ANSELMO VILLAR AMIGO. Un inmigrante meritorio que no olvida sus raíces.
Foto personal tomada el 8 de noviembre de 2022
Gran cantidad de monumentos funerarios y de placas conmemorativas tienen relación con la fuerte inmigración que a fines del siglo XIX y toda la mitad del XX escogió a la Argentina como el país de destino que prometia un posible ascenso social. En la Recoleta encontramos junto a la aristocracia establecida el apellido de quienes por sus méritos construyeron emporios comerciaales. Aquello que llama la atención es que estas personalidades no se olvidaron de la tierra que los vió nacer y frecuentemente vemos como con su dinero promovieron el bienestar social de aquellos que se habían quedado en el pueblito del que habían solido para seguir sus sueños y ambiciones. Pocas veces he visto en una placa una descripción tan detallada y emotiva de una vida: "ANTONIO VILLAR AMIGO. 1850-1918. Honra de la colectividad española. Elocuente expresión del fecundo triunfo de su acción y trabajo en la tierra argentina. Demostró este hombre descollante como el corazón generoso y entusiasta, animoso y sincero, es el mejor vínculo entre los pueblos de cuyo culto sirve de sagrario. Cincuenta y seis años de tan noble vida en la Argentina consolidaron su personal prestigio elevándole a la envidiable condición del varón ejemplar que orienta legiones y personifica doctrinas. Fué en esta ciudad Consejero Municipal, Rector de Bancos, Presidente de Asociacines Españolas, poderosos industrias y BolDa de Comercio. En España, Jefe Honorario de Administración, Gran Comendador de Isabel la Católica y Cruz Roja y dos veces diputado a Cortes. Distinguiéndose siempre su su providad, acierto, acrisolada integridad, elevado patriotismo y progresitas aspiraciones. Su nombre importa un monumento honroso, una admirable lección, un alto ejemplo que "El Diario Español" consagra en este recuerdo sintetizado en bronce, los ecos de la voz española en la Argentina que tantas veces dicto la justicia. La aclamación de los méritos y virtudes del compatriota inolvidable cuya vida se compendia en este hermoso lema: PATRIA, TRABAJO Y FILANTROPÍA". Es esta la mejor descripción de los valores y compromiso social de toda esa inmigración meritoria que aportó tanto en la construcción del país. Esta placa se encuentra en el frente del monumento funerario cuyo titular es MARIANO BERNAL.
RECURSO.
ANSELMO VILLAR AMIGO, EMPRESARIO, POLÍ TICO Y FILANTROPO MALPICÁN
Anselmo Villar Amigo nació en la localidad de Malpica el 2 de diciembre de 1950, siendo el tercero de los seis hijos del matrimonio de Ramón Villar, secretario municipal, y Fermina Amigo, también de Malpica. A la edad de 12 años, Anselmo emigró a Argentina a pedido de su tío, Francisco Villar Carracedo, sacerdote de la parroquia de El Socorro. Comienza a trabajar en la empresa de los hermanos Hueyo, dedicada a la importación y exportación de telas. Su progreso fue meteórico, y cuando uno de los hermanos murió en un accidente, Anselmo se convirtió en socio de la nueva sociedad comercial, "Hueyo y Villar", que duraría hasta fines de 1897. Su buen hacer le valió el reconocimiento entre los bonaerenses. de negocios de Buenos Aires, lo que lo llevó a formar parte de la "Cámara de Comercio de la Bolsa de Valores", ocupando el cargo de presidente en 1895. En 1902 será uno de los socios fundadores de la fundición y laminación de hierro y acero "La Cantábrica SA", de la que llega a ser presidente de su directorio. También fue uno de los socios de la fábrica de bolsas más grande de Argentina, "La Primitiva", e incursionó en el mundo financiero como accionista del "Banco Español del Río de la Plata", uno de los más importantes de la época porque a través de los emigrantes remitían el dinero a sus lugares de origen.
