IDA MARINO (1915-1934) Una leyenda sin documentar.
Fotos personales tomadas el 15 de mayo de 2023
En la historia del arte y de la arquitectura es frecuente la construcción de una leyenda o un mito urbano luego de la construcción de una obra que contiene cierto misterio. Creo que en este caso nos encontramos en la misma situación. Los datos se repiten casi copìados unos de otros. Todos afirman que se trata de una jóven que en su cumpleaños, luego de bailar un vals con su novio sube a arregalr su vestido rasgado accidentalmente y cae desde un balcón de su casa. Esta figura femenina que extiende su brazo para alcanzar o arrojar un ramillete de flores sería una representación de ese accidente. Todo me parece muy sospechoso. Se citan diarios que relatan esa caída pero nunca se indica fecha o hay copia de esos artículos. Es también sospechoso que estas muertes ocurran justamente en el día del cumpleaños. Asimijsmo me parece muy extraño que en este y otros casos el número 19 pareciera una extraña coincidencia. Creo que ese es un lugar literario común. Comparto con ustedes uno de esos relatos difíciles de creer. Por el momento, les pido que me permitan, mantener una gran duda sobre este relato.
RECURSO.
Historias de amor y muerte
Ida Marino fue una joven que a los 19 años en 1934 se cayó del balcón de su casa y falleció. En su honor, su familia mandó a construir una bóveda en el Cementerio de la Recoleta.
En el techo de la bóveda hay una escultura de una mujer con la mano extendida dejando caer una flor. Representa las manos que no pudieron alcanzarla para detener su caída.
Cuenta la historia que ella y su novio abrieron el baile de gala en la terraza con el clásico vals de Strauss "El Danubio Azul".
Las crónicas de los diarios El Tiempo y La Nación difieren levemente en lo sucedido instantes después, pero lo que se tiene por seguro es que dados los primeros pasos de la danza, Ida pisa y envuelve la cola de su vestido en el taco del zapato de su pié izquierdo, resbalando hacia atrás y cayendo por sobre la balaustrada del balcón de la terraza de la mansión de Suipacha 658.
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