrera de velocidad, en el hoy Hipódromo Argentino. Una crónica lo cita como corredor, otra como jurado. Las crónicas sí coinciden en que el otro corredor fue Marcelo Torcuato de Alvear, soló algunas crónicas lo declaran ganador. otras dicen que llegó tercero.
Varela Castex (presidente), Carlos de Álzaga, Félix Álzaga Unzué, José Pacheco y Anchorena, Luis Valiente Noailles y Alfredo y Carlos Tornquist conformaron el “distinguido grupo de caballeros”, así consta en la crónica, que en 1904 fundó el Automóvil Club Argentino (ACA). Dos años después, con el diario El País, organizaron la Recoleta-Tigre.
Ganó Miguel A. Marín (Darracq). Tardó 28,3 minutos en recorrer 38,2 kilómetros, aunque el segundo, Daniel MacKinley (Spyker), protestó el resultado. El Tigre, además de residencia de las clases altas, es el principal centro deportivo en la Argentina. También el deporte es patrimonio de las elites. Las carreras de ruta tal vez se democraticen con el tiempo.
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