Tte. Gral. LUÍS MARÍA CAMPOS.
Fotos personales tomadas el 2 de agosto de 2019.
La intención primaria de esta obra realizada por el escultor francés JULES FELIX COUTAN, que fué encomendada por la esposa del homenajeado, JUSTA URQUIZA, es la de glorificar a este militar y político argentino.
Aquí me permito disentir de la mayoría de los comentarios relacionados con la estatua que corona el mausoleo. A mi criterio y por toda la iconografía relacionada se trata de la NIKKE ALADA (La victoria alada) que guía el destino del militar en su ruta a la gloria. La naturaleza en general de todas y cada una de las estatuas tienen un evidente carácter secular y por ello me permito disentir de la mayoría de los comentarios. Estamos en presencia de la Victoria alada y no de un ángel.
RECURSO.
El papel de Nike en la mitología
En la iconografía clásica, Nike se representa como una mujer en forma, joven y alada con una hoja o una hoja de palma. A menudo lleva el personal de Hermes, simbólico de su papel como el mensajero de Victoria. Pero, con mucho, sus grandes alas son su mayor atributo. De hecho, en contraste con las representaciones de dioses alados anteriores, que podrían tomar la forma de pájaros en las historias, en el período clásico, Nike es única en haber conservado la suya. Probablemente los necesitaba porque a menudo se la representa volando por los campos de batalla, premiando la victoria, la gloria y la fama entregando coronas de laurel.
Además de sus alas, sus puntos fuertes son su habilidad para correr rápido y su habilidad como la auriga divina.
Dada su sorprendente apariencia y habilidades únicas, Nike no aparece en muchas historias mitológicas. Su papel es casi siempre como compañera y ayudante de Zeus o Atenea.
https://red-viajes.com/la-historia-de-nike-la-diosa-griega-de-la-victoria/
Cementerio de La Recoleta: teniente general Luis María Campos... una tumba para un héroe
Esta magnífica obra encierra una de las historias más románticas del cementerio. Un bello grupo escultórico, realizado por el francés Jules Félix Coutan, rinde homenaje al militar teniente general Luis María Campos, militar y político argentino (1842-1907). Participó en la guerra del Paraguay y fundó la Escuela Superior de Guerra.
Inició su carrera militar en el ejército del Estado de Buenos Aires, en 1856. Combatió en las batallas de Cepeda, Pavón y Cañada de Gómez.
Reunió un grupo de alrededor de cien bandoleros, gauchos desocupados dedicados al robo, con los cuales formó un escuadrón de caballería, que él mismo entrenó y formó. Se le reconoció el grado de capitán y el mando de ese escuadrón.
Participó en la Guerra del Paraguay, en la que combatió en las batallas de Yatay, Uruguaiana, Estero Bellaco, Tuyutí y Curupaytí; en esta última fue seriamente herido.
Pasó un tiempo reponiéndose de sus heridas en Buenos Aires, y luego fue enviado al interior, a luchar contra las últimas montoneras federales: fue el héroe de la batalla de San Ignacio, derrota clave de las fuerzas federales al mando de Juan Saá.
Regresó al Paraguay para participar en la toma de Humaitá. Fue ascendido a coronel, y luchó en Lomas Valentinas. Fue el jefe de todas las fuerzas argentinas en la captura de la fortaleza de Piribebuy.
Desde antes de la guerra y durante ella, se hizo conocer como un militar brillante en cuanto a disciplina, capaz de impartírsela a sus hombres por la dureza con la que los trataba y se trataba a sí mismo.
Al estallar la revolución de 1874, formó en el ejército dirigido por Julio Argentino Roca, en su persecución de las fuerzas del general Arredondo; fue el segundo de Roca en la victoria de Santa Rosa. Poco más tarde fue ascendido a general y nombrado inspector de armas de la provincia de Buenos Aires, para ser después jefe de estado mayor general.
En 1890 tuvo una participación poco lucida en la defensa del gobierno contra la Revolución del Parque, tal vez porque en ésta figuraba su hermano Julio, que resultó muerto en combate.
En agosto de 1893 fue nombrado Ministro de Guerra por el presidente Luis Sáenz Peña. Renunció en enero de 1895, para ocupar el cargo de Comandante en Jefe del Ejército Argentino, con el grado de teniente general.
Poco después, cuando estaba por estallar una guerra con Chile, acantonó a la mayor parte del Ejército, formado principalmente por conscriptos, en la Sierra de Curumalal, listo para salir hacia Chile. Por suerte, dos meses más tarde se firmaban los "Pactos de Mayo", que evitaron una guerra que hubiera sido terrible. Había demostrado, sin embargo, poder movilizar y mantener en pie de guerra lejos de cualquier ciudad a un ejército mucho mayor que el que había peleado la guerra del Paraguay.
En octubre de 1898 volvió a ser ministro de guerra, al asumir su segundo gobierno el presidente Roca. Nombró comandante del Ejército a Pablo Ricchieri, el primer militar que no tenía experiencia de guerra civil en llegar tan alto. Juntos modernizaron el Ejército hasta hacerlo una maquinaria eficiente, alejada de los intereses políticos. También fue el fundador de la Escuela Superior de Guerra, especie de instituto de postgrado de los oficiales superiores, que comenzó a funcionar en abril de 1900.
En febrero de 1906 fue nombrado ministro de guerra por última vez, bajo el gobierno de José Figueroa Alcorta. Falleció poco después de dejar ese cargo, en octubre de 1907.
Luis María Campos estuvo casado con Justa Urquiza, fue ella quien encargó al escultor esta obra que muestra a su marido vistiendo su uniforme militar de gala, su espada con el filo hacia abajo (simbolizando una espada en descanso, que ya no luchará más). También, sobre el lateral izquierdo, aparece ella ofrendándole un ramito de jacintos, como el que él le regaló el día que se conocieron.
Sobre el lateral derecho, puede apreciarse otra figura femenina: la Patria, que lo está observando, con su mano apoyada en el escudo nacional. El ángel, en la parte superior, parece indicarle a Luis María Campos el camino hacia el cielo.
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