SARMIENTO Y ANACRONISMO. Cementerio de la Recoleta. Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Tumba de Domingo F. Sarmiento. Fotos personales tomadas el 18 de septiembre de 2018.
APORTES PARA UN DEBATE Y UN HOMENAJE. Uno de los problemas más complejos para quien mira el pasado es no proyectar ni interpretar esos hechos con criterios y valores del presente. Nuestra mirada tiene la finalidad de comprender y explicar. En el caso de Sarmiento es frecuente juzgarlo con valores del presente cometiendo un verdadero anacronismo. Al condenar a esta figura histórica estamos despreciando a lo que se llama la generación del 37. compuesta entre otros por Nicolás Avellaneda, un presidente olvidado cuya preocupación por la educación ha sido notoria y fue el impulsor de una ley de tierras que de haberse aplicado hoy tendríamos un fuerte clase media rural. También formó parte de esa generación, además de Esteban Echeverría, Juan B. Alberdi con quien Sarmiento mantiene debates de una riqueza conceptual que seria un placer poder revivirlos en el espacio político contemporáneo. Toda esta generación propiciaba la inmigración y la educación del soberano como gestos de ampliación de derechos.
Para comprender a Sarmiento tenemos que tener en mente los cambios técnicos que cambiaron el rostro de la Argentino. Podemos pensar la fecha de 1870 como la grieta que separa dos países totalmente diferentes.
Uno de esas novedades técnicas es el invento del barco frigorífico que le permitirá a esta nueva Argentina dejar de exportar carne salada, el charque, para los esclavos de Cuba y comenzar a prepararse para exportar carne de acuerdo al gusto del paladar europeo. Esto provoca grande cambios en la distribución geográfica de la pampa húmeda, hasta ese momento ocupada por el ganado lanar que pasa a espacios menos favorecidos. La búsqueda de esa calidad de ganado vacuno también desplaza a las vacas cimarronas e introduce el alambrado de púas, otro invento que nos ayuda a comprender el pensamiento de Sarmiento. Ya las vacas no pueden deambular a su antojo sino que se las controla para lograr la calidad deseada. El libro del Martín Fierro refleja la dificultad que tienen muchos gauchos de adaptarse a esa nueva realidad y el intento de mantenerse en el pasado que conocía.
Otro de los elementos que introduce la inmigración es un cambió en el régimen alimentario. Hasta ese momento el menú argentino era muy limitado. Los inmigrantes comen pan y es necesario plantar trigo. Es necesario recordar cuando Adolfo Alsina quiso construir la famosa zanja de protección frente a los malones indígenas, fue necesario traer mano de obra de Irlanda porque los gauchos similares a Martín Fierro consideraban una deshonra realizar trabajos que no fueran a caballo. Por supuesto que el trigo se transformará en otro de los recursos de exportación que le permitirán a la Argentina tener un nivel de vida que convocará a diferentes olas inmigratorias.
Si no tenemos en cuenta estos cambios que aportan los avances tecnológicos nos costará entender tanto a la generación del 37 como los logros de la generación del 80. Las afirmaciones y actitudes de Sarmiento juzgadas sin tener en cuenta estos cambios tecnológicos con consecuencias económicas nos llevan a juzgarlas descontextualizadas y finalmente a una equivocad evaluación del tiempo y las acciones.
Para comprender a Sarmiento tenemos que tener en mente los cambios técnicos que cambiaron el rostro de la Argentino. Podemos pensar la fecha de 1870 como la grieta que separa dos países totalmente diferentes.
Uno de esas novedades técnicas es el invento del barco frigorífico que le permitirá a esta nueva Argentina dejar de exportar carne salada, el charque, para los esclavos de Cuba y comenzar a prepararse para exportar carne de acuerdo al gusto del paladar europeo. Esto provoca grande cambios en la distribución geográfica de la pampa húmeda, hasta ese momento ocupada por el ganado lanar que pasa a espacios menos favorecidos. La búsqueda de esa calidad de ganado vacuno también desplaza a las vacas cimarronas e introduce el alambrado de púas, otro invento que nos ayuda a comprender el pensamiento de Sarmiento. Ya las vacas no pueden deambular a su antojo sino que se las controla para lograr la calidad deseada. El libro del Martín Fierro refleja la dificultad que tienen muchos gauchos de adaptarse a esa nueva realidad y el intento de mantenerse en el pasado que conocía.
