martes, 24 de septiembre de 2019

PEDRO ZONZA BRIANO. EL REDENTOR SIN ESTIGMAS

PEDRO ZONZA BRIANO.
EL REDENTOR SIN ESTIGMAS o mejor conocido como el Cristo Central obra del escultor argentino PEDRO ZONZA BRIANO. Cementerio de la Recoleta. Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Fotos personales tomadas el 24 de septiembre de 2019.
Me gustaría comenzar un debate sobre esta obra que a mis ojos es muy expresiva y me gusta. El título original con el cual la entonces Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires la adquirió era EL REDENTOR y que actualmente quienes transitan los caminos de este espacio la conocen como el Cristo central, por su estratégica ubicación.
Mi tesis es que posiblemente no sea a Cristo a quien representa porque el redentor, resucitado, tendría que tener las marcas de la cruz en sus manos. Como vemos y a pesar de ser una obra muy difusa no hay rastros de los estigmas. Esa es una nota distintiva que acompaña toda la iconografía cristiana.
Un Cristo resucitado sería el mensaje más acorde a este lugar pero, y a pesar de su primer nombre quisiera debatir que posiblemente representa a Dios Padre como a la vez creador y redentor del mundo con lo cual todo el debate sobre esta persona anciana concluye.


PROMOVER DEBATE. UN REDENTOR SIN ESTIGMAS. En general me cuesta aceptar propuestas muy formuladas y me apasiona cuestionarlas. Este es el caso con la obra de Pedro Zonza Briano titulada en un principio como EL REDENTOR y que intento cuestionar hasta que me convenzan de lo contrario con argumentos fundados

RECURSO.
En 1914, sobre su Redentor, el crítico Julio Rinaldini escribe un adverso comentario, no sólo acerca de la obra, sino también al modo de iluminarla: “[…] ¿qué relación tiene con el verdadero arte ese artificio de sala de espectáculos? ¿quiere acaso, significarnos […] que sus obras son golpes de luz en la oscuridad? […] esta figura necesitaría mayor vigor y mayor amplitud en la mirada, más acción en el gesto. Su actitud de sonámbulo […] recuerda demasiado la de uno de los burgueses de Calais de Rodin […] la cabeza del Redentor carece en absoluto de belleza […]”. Luego agrega en una nota al pie: “[…] el Redentor adquirido por la Municipalidad está actualmente en la Recoleta. Allí no tiene lirios, ni incienso ni iluminación ad hoc. Allí se ve mejor que la obra es falsa […] de este redentor moderno […] ya nadie cree la palabra […]” Un claro conflicto entre la tradición y las manifestaciones modernas o, quizá, como refería Atalaya, de la incomprensión del concepto.




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