Anselmo Villar demostró desde muy temprana edad su pasión por la política, lo que lo llevará a formar parte de la vida política tanto argentina como española. Siendo aún joven, había participado en la guerra argentino-paraguaya (1865-1870) como voluntario asistiendo a los heridos. Políticamente, Villar simpatizó con el Partido Nacional de Bartolomé Mitre y se convirtió en uno de sus hombres de confianza, a pesar de no tener la nacionalidad argentina. Incluso participó en la revolución mitrista de 1874 que intentó sin éxito derrocar al presidente Nicolás Avellaneda. Posteriormente integró el Consejo Escolar y la Comisión de Higiene de varias jurisdicciones de Buenos Aires. En mayo de 1905 Anselmo fue designado por el presidente de la nación, Manuel Quintana, miembro de la "Comisión Municipal de Buenos Aires", máxima representación pública a la que podía aspirar un extranjero, con el honor de ser el primer español en ocupar tal cargo. Aunque no volvió a ocupar cargos de relevancia, mantuvo una estrecha colaboración con el presidente argentino electo en 1910, su amigo Roque Sáenz Peña.
Anselmo con Bartolomé Mitre, 2° y 1° por la derecha
En lo que respecta a la política española, Anselmo fue un ardiente monárquico, gran admirador de Afonso XIII y de su madre, la reina regente María Cristina, que lo recibió en audiencia en varias ocasiones. Pero su actividad política real comienza en 1905, cuando es proclamado candidato a Cortes por el partido judicial de Corcubión, formando parte del Partido Liberal (en concreto, de la facción monterista). La pugna electoral con su rival, el conservador Ramón Sanjurjo, fue feroz y motivo de grandes disputas, que se tornaron muy violentas. Las elecciones del 10 de septiembre dieron a Sanjurjo como vencedor (3.761 votos contra 3.568), de las más de diez mil personas que tenían derecho a voto en las diez diputaciones del distrito (las ocho actuales más Laxe y Ponteceso). La Voz de Galicia, máximo defensor de los intereses monteristas, denunció el "pucheirazo" que se había producido en los concejos de Muxía y Camariñas. Protestas, manifestaciones e incluso actos de vandalismo se sucedieron por todo el distrito en los meses siguientes. Los monteristas de Corcubión, con Plácido Castro a la cabeza, disputaron las elecciones, pero Sanjurjo se proclamó diputado. Luego de continuos litigios, tuvieron razón y Anselmo Villar fue designado diputado el 22 de enero de 1907, pero como terminó la legislatura en marzo, no prestó juramento al cargo.
No participará en estas elecciones de 1907, ni en las venideras de 1909 y 1911, pero una reestructuración en las filas monteristas cambiará su situación. El movimiento de piezas de la familia Montero Ríos, deja vacante la plaza de diputado por el distrito de Muros, por lo que se convocan elecciones parciales para el 11 de junio, en las que Anselmo Villar será el candidato de los Monteros frente al conservador José Varela. Pero era una formalidad porque se trataba de un barrio "peudo" de Montero, es decir, las elecciones estaban totalmente aseguradas por la red clientelar del viejo político compostelano. El 17 de junio Anselmo es proclamado diputado y el 19 toma juramento. Ocupó el cargo hasta el final de la legislatura, el 2 de enero de 1914.
Aparte del ámbito empresarial y político, existe un tercero que fue tan importante como los dos anteriores. Hablamos de su labor social y filantrópica. En 1876 formó parte del directorio de la Asociación Española de Socorros Mutuos (AESM) de Buenos Aires, la mayor organización mutualista de la comunidad emigrante española hasta que en 1930 fue superada por el Centro Gallego. Anselmo ocupó diferentes cargos en su directorio (vocal, secretario, vicepresidente) hasta llegar a ser su presidente, cargo que ocupó durante ocho años, divididos en dos períodos: de 1883 a 1885 y de 1893 a 1898. En 1894 la AESM de Mulleres, en el que su titular, Luisa Bernal, pasará a ocupar el cargo de presidenta. En 1896 Anselmo fue uno de los fundadores de la Asociación Patriótica Española, creada principalmente para canalizar la ayuda de los emigrantes a la "Río de la Plata , porque también colaboraron algunos emigrantes de Uruguay.
