lunes, 9 de marzo de 2020

ANTONIO SASSONE. Escultura SAN JUAN EVANGELISTA. EL PRECURSOR

ANTONIO SASSONE.

Fotos personales tomadas el 22 de febrero de 2020.
Seguramente ya alguien ha tenido la brillante idea de realizar un inventario de todos los escultores y arquitectos que han dejado sus huellas y obras en este espacio. Me da mucha satisfacción encontrar datos sobre estos creadores y me da mucha tristeza cuando frente a obras esplendidas se carece de toda referencia.
RECURSO.
ANTONIO SASSONE.
Antonio Sassone fue un descollante artista plástico que iluminó nuestra escena cultural: escultor, pintor y muralista, a lo cual debe añadirse su labor como poeta y docente de asignaturas artísticas.
Nació el 19 de diciembre de 1906 en Amendolara, una ciudad de la provincia de Cosenza, Italia. Llegó a Argentina en 1923 cuando sólo contaba con 17 años. Se formó en la Escuela Superior de Bellas Artes Ernesto de la Cárcova, de la cual se graduó con Medalla de Oro en 1935 y en la que tuvo como maestros a Alfredo Guido, Ernesto Soto Avendaño –autor del colosal Monumento a la Independencia erigido en Humahuaca– y Enrique Prins.
En 1932 el dramaturgo y letrista de tango José González Castillo fundó la Peña Pacha Camac –una agrupación con sede en Boedo que reunía a renombradas personalidades– y convocó a Sassone para que creara en el lugar la cátedra de Dibujo. Allí, entre sus alumnos –que luego serían destacados artistas– se encontraban Sepuccio Tidone y Luis Dottori. En la peña compartió experiencias inolvidables con colegas de la talla de Eolo Pons, Vicente Roselli, Francisco Reyes y Stephan Erzia.
Durante un tiempo, Sassone vivió en Almagro, en Boedo 311. En 1942 proyectó y construyó su taller-estudio en Flores, en Lautaro 1623 –gracias al dinero del Primer Premio Nacional obtenido en 1941 por su obra El Belenista–, en el cual iba a trabajar hasta sus últimos días.
A lo largo de su trayectoria, el artista cosechó todos los premios nacionales, provinciales y municipales de Argentina. Entre las distinciones pueden mencionarse: Gran Premio Nacional por Venus Serrana (1954 - Museo Nacional de Bellas Artes); Gran Premio Ministerio de Educación por Evocación Heroica (1951 - Museo Beato Angélico de la Universidad de La Plata); Gran Premio Municipal de la Ciudad de Buenos Aires por El Mensaje (1957 - Museo Sívori); Primer Premio IV Centenario de la Fundación de Buenos Aires por Concentración (1936). A nivel internacional, en Italia conquistó el Laurel de Oro y el Premio Marco Aurelio “por su prodigiosa actividad artística”.
Otras obras esplendorosas son Misa Solemne (Cabeza de Beethoven), emplazado en el hall del Teatro Colón; El Genio (Cabeza de Leonardo), en el foyer del Teatro Coliseo; El Sembrador Espiritual, en Caminito, La Boca, y el Monumento Ecuestre al General José de San Martín, en la plaza principal de Quilmes, otorgado por concurso municipal en 1943. También hay obras suyas en la sala del Consejo Comunal de Amendolara, su terruño.
El escultor tuvo el honor de representar a Argentina en la Bienal Internacional de Venecia en 1952, en la Conferencia Internacional de Barcelona en 1956 y en la de La Habana en 1957. Expuso en varios países, sobre todo en Italia, en el Palazzo Venezia de Roma en 1953.
Sassone publicó tres libros de poesía: Ráfagas (1936), Canto al Parque Chacabuco (1938) y Cuando todo calla (1947) –por los cuales recibió la Corona de Laurel de Oro Internacional– y el libro didáctico Ciencia y Técnica en las Artes Plásticas.
El notable artista murió el 18 de octubre de 1983 en Buenos Aires, a los 76 años. Sus restos yacen en el Cementerio de la Recoleta.
Su hija Stella es cantante lírica y vive en Roma. Así lo recuerda: “Teníamos una relación muy importante porque era un hombre exquisito, tierno, afectuoso con mi mamá, con mis amigos. El hecho de que yo cantara nos unió muchísimo, él amaba mi voz. Fuimos un trío muy lindo junto a mi madre”.
El año pasado su familia constituyó la Fundación Sassone –presidida por su hija– a través de la cual se proyecta llevar a cabo una iniciativa solidaria. Stella explica al respecto: “Con mi hijo Rafael pensamos instalar un laboratorio de artes y oficios en el taller de mi padre en Flores. Es decir, donar a la zona, que está cerca de la villa y es muy pobre, un lugar para poder dar clases de dibujo, pintura, escultura, cine, música. Ya presentamos un plan trienal para que nos den la personería jurídica”.
En 2003, “sus paisanos” de Amendolara junto con su hija organizaron en su pueblo natal una muestra con 73 obras. Asimismo, tres años después, con motivo del centenario de su natalicio, se desarrolló otra exposición en el Palazzo Venezia de Roma. El sueño de Stella es que pueda montarse una gran retrospectiva en 2016 en Buenos Aires.
Sassone solía decir una frase que revela la sabiduría de su pensamiento: “Paso del cincel a la espátula, de la espátula a la pluma sin dificultad porque, al final, el arte es uno solo”.
Laura Brosio
http://primerapagina93.blogspot.com/2015/06/antonio-sassone-virtuoso-de-la-plastica.html
Carlos Francavilla - Cementerio de la Recoleta Al depositarse la cenizas del escultor Sassone en el sepulcro, el 23 de junio de 1996, su viuda, Alicia Lambuschini dijo : " .....hemos puesto como centinela sobre sus cenizas la estatua de Juan el Evangelista, al final de sus días.-(...) Es una de las últimas obras creadas en la Argentina que él llamó EL MENSAJE, nombre con el que figura en el Museo Sívori, a quién pertenece el original por haber obtenido el Primer Premio Municipal.-Pienso que con ella quiso interpretar la dramática convulsión del siglo que dejamos, y que pareciera precipitar las horas de la Historia.-El artista verdadero es siempre Heraldo de su tiempo, y cuando da su mensaje es que ya ha retornado a esa cima mítica donde arriban los creadores en busca de los signos que habrá de interpretar la Humanidas
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EL PROFETA O JUAN EL BAUTISTA.

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