Otro de los elementos que introduce la inmigración es un cambió en el régimen alimentario. Hasta ese momento el menú argentino era muy limitado. Los inmigrantes comen pan y es necesario plantar trigo. Es necesario recordar cuando Adolfo Alsina quiso construir la famosa zanja de protección frente a los malones indígenas, fue necesario traer mano de obra de Irlanda porque los gauchos similares a Martín Fierro consideraban una deshonra realizar trabajos que no fueran a caballo. Por supuesto que el trigo se transformará en otro de los recursos de exportación que le permitirán a la Argentina tener un nivel de vida que convocará a diferentes olas inmigratorias.
Si no tenemos en cuenta estos cambios que aportan los avances tecnológicos nos costará entender tanto a la generación del 37 como los logros de la generación del 80. Las afirmaciones y actitudes de Sarmiento juzgadas sin tener en cuenta estos cambios tecnológicos con consecuencias económicas nos llevan a juzgarlas descontextualizadas y finalmente a una equivocad evaluación del tiempo y las acciones.
SARMIENTO, DOMINGO FAUSTINO ( 1811 – 1888 )
El mausoleo se encuentra ubicado en la Sección 17.- Presidente – Educador – Escritor – Político.
Un obelisco con un cóndor en su parte superior, compara la majestuosidad de esta ave de los Andes, con los altos pensamientos y metas del gran educador.- De un lado se lee “Civilización y barbarie”, el título de su libro Facundo, y del otro “Las ideas no se matan”, la frase que dejó plasmada en la cordillera sanjuanina cuando huía al exilio en Chile en 1839. Dos altorrelieves, realizados por el escultor Víctor de Pol, muestran a Sarmiento rodeado de niños y al dios Mercurio, haciendo alusión al diario homónimo para el que escribió en Santiago de Chile. Una gran cantidad de placas recuerda a este sanjuanino que ocupó diversos cargos públicos, hasta que fue elegido presidente en 1868. Sin embargo, su mayor prioridad fue impulsar la educación, libre y gratuita para todos, en un momento que esto era un privilegio solo de las familias en buena posición económica..-
Nació en la ciudad de San Juan el 14 de febrero de 1811. Hijo de José Clemente y Paula Albarracín, mujer de voluntad y fortaleza, cuyas virtudes heredó su hijo.- Desde su infancia priorizó el estudio y sin importar cuales fueran sus ocupaciones, la mayor parte de su tiempo lo dedicaba a la lectura.
En 1828 comienza su carrera militar, que no fue lo más destacado de su vida.
En 1829, se definió políticamente, alistándose en las filas unitarias. Participó en diferentes contiendas hasta que se consumó la derrota unitaria y motivó su exilio a Chile, país en el que pasó muchos años de su vida, en diferentes ocasiones. Allí se unió con la chilena María Jesús del Canto, con la que tuvo a su hija Faustina, el 18 de julio de 1831.-
En sus primeros años desempeñó allí los más diversos oficios, dependiente de comercio, mozo, periodista, minero. Daba clases de francés y a la vez estudiaba inglés, lengua ésta última que perfeccionó durante sus vigilias, llegando a traducir novelas de Walter Scott.-
Tan intensa actividad lo enfermó de gravedad lo que le permitió que las autoridades sanjuaninas autorizaran su regreso a la provincia, después de cinco años de expatriación.
Se vinculó entonces con lo más representativo de la sociedad local intelectualmente, de donde nació la idea de fundar la Sociedad Dramática Filarmónica, cuyo propósito a más de social, fue la de crear un colegio y un periódico. Nace el Colegio de Pensionistas de Santa Rosa, primer establecimiento para la educación de la mujer, donde fue nombrado rector y a la vez enseñaba francés y geografía.
Publicó el semanario El Zonda, nombre elegido en clara alusión a un viento ardiente de la región, que fuera prontamente cerrado por su agresividad periodístiaca.
Trás una nueva derrota unitaria (1839) debió trasladarse nuevamente a Chile, donde padeció hambre y soledad. El sufrimiento y las preocupaciones lo habían envejecido prematuramente.
Trabó amistad con el escritor chileno José Victorino Lastarria, quién lo introdujo en el diario El Mercurio. En el país vecino desarrolló una intensa actividad periodística, El Nacional, El Progreso y otras actuaciones relacionadas con la docencia.
En 1845 viajó al extranjero en una comisión encomendada por el gobierno chileno, a fin de mejorar la instrucción pública, tomando modelos en países europeos, norte de Africa y América, que le permitió trabar relación con grandes personajes y duró tres años.
