jueves, 16 de marzo de 2023

RICARDO GARCIA. El mundo de las placas conmemorativas

RICARDO GARCIA. El mundo de las placas conmemorativas

Fotos personales tomadas el 20 de febrero de 2023
El mundo, lenguaje y arte que revelan las placas conmemorativas es inagotable. Estoy seguro que ellas solas podrían ser toda una disciplina interpretativa y verlas como documentos históricos reveladoras de situaciones históricas y mentalidades diversas y dinámicas.
RECURSO
Placa conmemorativa
Una placa conmemorativa, (también denominada en algunos países marcador histórico o placa histórica), es una plancha de metal, cerámica, piedra, madera u otro material, normalmente adherido a una pared u otra superficie vertical, que contiene un texto o imagen en relieve (o ambos), con el fin de perpetuar la memoria de una o más personas, de un evento, de un uso anterior del lugar, o de alguna otra circunstancia.
Visión general
Las placas conmemorativas son letreros permanentes instalados en lugares públicamente visibles, tales como edificios o monumentos, o en lugares con una especial significación histórica. Muchas placas y marcadores modernos se utilizan para asociar el lugar donde se instalan con la persona, evento o elemento conmemorado, señalándolo como un lugar digno de visitarse.
Por lo general, no se consideran estrictamente placas conmemorativas las lápidas que forman parte de monumentos funerarios (salvo que se hubiesen añadido a posteriori); las ligadas a grupos escultóricos; o aquellas inscripciones integradas en distintos tipos de edificios que dan cuenta directamente del origen de los mismos. En este sentido, las placas conmemorativas se pueden considerar elementos ajenos en sí mismos al lugar que señalan, condición que no cumplen los otros tipos de inscripciones comentadas.
Una figura intermedia son las placas con referencias a lugares relacionados con obras literarias célebres, tales como sucede con El Quijote2​ de Miguel de Cervantes en España, o con el Ulyses de James Joyce en Dublín. ​ Esta circunstancia es propiciada por el desarrollo de este tipo de relatos, en los que el hilo conductor de la trama es un viaje o un recorrido por un territorio o ciudad con escenarios perfectamente identificables. La señalización de estos itinerarios se potencia desde instituciones públicas y organismos privados para la promoción de actividades turísticas y culturales.
Las placas de bronce y de latón han sido y son un objetivo habitual de los ladrones, que revenden el metal a cambio de dinero en efectivo.
Historia
Pueden encontrarse precedentes remotos a las placas conmemorativas en las inscripciones del antiguo Egipto, en las estelas de las culturas mesopotámicas y, sobre todo, en la época grecorromana, donde eran habituales los monumentos con textos en los que se hacía constar la fecha de construcción y el autor de los mismos. Algunos ejemplos conocidos de inscripciones romanas aparecen en el Panteón de Roma (donde figura el texto "M.AGRIPPA.L.F.COS.TERTIVM.FECIT", que significa "Marco Agrippa, hijo de Lucio, cónsul por tercera vez, lo construyó")5​ o en el puente de Alcántara en España (donde se combinan inscripciones romanas originales con lápidas que datan de la época de los Reyes Católicos).
Así mismo, las placas conmemorativas están indirectamente relacionadas con tradiciones centenarias en Europa, como la colocación de escudos de armas esculpidos en todo tipo de edificaciones, o como la colocación de esculturas o grupos escultóricos conmemorativos de mandatarios, algo habitual desde la más remota antigüedad clásica, y que a partir del Renacimiento volvió a ser algo cada vez más habitual en numerosas ciudades. Otros elementos en ocasiones conectados con las placas conmemorativas son los carteles indicadores de los nombres de las calles, que en algunos casos incluyen textos y también imágenes alusivas al personaje al que hacen referencia.
Sin embargo, las placas conmemorativas modernas tienen su origen directo en el siglo XIXcuando la sociedad civil en Europa tomó conciencia de la necesidad de dejar constancia para las generaciones futuras de la vinculación de determinados lugares de las ciudades con personajes, eventos, o hechos destacables. En este sentido, la placa conmemorativa se caracteriza por ser un elemento añadido a posteriori (y por lo tanto ajeno) al elemento al que hace referencia. Esta característica hace a las placas distintas de otros elementos epigráficos, que suelen tener una función principal no accesoria. Independientemente de la instalación incidental de placas conmemorativas en diversos lugares a comienzos del siglo XIX, la primera ciudad en formalizar la colocación de placas de una forma sistematizada fue Londres, que en 1866 se hizo eco de la iniciativa que se convertiría en el actual sistema de placas azules.
Mientras tanto, el hábito de colocar placas conmemorativas, tanto promovidas por organizaciones públicas como privadas, se extendió por todo el mundo, y a finales del siglo XIX y a comienzos del siglo XX, eran habituales este tipo de marcadores históricos, que con el paso del tiempo se han ido formalizando una vez que las entidades municipales se han ido encargando directamente de su gestión. Esta circunstancia ha hecho que en muchas ciudades convivan placas antiguas (normalmente de aspecto heterogéneo), con nuevas placas de aspecto uniforme y normalizado. Un ejemplo que refleja esta situación es la ciudad de Madrid en España, donde conviven las antiguas placas instaladas hasta el año 1990, con aquellas cuyo aspecto normalizó a partir de entonces el Ayuntamiento de la capital.




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