jueves, 7 de abril de 2022

LA RECOLETA NO ES CAMPOSANTO DESDE 1863

LA RECOLETA NO ES CAMPOSANTO DESDE 1863.

Foto personal tomada el 18 de septiembre de 2018
En general soy un tanto obserivo con relación al uso del VOCABULARIO. Por ejemplo nunca utilizo la palabra NECRÓPOLIS porque considero que este espacio no es la ciudad de los muertos sino que muy por el contrario en él encontramos una apología de la vida. Tampoco utilizo la expresión CAMPO SANTO porque la misma se refiere a un espacio consagrado por la Iglesia Católica Romana y que se rige por sus disposiciones, creencias y leyes. Según mi conocimiento en marzo de 1863, el obispo de aquel tiempo, Monseñor MARIANO DE ESCALADA, solicitó la separación en el Cementerio de un sector para que en el mismo se enterraran aquellas personas que no formaban parte de su comunión. tanto protestante como masones, suicidas y/o excomulgados. Al mes siguiente de esta petición las autoridades del cementerio se negaron a sepultar a un conocido miembro de la masonería y amigo del Presidente Mitre, quien intervino y ordenó que se realizara dicho entierro. Esto provoco que el Obispo Escalada declarara el cementerio como "profanado" y le retiro la bendición de la Iglesia Católica. Desde ese momento, para esa comunidad la Recoleta dejó de ser "campo santo" y esa situación dura hasta el día de hoy. Desde esa fecga el Cementerio es un espacio abierto en forma ecuménica a todas las confesiones religiosas y en forma democrática a toda persona, sin limitación alguna. Tanto la liturgia de consagracón de un espacio como el retiro de esa condición se realiza por medio de una acción muy interesante. He encontrado la liturgia que utiliza la Iglesia Anglicana para quitar la consagración por diversos motivos de un espacio y pienso que la misma ceremonia litúrgica debe existir en la Iglesia Católica Romana.  


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