A su regreso en Chile, se unió en matrimonio con Benita Martínez Pastoriza, viuda de don Domingo Castro y Calvo. Tenía un hijo de su primer matrimonio, al que Sarmiento amó como propio, y que fue el famoso Dominguito, que más tarde adoptó su apellido.
El 1º de mayo de 1849 apareció el primer número del diario La Tribuna, que tuvo por editor a Julio
Belín, a la sazón casado con su hija Faustina.
A fines de 1861 fallece su madre, doña Paula Albarracín, próxima a cumplir 87 años.
En 1862, fue elegido gobernador de San Juan. Entre otras cosas impulsó la educación primaria; instaló el Colegio Preparatorio Nacional; fomentó la minería, garantizó la libertad del sufragio;fundó el Departamento Topográfico y reapareció el periódico El Zonda .
Un obelisco con un cóndor en su parte superior, compara la majestuosidad de esta ave de los Andes, con los altos pensamientos y metas del gran educador.- De un lado se lee “Civilización y barbarie”, el título de su libro Facundo, y del otro “Las ideas no se matan”, la frase que dejó plasmada en la cordillera sanjuanina cuando huía al exilio en Chile en 1839. Dos altorrelieves, realizados por el escultor Víctor de Pol, muestran a Sarmiento rodeado de niños y al dios Mercurio, haciendo alusión al diario homónimo para el que escribió en Santiago de Chile. Una gran cantidad de placas recuerda a este sanjuanino que ocupó diversos cargos públicos, hasta que fue elegido presidente en 1868. Sin embargo, su mayor prioridad fue impulsar la educación, libre y gratuita para todos, en un momento que esto era un privilegio solo de las familias en buena posición económica..-
Nació en la ciudad de San Juan el 14 de febrero de 1811. Hijo de José Clemente y Paula Albarracín, mujer de voluntad y fortaleza, cuyas virtudes heredó su hijo.- Desde su infancia priorizó el estudio y sin importar cuales fueran sus ocupaciones, la mayor parte de su tiempo lo dedicaba a la lectura.
En 1828 comienza su carrera militar, que no fue lo más destacado de su vida.
En 1829, se definió políticamente, alistándose en las filas unitarias. Participó en diferentes contiendas hasta que se consumó la derrota unitaria y motivó su exilio a Chile, país en el que pasó muchos años de su vida, en diferentes ocasiones. Allí se unió con la chilena María Jesús del Canto, con la que tuvo a su hija Faustina, el 18 de julio de 1831.-
En sus primeros años desempeñó allí los más diversos oficios, dependiente de comercio, mozo, periodista, minero. Daba clases de francés y a la vez estudiaba inglés, lengua ésta última que perfeccionó durante sus vigilias, llegando a traducir novelas de Walter Scott.-
Tan intensa actividad lo enfermó de gravedad lo que le permitió que las autoridades sanjuaninas autorizaran su regreso a la provincia, después de cinco años de expatriación.
Se vinculó entonces con lo más representativo de la sociedad local intelectualmente, de donde nació la idea de fundar la Sociedad Dramática Filarmónica, cuyo propósito a más de social, fue la de crear un colegio y un periódico. Nace el Colegio de Pensionistas de Santa Rosa, primer establecimiento para la educación de la mujer, donde fue nombrado rector y a la vez enseñaba francés y geografía.
Publicó el semanario El Zonda, nombre elegido en clara alusión a un viento ardiente de la región, que fuera prontamente cerrado por su agresividad periodístiaca.
Trás una nueva derrota unitaria (1839) debió trasladarse nuevamente a Chile, donde padeció hambre y soledad. El sufrimiento y las preocupaciones lo habían envejecido prematuramente.
Trabó amistad con el escritor chileno José Victorino Lastarria, quién lo introdujo en el diario El Mercurio. En el país vecino desarrolló una intensa actividad periodística, El Nacional, El Progreso y otras actuaciones relacionadas con la docencia.
En 1845 viajó al extranjero en una comisión encomendada por el gobierno chileno, a fin de mejorar la instrucción pública, tomando modelos en países europeos, norte de Africa y América, que le permitió trabar relación con grandes personajes y duró tres años.
A su regreso en Chile, se unió en matrimonio con Benita Martínez Pastoriza, viuda de don Domingo Castro y Calvo. Tenía un hijo de su primer matrimonio, al que Sarmiento amó como propio, y que fue el famoso Dominguito, que más tarde adoptó su apellido.
El 1º de mayo de 1849 apareció el primer número del diario La Tribuna, que tuvo por editor a Julio
Belín, a la sazón casado con su hija Faustina.