Mucho más elitista que estas dos entidades era el Club Español, una sociedad creada a mediados del siglo XIX para reunir a los elementos más privilegiados de la comunidad española. Anselmo Villar formó parte de este círculo de élite, e incluso llegó a ser presidente del Club Español entre 1902 y 1903. De esta sociedad dependía el Hospital Español, y el emigrante de Malpicán también era su presidente. De hecho, en 1899 dotó al Hospital de un quirófano con todos los avances del momento. También fue uno de los fundadores de la sección Argentina de la Cruz Roja, siendo su delegado para Europa, y como tal asistió a la Conferencia Internacional de la Cruz Roja en Londres en 1907. Fue condecorado con la Gran Placa de Honor y diploma de la Cruz Roja Española.
Anselmo Villar colaboró en la fundación y mantenimiento de algún periódico de la comunidad emigrada, como El Correo Español o El Diario Español . Esta, fundada en 1905 por su amigo López de Gomara, atravesó una profunda crisis que derivó en su conversión en sociedad limitada, de la que Villar era uno de los principales accionistas. La transformación en sociedad anónima permitió la compra de nuevas instalaciones, y Anselmo contribuyó a la compra de una nueva rotativa.
Sin embargo, los actos más notables de Anselmo Villar fueron filantrópicos, especialmente en su lugar de origen. En 1897 sufragará los gastos de la nueva fuente que construirá en Malpica, que será inaugurada por todos en el mes de septiembre. Fue la primera agua traída del pueblo. En 1900, durante una visita a Malpica, dejó 4.000 pesetas para la construcción de un mercado, hecho que parece haberse prolongado en el tiempo debido a las dificultades en la expropiación de terrenos. Coincidiendo con un nuevo viaje a su tierra natal, el 13 de junio de 1903 se colocó la primera piedra del mercado. En septiembre del año siguiente asistió a la inauguración del mercado y también de la rampa del puerto., que permitió un mejor acceso a los marineros de Malpicán, y un acercamiento del pueblo al mar. Por la financiación de estos avances ya había sido distinguido como Hijo Predilecto de la villa de Bergantiña en 1901, con la entrega de una medalla de oro por parte de sus vecinos. Posteriormente se restaurará el edificio del mercado de abastos a cargo de Anselmo para albergar las escuelas de niños y niñas, inaugurado en 1914, y que llevará el nombre de "Grupo Escolar Villar Amigo". También ayudó a los pobres del pueblo, y al momento de su muerte la prensa reportó que más de una treintena de familias de Malpic fueron ayudadas por este ejemplar vecino. En Buenos Aires también realizó una obra de caridad, pues tenía la costumbre de pagar cada 25 de mayo, fiesta nacional de Argentina, distintas cuentas del Banco Municipal de Crédito a favor de los pobres que allí tenían empeñados sus bienes.
Anselmo Villar viajaba de vez en cuando por Europa acompañado de su familia, y siempre disponía de unos días para acercarse a Malpica. Y muchos malalpicaños hicieron fortuna en Argentina gracias a su ayuda, pues no dudó en ayudarlos dándoles trabajo y apoyándolos en sus primeros pasos como habían hecho con él cuando llegó a ese país siendo casi un niño.
Anselmo Villar Amigo murió en Buenos Aires el 10 de mayo de 1918 a causa de una artritis crónica. En su testamento dejó una importante suma para los más necesitados de su ciudad natal. Martínez Morás dijo de él que era "un gallego argentino y el español más conocido en Buenos Aires".
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