viernes, 8 de abril de 2022

GREGORIO TORRES. La naturaleza artesana de símbolos

GREGORIO TORRES. La naturaleza artesana de símbolos

Fotos personales tomadas el 2º de abril de 2022
Es difícil saber que se esconde debajo de este manto de hiedras que cubra el monumento funerario dedicado a Gregorio Torres que mantiene el secreto y misterio de su persona. En este caso es un símbolo que no ha sido creado por ninguna mano humana sino que es la hiedra con toda su carga simbólica que reclama aquello que le pertenece y nos mira a todos nosotros como invasores de su reino. Es en sus hojas de un verde eterno el símbolo más frecuente para expresar los deseos de inmortalidad y que niega una verdad que nos inquieta, aquella que confirma que cada uno de nosotros es tiempo.
RECURSO
LA HIEDRA.
A pesar de ser una planta que crece silvestre en Palestina, nunca se menciona en la Biblia. Después de leer este relato de los Macabeos, resulta comprensible que los hebreos no manifestaran demasiado aprecio por este vegetal trepador. Al dios Dionisio de los griegos (o al Baco de los romanos) se le representaba habitualmente con una rama de hiedra enroscada sobre su cabeza. También a los poetas y a los convidados a los banquetes se les coronaba con ella. Como es una planta vivaz, que conserva sus verdes hojas en invierno, trepando por los troncos yermos de otros árboles que ya las han perdido, se consideraba que la hiedra era un símbolo de la inmortalidad y una promesa de resurrección.




4 comentarios:

  1. Tomás Estanislao Dardanelli

    No hay misterio en la persona de Gregorio Torres. Se trata sin lugar a duda de Gregorio José Torres Agüero Sáenz Valiente, conocido como Goyo Torres, primo hermano de mi cuarta abuela, Corina Vicenta Torres Agüero de Tezanos Pinto.
    Fue diputado a la Legislatura Porteña de 1878 a 1880, senador en la provincia de Buenos Aires de 1880 a 1886, diputado nacional de 1888 a 1892, miembro y presidente de la Comisión Municipal de la Capital, director de los Ferrocarriles del Estado, dueño de la estancia La Armonía en Arana. Casó con Joaquina Severa Arana Demaría, con numerosa descendencia (entre ellos dos familias muy conocidas en Buenos Aires, los Torres Arana y los Torres Duggan)

    ResponderEliminar
  2. Jorge Moras M
    Algo más acerca de esta llamativa tumba.
    Lorenzo José Torres Duggan Tornquist nació el 16 de marzo de 1938 y falleció el 5 de febrero de 1966 a la edad de 27 años. Se desempeñaba en la sección ventas de la empresa Ferrum y en el primer aniversario de su fallecimiento sus compañeros de trabajo le dedicaron una placa conmemorativa, que desde entonces se encuentra a la derecha de la entrada a la tumba de la familia de Gregorio Torres en el cementerio de La Recoleta.
    Lorenzo José fue el segundo hijo del matrimonio entre Lorenzo Carlos Torres Duggan y Magdalena Rosa Tornquist Bernal.
    Lorenzo Carlos fue el quinto hijo del matrimonio entre Marcela Duggan Cassey y Lorenzo Augusto Torres Arana, quinto hijo del matrimonio de Joaquina Severa Arana Demaría con Gregorio José Torres Sáenz Valiente, que nació el 9 de mayo de 1835, falleció el 21 de marzo de 1901 y fue el precursor de la bóveda familiar que nos ocupa y bisabuelo de Lorenzo José.

    ResponderEliminar
  3. Jorge Moras M
    ¿Semejanza por casualidad, parecido por simbolismo o simple copia?!
    Era deseo del general Tomás Guido que a su muerte se lo enterrara en la cordillera de los Andes, tan significativa para él por las vivencias que compartiera con el general San Martín durante la campaña Libertadora de Chile y Perú.
    Cuando falleció, en 1866, su hijo Carlos Guido y Spano, nacido en 1827, hizo traer de la provincia de Mendoza piedras de la cordillera y construyó para su padre una tumba rústica con forma de cueva en el cementerio de La Recoleta.
    En 1901 falleció Gregorio José Torres Sáenz Valiente, que habiendo nacido en 1835 fue de la generación de Carlos Guido y Spano e hijo de Lorenzo Torres Agüero, que era de la generación del Tomás Guido.
    Cuando falleció el general Guido su hijo Carlos tenía treinta y nueve años y Gregorio Torres tenía treinta y uno; y al fallecer este treinta y cinco años más tarde Carlos Guido y Spano lo sobreviviría diecisiete años, hasta 1918.
    Para la construcción de la tumba de Gregorio Torres en el cementerio de La Recoleta se tomó como modelo el original y significativo diseño de la tumba del general Tomás Guido, que en el mismo cementerio se encuentra a escasa distancia de donde vino a emplazarse la de aquel; y la parte exterior de la de Torres tiene semejanza con la de Guido, si bien disimulada con una enredadera que la cubre en su totalidad, a la vez que el parecido entre ambas es notable en el interior de cada una y palmaria la coincidencia entre ambas por el diseño de sus puertas.

    ResponderEliminar
  4. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar