domingo, 21 de marzo de 2021

LA DOLIENTE EN LA TUMBA DE FACUNDO QUIROGA. Santiago Calzadilla

RECURSO PARA PROFUNDIZAR LA CONMEMORACIÓN DEL DÍA INTERNACIONAL DE LA MUJER EL 8 DE MARZO 2021.

Con este material es mi intención recuperar la memoria que vive en este Cementerio de las mujeres protagonistas de nuestra historia injustamente olvidadas. Me sorprende el protagonismo de estas personalidades en la política y cultural.
LA DOLIENTE EN LA TUMBA DEL GENERAL FACUNDO QUIROGA. Fotos personales tomadas 24 de octubre de 2019.
La ortografía de este párrafo es tal como aparece en la versión de 1891 en la edición realizada en Rosario por la imprenta de Jacobo Peuser.
RECURSO.
He aquí 10 que sabemos al respecto: El Sr. Demarchi, del cual hemos dicho en esta crónica, de hechos muy característicos de una época (pero que los historiógrafos desechan o suprimen generalmente), que fue el esposo de una de las lindas hijas del General Quiroga, ya mencionado en un capítulo anterior; pues bien: para que siga siendo cierto aquello de que" no hay mal que por bien no venga," es sin duda a la piedad filial de la hija del Tigre de los Llanos a quien se debe la primera y más bella estatua que hasta hoy mismo posea nuestro Cementerio, felizmente colocada a la entrada. El extranjero que visite aquel lugar de la muerte, lo juzgará muy bien respecto de las demás obras que, principalmente desde la época del Intendente Alvear, se han erigido allí.
Como iba diciendo, el Sr. Demarchi llevó su familia a Europa, en donde encontró un condiscípulo con quien había habitado la misma celda en el colegio en que se educaron. Este condiscípulo era nada menos que Tantardini, célebre escultor, el cual al oír la relación de las hazañas de Quiroga, aunque hecha por persona interesada, ideó la dolorosa personificada en la esposa del extinto, llevando en las manos una corona para depositarla en la tumba del esposo.
A tal antecedente, como lo dejo dicho, se debe la adquisición de la estatua, igual en mérito al Angel de Monteverde, una de las joyas de la magnífica Necrópolis de Génova.
La dolorosa, además, como todas• las grandes obras del arte, no tuvo precio; fue un obsequio a la amistad; y el Sr. Demarchi solo costeó el block de mármol de Carrara en que Tanlardini esculpió la índole de su genio al concebir la fórmula más sencilla y simpática, como es la de una esposa llevando coronas para perpetuar la tierna memoria del que le consagró su existencia. En vez de intentar su descripción que sería pálida ante la que apareció no ha mucho tiempo en un bellísimo artículo debido al notable escritor y literato, don Federico de la Barra sobre la dolorosa de Tantardinl voy a reproducirlo aquí; pues en su género es igualmente notable pieza.
Dice así: "Aquí está la estatua del dolor. "Es una mujer joven, alta y esbelta, absorbida por el pesar profundo. "Ni desesperación, ni intemperancia, ni estertores crueles del alma. Ni la ficción de la trajedia pagana, ni la verdad desolante del drama de Jerusalén. '" El sentimiento tiene aquí una forma muda, pero elocuente, inmóvil, pero penetrante. "Deteniéndose a contemplarla, subyuga. “Parece que su mirada de piedra transparentase rayos de vida: de vida melancólica y suave. "Tiene inclinada hacia adelante su cabeza como ocultando su hermosura suprema bajo los festones de su velo blanco. "Ese velo es un primor de encajes. "Cubre su figura un manto que cae hasta el pedestal en multitud de pliegues y de ondulaciones graciosas. “Ese manto adherido como una tela flexible, deja adivinar las formas encantadoras que pretenden esconder. "Es una maravilla del arte. "Cuanto más se -le mira, se le admira más. " El entendimiento empírico vaga entre dos estremos: entre el genio de la inspiración del genio de la ejecución.
“Esas telas de piedra, sueltas flexibles, esos bordados lujosos, esas guardas simétricas, esas ropas ondulantes y vaporosas, ese aliento vital que parece escapar entorno de esa figura, deslumbran en realidad ante la pujanza de un buril sublime. "Esa es la obra, valiente, del artista. “Esa apostura, ese conjunto estético de la mujer doliente, bella, concentrada, inmóvil, elocuente. " Ese es el triunfo del poeta. “La concepción es grandiosa y profunda porque interesa al sentimiento. " La ejecución, es suprema porque despierta la admiración.
"Tantardini es el nombre del escultor, que arranca a las entrañas de Carrara un feto de piedra y hace una mujer espléndida, con un seno que palpita y una túnica que vuela. ¿Qué tal? ¿Es o no la estatua, la Dolorosa de la entrada del Cementerio, la que describe en esas breves líneas el señor de la Barra?
Santiago Calzadilla: “Las Beldades de mi tiempo”





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