viernes, 13 de marzo de 2020

FELISA OCAMPO SILVA DE CARABASSA

FELISA OCAMPO SILVA DE CARABASSA.
13 de MARZO 2020. EN MEMORIA DE LAS MUJERES CUYO RECUERDO HABITA EL CEMENTERIO DE LA RECOLETA.
PLACA EN MEMORIA DE FELISA OCAMPO SILVA DE CARABASSA (1839-1914) Foto personal tomada el 22 de febrero de 2020.
El tema de investigar a quién esta dedicada una placa te abre dimensiones inesperadas. Antes de comenzar a hacerme preguntas sobre esta señora su nombre no significaba hasta ese momento nada para mi. Ahora me enfrento a un relato apasionante que hemos de compartir al hablar de la imponente bóveda de JOSÉ DE CARABASSA ROGIER y toda su famila, donde está colocada esta placa.
Me llamó muy especialmente la atención la dedicatoria totalmente inusual y dice como lo podrán constatar: FELISA OCAMPO DE CARABASSA. Generosa y desinteresada. Bienhechora de la humanidad. Los inquilinos de la casa Victoria 2850. Agradecidos la dedican" La calle Victoria hoy se llama Hipólito Yrigoyen en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Me cuesta imaginar a inquilinos tan agradecidos pero lo que he estado investigando me habla de los hogares que Felisa Ocampo creó para alojar mujeres con niños y en situación de vulnerabilidad, viudas o abandonadas. Esta mujer era condesa pontificia ya que su esposo lo era. En su simplicidad esta placa nos muestra a una figura de una doliente nada dramática acompañada por una palma de gloria y los laureles de victoria junto a un pebetero donde se quema incienso. La casa donde hoy funciona el Museo Evita fue en su origen el hogar de esta familia. Acompaño con retrato de esta mujer y una de las casas llamadas justamente Carabassa.
RECURSO.
[José de Carabassa Rogier] En el año 1858 se casó con la tucumana, Felisa Ocampo y Silva, con quien tuvo cinco hijos José Alberto, Bernabé, Luisa, Enrique y Adela. Felisa Ocampo de Carabassa dedicó su tiempo y parte de su fortuna a obras de caridad. Fundó los llamados asilos para viudas vergonzantes destinados a dar alojamiento a quienes “el infortunio ha llevado al hogar la doble pérdida del esposo y de los medios de continuar atendiendo a la subsistencia de sus pequeños hijos”. El Diario “La Prensa” la calificaba como una de las damas más eficientes en la cultura cristiana mientras “La Argentina” llegó a decir que sus virtudes igualaban a su distinción y que, había hecho de la caridad un culto, “en busca de los necesitados para mitigar sus miserias y sufrimientos”. Donó un collar de brillantes a la Virgen Nuestra Señora de la Merced, como también realizó donaciones importantes para las obras del decorado de la Catedral.




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