viernes, 8 de abril de 2022

MARÍA JOSEFA EZCURRA. Una mujer de vanguardia

MARÍA JOSEFA EZCURRA. Familia EZCURRA. Memoria de una mujer de vanguardia.

Fotos personales tomadas el 2º de abril de 2022
Según me informa ENRIQUE ALBERTO GÓMEZ SIERRA la memoria de MARÍA JOSEFA EZCURRA se custodia en este monumento funerario. Su vida nos muestra la valentía de una mujer en transgredir costumbres opresoras y que se propusieron vivir en plenitud. Es seguramente una candidata para formar parte del Panteón Imaginario de Ciudadanas Meritorias que estoy construyendo. Me llama la atención que muchas mujeres significativas no tengan ni una simple placa conmemorativa recordanto su existencia, como si estuvieran condenadas a la invisibilidad eterna. Nuestro grupo las quiere rescatar y hacerlas memoria. 
RECURSO.
María Josefa Ezcurra (Ciudad de Buenos AiresBuenos AiresArgentina26 de noviembre de 1785-Ibídem6 de septiembre de 1856) fue una política argentina que colaboró con su sobrina Manuela Rosas, y es mayoritariamente conocida por haber sido una amante secreta de Manuel Belgrano, con quien tuvo un hijo que no reconocieron, y que fue criado por Juan Manuel de Rosas.
Trayectoria
Sus padres fueron Teodora de Arguibel y Juan Ignacio Ezcurra. Fue hermana de Encarnación Ezcurra (esposa de Juan Manuel y además participaba en el federalismo) y se casó con Juan Esteban Ezcurra, un primo llegado de España, quien la abandonó después de la Revolución de Mayo porque regresó a su país natal donde falleció años más tarde, quedando Josefa como única heredera.
María Josefa acompañaba a su padre, al consulado dirigido por Belgrano y allí se enamoraron, cuando Manuel tenía 32 años y Josefa, 17.
En 1802 inició una relación amorosa con Manuel Belgrano cuando este llegó de España y lo acompañó en varias de sus campañas sin hacer caso a los mandatos sociales de la época.
Al año siguiente la muchacha contrajo matrimonio, según la voluntad de sus padres, que no era la suya, con un primo venido de Pamplona llamado Juan E. Ezcurra, que tras la Revolución de Mayo volvió a la Península.
María se sentía libre y, cuando Belgrano se hizo cargo del Ejército del Norte, decidió acompañarlo. En marzo de 1812 tomó la "mensajería de Tucumán", una diligencia que tardaba treinta días en llegar a la ciudad norteña. Cuando llegó a San Miguel de Tucumán, el general estaba en Jujuy y hacia allí fue la joven porteña. A fines de abril llegó a San Salvador, donde pudo reencontrarse con su amado Manuel y acompañarlo en el frente de batalla.
Tuvieron en 1813 un hijo llamado Pedro al cual ninguno de los dos padres reconoció. Fue adoptado por Juan Manuel de Rosas y su esposa Encarnación Ezcurra y criado en una de las estancias del matrimonio. Recibió el nombre de Pedro Pablo Rosas y Belgrano.
En 1833, don Juan Manuel cumplió con su promesa de contarle a aquel hombre de 20 años, que ya era un nombrado juez de paz de Azul, su verdadero origen familiar.
María Josefa acompañó a Manuelita Rosas (hija de Juan Manuel) en actos y fiestas, y atendió a la gente del pueblo que tenía afinidad con el gobierno.
Vivió muchos años en una casa de la calle Alsina 455, que actualmente pertenece al Buenos Aires Museo




1 comentario:

  1. ADVERTENCIA. Soy la autora de la novela Maria Josefa Ezcurra, el amor prohibido de Belgrano y queria decirte que esa foto NO es de doña Josefa. La hicimos poner en la tapa por falta de otra cuando la publicò SUDAMERICANA, pero esta foto es de una aristocrata europea relacionada a Luis de Baviera. La novela fue un exito, tuvo cuatro ediciones, estoy muy contenta, pero la foto es mejor no difundirla. un saludo cordial. Carmen Verlichak

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