BÓVEDA DE JOSÉ PEREZ MENDOZA.
Ubicación (Sección: 19; Tablón: 29).
Fotos personales tomadas el 22 de febrero de 2020.
LA PIRÁMIDE EGIPCIA PROTECTORA DE LOS ANIMALES.
La forma de pirámide egipcia como símbolo de búsqueda de eternidad, que me llamó primeramente la atención de esta bóveda aumentó al ver que pertenecía al fundador de la "SARMIENTO"· Asociación Protectora de Animales mi alegría y entusiasmo fue creciendo. El estar tan cerca de las reliquias de este personaje me emocionó. La placa dice justamente: "JOSÉ PEREZ MENDOZA. La nobleza en practicar el bien alentó su vida. Fundó la "SARMIENTO" Asociación Protectora de Animales. HOMENAJE. 23 de abril de 1937. En la cima de la placa un pebetero con incienso en honor de su memoria y muchas rosas a ambos costados de la placa para simbolizar el afecto de quienes amamos a los animales y promovemos su cuidado.
RECURSO
Proteger a los animales: justicia o compasión
Silvia Urich
La preocupación de los vecinos por el acceso a la salud para sus animales es más antigua de lo que podemos imaginar. Por eso, la creación de hospitales veterinarios fue una temprana preocupación de las asociaciones protectoras de animales. En Argentina, el primer hospital de envergadura y que logró continuidad nació hace exactamente un siglo y fue el de la Asociación Protectora Sarmiento, presidida por el señor José Pérez Mendoza. La historia del hospital comenzó cuando la Sarmiento adquirió el terreno en Santiago de Estero 649 para levantar allí su sede social. El dinero para la construcción se recaudó mediante un sistema de bonos de edificación mientras que el arquitecto Carlos Agote realizó los planos y dirigió gratuitamente la obra.
El edificio de dos plantas fue el sueño dorado de toda asociación protectora. Emplazado en el porteño barrio de Monserrat tenía oficinas con boiserie y un auditorio con capacidad para 200 espectadores. Pero lo más importante es que contaba con un imponente hospital con consultorios, quirófano, farmacia y jaulas-caniles para el alojamiento de medio centenar de perros y gatos. Los halagos a don Pérez Mendoza por parte de sus contemporáneos no resultaban exagerados: acometió enérgicamente la tarea de erigir un edificio en menos de un año para inaugurarlo durante los festejos del Centenario de la Independencia, en 1916.
Tamaño emprendimiento también fue calurosamente saludado por la prensa. Sin embargo, el carácter privado y arancelado de las prestaciones no tardó en despertar las críticas de quienes habían imaginado ese emprendimiento como una alternativa ante la ausencia de un servicio público gratuito. Con el tiempo, la Sarmiento incorporó consultas y hospitalización gratuita para animales de “dueños pobres” aunque fue una excepción dentro de los servicios arancelados de una institución que, aunque de bien público, era privada. El debate entre las sociedades protectoras no era una rencilla menor: se trataba de dos concepciones que subrayaban valores diferentes a la hora de proteger a los animales: justicia o compasión. Un siglo después, el debate aún sigue vigente. Y la necesidad de acceso a prestaciones gratuitas para preservar la salud de los animales, también
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