LA ESCULTURA GÓTICA. LA VIRGEN CON EL NIÑO.
Fotos personales tomadas el 14 de febrero de 2022
La riqueza arquitectónica y de obras de arte que reflejan la evolución de la estética y su sentido simbólico se nos revela a cada paso que damos por sus senderos. La investigación y la curiosida nos lleva frecuentemente a que nuestra mirada deba invadir espacios privados. En este caso una escultura que se encuentra en el interior de un monumento funerario me representativa de la estetica de la Baja Edad Media.
RECURSO.
En la escultura gótica se rompen algunos iconos del período románico, tales como el hieratismo y la frontalidad de las figuras, dando paso a un progresivo naturalismo. La expresividad cambia, las figuras se hacen más humanas y reflejan sentimientos a los fines de adecuarla a una nueva mentalidad acordes con los conceptos filosóficos de hombre y naturaleza. Así la representación de Cristo se hace desde una perspectiva más humana para acercarlo al creyente; igual sucede con la Virgen María, ya no se reproduce como un trono donde se sienta Cristo a gobernar, sino que aparece más maternal y femenina.
También podemos decir que tal como sucede en la arquitectura, la plástica gótica refleja luminosidad e ingravidez, lo que se advierte en la estilización y alargamiento de las figuras y en sus posturas en curva, en especial durante el siglo XIV.
En efecto, a partir de este siglo las formas góticas evolucionan hacia un estilo manierista, en el cual se subraya los rasgos sentimentales y las figuras se doblan para adquirir un perfil sinuoso, resaltado por los pliegues de las vestiduras.
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