miércoles, 2 de febrero de 2022

PEDRO CHAVES GARRIDO. Los primeros tiempos

PEDRO CHAVES GARRIDO. Los primeros tiempos.

Foto personal tomada el 24 de enero de 2022.
Al recorrer los senderos y caminos de este espacio vemos que una y otra vez aparece el rostro de aquel primer cementerio con monumentos funerarios de una simplicidad que admiramos. En este caso solo podemos ver el nombre del titular: PEDRO CHAVES GARRIDO y pos pequeñas placas muy simples que dicen: "FELISA S. DE MEYER. 8 de diciembre. +4 de abril de 1976" y la siguiente dice: "ENRIQUE S. MEYER. 8 junio 1891 +4 de julio 1957" Mayor simplicidad es difícill imaginar.
Los únicos datos biográficos que he encontrado pero deben ser sometidos a comprobación son los siguientes: Ramón Pedro Martín Chaves Garrido Nació aproximadamente en el año 1816. No hay registro de su fecha de fallecimiento. Su padre fue Domingo Antonio Chaves que nació en Santiago de Compostela, La Coruña en España. Su madre fue María del Carmen Garrido que nació en Buenos Aires. Sin datos sobre fecha de fallecimiento.
RECURSO.
Historia del Cementerio de Recoleta
Antiguamente, los muertos eran inhumados en los llamados "camposanto", en la parte posterior de las iglesias y las personalidades importantes en el interior de las mismas
En 1820, durante el gobierno de Martín Rodríguez y su ministro, Bernardino Rivadavia, fueron expropiados los terrenos ocupados por el huerto de la Congregación Franciscana, siendo destinados a la construcción del Cementerio del Norte (el primer cementerio público en la ciudad de Buenos Aires).
¿Qué significa la palabra "cementerio" en español?
Antes del cristianismo al lugar donde enterraban a los muertos se le llamaba "necrópolis" (ciudad de los muertos, en español).
La palabra cementerio viene del griego (koimeterion) y en español significa "dormitorio". Esta palabra fue introducida por los cristianos, con la esperanza cristiana en la resurrección. De ahí que los cristianos decimos que los muertos están "descansando en paz" a la espera de la resurrección.
El Ingº Próspero Catelín se ocupó del proyecto del Cementerio del Norte, que en principio era solo para católicos, siendo inaugurado en el año 1822.
Los primeros en recibir sepultura fueron una joven uruguaya llamada Dolores Maciel y un joven, párvulo liberto llamado Juan Benito.
En 1863 el presidente Mitre firmó un decreto que permitía que fuesen enterrados los practicantes de otras religiones.
Con el tiempo, el cementerio del Norte llegó a un estado de abandono hasta que en 1880, el primer Intendente de la ciudad de Buenos Aires, Torcuato de Alvear, encomienda al Arq. Buschiazzo, su remodelación. Se pavimentaron sus calles, se rodeó con un muro de ladrillos y se embelleció con un pórtico de entrada con doble hilera de columnas de fuste acanalado de orden dórico.
En el friso se destacan 13 alegorías, símbolos de la vida y de la muerte.
El Cementerio del Norte ocupa actualmente cinco manzanas y media y cuenta con alrededor de 4870 sepulcros a perpetuidad. Más de 70 bóvedas fueron declaradas Monumento Histórico Nacional y el Cementerio en sí es considerado Museo Histórico Nacional desde el año 1946, por los personajes ilustres que aquí descansan, por la calidad arquitectónica y por sus magníficas esculturas. Es uno de los más importantes del mundo junto con el de Staglieno* en Génova y el Père Lachaise* de París.
Al ingresar al peristilo se observan en el piso tres fechas: 1822 (año de creación del cementerio),1881 (fecha de su primera remodelación ) y 2003(tercera remodelación).
A la derecha se encuentra una capilla dedicada a la religión católica, en cuyo altar se observa un Cristo realizado en mármol de Carrara blanco de una sola pieza por el escultor italiano Giulio Monteverde (quien fue maestro de Lola Mora). Debajo, en el altar realizado en granito, se lee la siguiente frase: "Ego sum resurrectio et vita" (Yo soy la resurrección y la vida). En el peristilo, frente a la capilla, se halla un púlpito utilizado para ceremonias practicadas por otros cultos.



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