RAÚL A. BATIZ. ECCE HOMO. ¡He aquí el hombre!
Foto personal tomada el 23 de abril de 2022
Esta placa conmemorativa nos presenta el rostro de aquello que en la espiritualidad y la iconografia cristiana se denomina ECCE HOMO y que es parte del proceso de la Pasión. Este rostro ensangrentado y portador de la corona de espinas aparece frecuentemente en puertas y frentes de monumentos funerarios pero muy pocas veces con la indicación específica como es en este caso. En esta placa podemos leer: "RAUL A. BATIZ. Homenaje de los que fueron sus compañeros en la Dción de Tierras. 1938-12.10-1939". Aparentemente estas en presencia de la memoria de un empleado estatal.
RECURSO.
Ecce homo: HE AQUÍ EL HOMBRE.
Ecce homo ("este es el hombre" o "he aquí el hombre" en castellano) es la traducción que en la Vulgata latina se dio al pasaje del Evangelio de Juan (19:5)… Se trata de las palabras pronunciadas por Poncio Pilato, el gobernador romano de Judea, cuando presentó a Jesús de Nazaret ante la muchedumbre hostil a la que sometía el destino final del reo (puesto que él se lavaba las manos, o sea, eludía su responsabilidad (Mateo 27:24): Y salió Jesús, llevando la corona de espinas y el manto de púrpura. Y Pilato les dijo: ¡He aquí el hombre!
La escena sucede tras la flagelación de Cristo atado a la columna, y la coronación de espinas (en otros evangelios, el orden de estos hechos es diferente).
En tanto que la frase evangélica es una presentación cuasi-judicial (similar, de hecho, al término jurídico habeas corpus), su uso coloquial está vinculada a una imagen física de deterioro, con el sentido de físicamente maltrecho, en enunciados tales como «vino hecho un ecce homo».
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