A fines de 1861 fallece su madre, doña Paula Albarracín, próxima a cumplir 87 años.
En 1862, fue elegido gobernador de San Juan. Entre otras cosas impulsó la educación primaria; instaló el Colegio Preparatorio Nacional; fomentó la minería, garantizó la libertad del sufragio;fundó el Departamento Topográfico y reapareció el periódico El Zonda .
A fines de 1863 fue nombrado Enviado Extraordinario y Ministro Plenipotenciario en los Estados Unidos, recorriendo el país varios años.
Sarmiento fue elegido presidente de los argentinos en 1868, cuando se encontraba aún en el exterior. Sin conocer todavía los resultados de las elecciones se embarcó de regreso a la Argentina.En Pernambuco, al Norte de Brasil, se enteró por un barco de guerra estadounidense de que era el presidente electo, así en San Salvador de Bahía, lo recibieron con una protocolar salva de veintiún cañonazos. Trás una ausencia de siete años, regresaba al país en agosto de ese año, asumiendo el cargo el 12 de octubre de 1868. Durante su presidencia, hasta 1874, múltiple y fecunda fue la labor de Sarmiento, exteriorizada en iniciativas de todo orden, para impulsar el progreso y la cultura del país, imposible de enumerar, sin descuidar su titánica labor educativa.
Iniciado en la Masonería de Valparaíso, Chile en 1884. En la última década de su vida, sus méritos lo consagraron Venerable Gran Maestre de la Masonería Argentina.
En 1888, ya enfermo se encontraba en Asunción del Paraguay, por prescripción médica. En septiembre, cuando su enfermedad se reagravó, no recibió más visitas que las de su íntimo círculo familiar, su doctor Enrique Garcia Merou y tres viejos amigos.
Falleció el día 11 de septiembre de 1888 .
Sus “Obras Completas”, “Recuerdos de Provincia”, “Facundo” fueron, entre otros, sus tíulos más popularmente conocidos.
Una calle, una avenida y una plaza llevan su nombre “Sarmiento” y “Presidente Sarmiento”un parque y centro deportivo.-
En el lugar donde descansa actualmente hay una inscripción que dice “Belin Sarmiento” y diversas placas de instituciones públicas y privadas que le rinden homenaje.
El 15 de septiembre de 2017, fue colocada una réplica del busto de Sarmiento en la saliente de la pirámide, realizado por el Museo Sarmiento, donde se encuentra el original.
Declarado Monumento Histórico Nacional en el año 1946.
Sarmiento fue elegido presidente de los argentinos en 1868, cuando se encontraba aún en el exterior. Sin conocer todavía los resultados de las elecciones se embarcó de regreso a la Argentina.En Pernambuco, al Norte de Brasil, se enteró por un barco de guerra estadounidense de que era el presidente electo, así en San Salvador de Bahía, lo recibieron con una protocolar salva de veintiún cañonazos. Trás una ausencia de siete años, regresaba al país en agosto de ese año, asumiendo el cargo el 12 de octubre de 1868. Durante su presidencia, hasta 1874, múltiple y fecunda fue la labor de Sarmiento, exteriorizada en iniciativas de todo orden, para impulsar el progreso y la cultura del país, imposible de enumerar, sin descuidar su titánica labor educativa.
Iniciado en la Masonería de Valparaíso, Chile en 1884. En la última década de su vida, sus méritos lo consagraron Venerable Gran Maestre de la Masonería Argentina.
En 1888, ya enfermo se encontraba en Asunción del Paraguay, por prescripción médica. En septiembre, cuando su enfermedad se reagravó, no recibió más visitas que las de su íntimo círculo familiar, su doctor Enrique Garcia Merou y tres viejos amigos.
Falleció el día 11 de septiembre de 1888 .
Sus “Obras Completas”, “Recuerdos de Provincia”, “Facundo” fueron, entre otros, sus tíulos más popularmente conocidos.
Una calle, una avenida y una plaza llevan su nombre “Sarmiento” y “Presidente Sarmiento”un parque y centro deportivo.-
En el lugar donde descansa actualmente hay una inscripción que dice “Belin Sarmiento” y diversas placas de instituciones públicas y privadas que le rinden homenaje.
El 15 de septiembre de 2017, fue colocada una réplica del busto de Sarmiento en la saliente de la pirámide, realizado por el Museo Sarmiento, donde se encuentra el original.
Declarado Monumento Histórico Nacional en el año 1946.
Aporte de SUSANA GESUALDI
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