sábado, 14 de mayo de 2022

BERNARDO DE IRIGOYEN. El Acuerdo de San Nicolás

BERNARDO DE IRIGOYEN. El Acuerdo de San Nicolás.

Fotos personales tomadas el 8 de mayo de 2019
Aparentemente existen muy pocos datos relacionados con el monumento funerario de Bernardo de Irigoye, con relación all arquitecto y el escultor de este edificio. Tampoco existe mayor información sobre las alegorías y símbolos que acompañan la construcción que son muy similares a las del monumento de PEDRO DE ANCHORENA que ya hemos compartido. Me llama la atención la palma que lleva una de las alegorías a uno de los costados de la puerta principal. ¿Es realmente una alegoría del martirio a pesar que el titular de esta bóveda muere tranquilamente en su cama y a una edad bastante adecuada para aquellos tiempos? Es muy posible que esa palma tenga que ver con la gloria y un recuerdo de la entrada triunfal de Jesús de Nazaret en Jerusalén.
RECURSOS.
Bernardo de Irigoyen (Buenos Aires, Argentina, 18 de diciembre de 1822 — Buenos Aires, 27 de diciembre de 1906) fue un abogado, diplomático y político argentino. Dos veces ministro de Relaciones Exteriores, en 1874 y 1882 y una vez ministro del Interior en 1877. En 1898 fue elegido gobernador de la provincia de Buenos Aires. Fue dos veces candidato a presidente de la Nación, en 1885 y en 1891, y dos veces senador nacional en 1895.
Biografía
Bernardo de Irigoyen se casó con Carmen Olascoaga (1831-1893), hermana del coronel Manuel José Olascoaga, el 12 de octubre de 1850, con la cual tuvo 8 hijos: María del Carmen, Bernardo Irigoyen, Elena Juana, Manuel José Fermín, Fermín Francisco, Mercedes Adela, Carlos Alfredo Doroteo e Irene Alcira Irigoyen Olascoaga.
Fue uno de los gestores del Acuerdo de San Nicolás, una de las bases de la Constitución Argentina de 1853. Se destacó por promover la abolición de la pena de muerte por delitos políticos en Entre Ríos, principio que luego sería incluido en la Constitución Nacional. Irigoyen adhiere al popular Partido Autonomista dirigido por Adolfo Alsina. José María Rosa dice que Irigoyen era "la figura intelectual más destacada del grupo y Leandro Alem la más popular";[1] podría quizás agregarse que Aristóbulo del Valle era entonces el orador más brillante.
En 1876 fue nombrado Ministro de Relaciones Internacionales del presidente Nicolás Avellaneda. Durante su gestión debió enfrentar la amenaza del Banco de Londres y del gobierno de Gran Bretaña de bombardear Rosario si el gobierno de Santa Fe no dejaba sin efecto la intervención del Banco de Londres. La enérgica posición de Irigoyen detuvo la acción bélica. A raíz del conflicto Irigoyen fue conocido por elaborar una doctrina sobre la ausencia de nacionalidad de las sociedades anónimas y la inaplicabilidad para las mismas de la protección diplomática que recibían los ciudadanos.
Para esa época, donó parte de sus tierras para que por allí se construyera un ramal del ferrocarril. En torno a él, se formó el pueblo de Bernardo de Irigoyen, pujante localidad del centro santafesino.
Su tumba en el cementerio de la Recoleta. En 1889 adhirió a la recién formada Unión Cívica de la Juventud y a su sucesora la Unión Cívica y participó de la Revolución del 90. Al dividirse la Unión Cívica lo sigue a Leandro Alem y fue uno de los fundadores de la Unión Cívica Radical.
En las elecciones de 1892 fue candidato a presidente por la Unión Cívica Radical, donde fue derrotado luego de una escandalosa represión y fraude por parte del gobierno.
En 1898 fue elegido gobernador de la Provincia de Buenos Aires; su vicegobernador fue el historiador Adolfo Saldías. En 1902 resultó elegido senador nacional hasta su muerte en 1906.
La muerte del último rosista
Hace 112 años, moría en Buenos Aires, donde había nacido, el abogado, diplomático y político argentino don Bernardo de Irigoyen.
POR OMAR LÓPEZ MATO
Don Bernardo fue uno de los pocos seguidores de Rosas que hizo carrera política después de Caseros, sin abjurar de su pasado.Nadie como él para defender los límites de la nación. Fue hombre de confianza de Urquiza, ministro de Avellaneda y de Roca. Muchas veces su nombre sonó para presidente, pero su pasado parecía condenarlo; para muchos no dejaba de ser un “mazorquero”, como le decían despectivamente sus opositores.Como decíamos, Bernardo de Irigoyen fue una figura funcional para nuestro país, defendiendo la integridad nacional y nuestra soberanía desde los puestos ministeriales, ejecutivos y legislativos que le tocaron a lo largo de su extensa vida.Hombre de fuerte constitución, no conoció declinaciones intelectuales ni claudicaciones físicas, a pesar de su edad avanzada. A los 84, el 27 de diciembre de 1906, la muerte no puedo sorprenderlo*, porque en sueños, don Bernardo entregó su alma al Señor.







No hay comentarios:

Publicar un comentario